Las tendencias de esta temporada se dictan desde otra dimensión
La firma urbana Pull & Bear presenta su nueva colección en un increíble ‘fashion show’ virtual en el que avatares y modelos de carne y hueso avanzan las claves para este otoño
Cuando los avatares empezaron a acaparar portadas y campañas, muchos creyeron que se trataba de una mera excentricidad de la moda. Un entretenimiento pasajero. La industria sin embargo parece haber encontrado un equilibrio entre la realidad analógica y el entorno virtual –porque Lil Miquela, por mucho que pose con Rosalía en Coachella o se bese con Bella Hadid, no existe, es una creación de la compañía de inteligencia artificial Brud–, es más, como respuesta a la compleja situación actual, el espacio digital se ha convertido en un salvoconducto.
Esta temporada Pull&Bear demuestra cómo la fusión de ambos universos puede desembocar en una creativa plataforma de expresión. La firma ha presentado su nueva colección en un fashion show de otra dimensión, resultado de una audaz combinación de formatos de vídeo y fotografía con nuevos lenguajes como la tecnología 3D y los avatares. En un escenario tridimensional, con saltos de pantalla y juegos de luces y ritmos, un plano secuencia va capturando todas claves de la temporada.
Las modelos, humanas y avatares, se mueven en planos ficticios, bailan entre arquitectónicas estructuras o posan sobre figuras glitch. Un interesante travelling en el que si algo queda claro es que la ropa de la marca funciona en cualquier contexto. La colección de chica, por ejemplo, arranca en prendas de tipo sastre: largos abrigos y americanas masculinas, que actualizan el estampado príncipe gales o el vichy a base de colores rojos, grises o negros. Son todas esas piezas que hacen fondo armario y a las que, bajo el prisma rompedor de la firma, basta con sumarle accesorios, como botas de montaña, deportivas o riñoneras, para despojarlas de toda intención formal y conquistar la calle.
Los tejidos cálidos protagonizan parte de la propuesta: lana, borreguillo, terciopelo o pana, que toman forma en abrigos achuchables, cazadoras y camisas worker o interesantes twin sets de tricot. Aunque la paleta cromática se despliega en tonos naturales o estampados como el animal print o tie-dye, en respuesta a esa necesidad imperante de volver a conectar con la naturaleza, también hay en las prendas ciertas concesiones futuristas, con colores flúor y metalizados.
La línea más puramente streetwear está repleta de must have (en el argot fashion, todos esos imprescindibles que deberíamos tener ya en el armario): plumíferos acolchados, conjuntos deportivos o crop tops, que se recrean en tejidos técnicos o acabados de vinilo. Pull&Bear ha confeccionado una colección entre ambos mundos para que, otra temporada más, cada uno encuentre las prendas con las que expresar su auténtica personalidad.