Lencería como segunda piel: la colección de Lefties que reivindica la diversidad de cuerpos
La firma ha lanzado una nueva colección de ropa interior con tallas para todo tipo de siluetas y una variedad de patrones para todos los gustos.
«Las mujeres necesitan, como un derecho básico, tener una ropa interior que se ajuste a su exterior», exige la escritora y periodista Caitlin Moran en un exaltado y divertidísimo alegato por la ropa interior buena. Para la autora de Cómo ser una mujer, la lencería es el uniforme especializado de las mujeres –»Es el equivalente femenino al traje de bombero y al casco. O a los zapatos enormes de un payaso. La necesitamos para el ‘trabajo’ de ser mujer», puntualiza–, pero también habla de la problemática de llevarla con brillantez, es decir, de la dificultad de encontrar la prenda correcta en un mercado de cánones preestablecidos y cortes más afines a las tendencias que a la realidad de los cuerpos.
Ante el «derecho fundamental» de vestir prendas del tamaño que nos corresponde, Lefties ha lanzado una nueva colección de ropa interior con tallas para todo tipo de cuerpos –de la S a la XL–, y una variedad de patrones para todos los gustos. El secreto de Lefties Underwear Soft Colors reside en algo tan sencillo como la elección de tejidos: todas las prendas están confeccionadas con algodón 100% y elastano, creando una amplia variedad de patrones que se ajustan perfectamente a cualquier silueta.
Porque esta colección, ya disponible en su web, acaba con esa falsa creencia de que a una determinada figura le corresponde un modelo específico. Ante el clásico, «dime qué tipo de cuerpo tienes y te diré qué modelo es para ti», la firma propone una amplia selección de formatos: culottes, braguitas clásicas, brasileñas, hípsters o tangas, así como diversos tops y camisetas de tirantes que se adaptan a la realidad de cada mujer. Todos han sido confeccionados para lograr la mejor sujeción y comodidad, abrazando y ensalzando su figura. Dime cuál es tu estilo y elige lo que realmente quieres.
Otro de los puntos fuertes de la colección es la comodidad –ninguna mujer en los cincuenta habría quemado sujetadores si en lugar de opresivos fueran cómodos–. Lefties propone prendas de tacto muy suave y ligero, que se adaptan a cada movimiento, como una segunda piel, para vestir todo el día sin perder un ápice de estilo.
También la paleta cromática huye de complicaciones. Los colores que predominan se abren de los tonos clásicos –negro, gris y blanco–, a tonalidades pastel como rosa, azul, lila o beige. El resultado es una colección fácil de combinar entre sí para crear un uniforme femenino con el que sentirnos seguras. Un efecto como el que profetizaba Caitlin Moran: «¡Si el mundo supiera lo maravillosas que estamos debajo de toda esta ropa!».