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Pelo ‘sucio’, zapato plano y llegadas triunfales en bicicleta: así Inès de la Fressange ha vuelto a ser la Marianne de Francia en la alta costura

La modelo, quien puso el rostro a la Marianne republicana en 1989, ha vuelto a convertirse, de manera inesperada, en un símbolo de una de las industrias más representativas del país: el lujo y la alta costura.

No deja de resultar paradójico que la hija de un aristócrata haya acabado convirtiéndose en el símbolo republicano por excelencia. Inès de la Fressange (Gassin, 1957), la modelo improbable, descubierta por Paolo Roversi, fue repudiada por su gran valedor, Karl Lagerfeld cuando en 1989 aceptó ser el rostro de la nueva Marianne, honor  concedido por el Gobierno Francés a otras grandes como Brigitte Bardot, Catherine Deneuve, Laetitia Casta o Sophie Marceau. Lagerfeld dijo que su decisión le parecía profundamente provinciana y que representaba “todo lo burgués y aburrido”. Sin embargo, treinta años después, y con Lagerfeld ya fallecido, De La Fressange sigue representando el epítome del estilo francés: sofisticada, pero despreocupada, femenina y a la vez andrógina. Esta semana de la alta costura en París, en la que claramente las casas de lujo han querido reivindicar la cultura francesa en algunos casos con auténtico descaro (véase el desfile de Chanel), ella ha resurgido como la reencarnación del mito galo definitivo: la mujer parisina. Aquí podemos verla precisamente a la entrada del desfile de Chanel, para el que se decantó por una sencilla camisa rosa pálido, unos pantalones y un bolso exactamente del mismo tono. Esta fue la primera y única aparición en la que mostró una cabellera burguesa y ahuecada. Pierre Suu (Getty Images)
No fue el único al que asistió, ni mucho menos: se prodigó en varios y en algunos de ellos fue incluso modelo. Al de Schiaparelli llegó en bicicleta eléctrica, presumiendo de estar totalmente integrada en el sistema de transporte que con gran éxito (y aplauso internacional) ha impulsado la progresista de origen gaditano Anne Hidalgo. De la Fressange eligió el día de su llegada triunfal en velocípedo un traje de chaqueta azul marino, una camisa azul, complementos (bolso y zapatos) de Roger Vivier, firma de la que es imagen. Y por supuesto ese pelo ligeramente descuidado -podría decirse que casi sucio- que, de forma inconfesable, forma parte también del patrimonio artístico francés. De la Fressange es uno de esos iconos de estilo femenino que consiguió convertir a finales de los años ochenta el mocasín plano en un fetiche tan erótico como unos estiletos.Pierre Suu (Getty Images)
De nuevo con el pelo revuelto de forma que distinguir entre suciedad o humedad se hacía imposible se personó en la pasarela para lucir uno de los  diseños de Charles de Vilmorin. Aunque no es poco frecuente verla en los desfiles, ya que casi siempre acude de invitada a alguno (y es asidua a los de Chanel) es más raro verla desfilando. Aunque en 2010, supuestamente después de haberse retirado, posó en un show de Lagerfeld que selló la reconciliación con el creador alemán, después solamente ha tenido relación con el mundo de la moda como empresaria (ha diseñado colecciones para Uniqlo) o como espectadora.Estrop (Getty Images)
De la Fressange, de 65 años, tiene dos hijas, nacidas de su matrimonio con el empresario italiano Luigi D'Urso (quien falleció en 2009). Ninguna de las dos ha heredado la vocación de su madre, a pesar de que en numerosas ocasiones la han acompañado a sus compromisos (y en algunas hasta han prestado su imagen para campañas de firmas como Bottega Veneta). De la Fressange, sin embargo, no ha perdido un ápice de su capital simbólico: sigue siendo un icono de la moda francesa que de momento no ha conseguido reemplazo.CHRISTOPHE ARCHAMBAULT (AFP via Getty Images)
Aquí podemos verla a la salida del desfile de Vilmorin subiéndose en su bicicleta y con el pelo todavía engrasado con la gomina de la anterior puesta en escena.Pierre Suu (Getty Images)
Tal vez por eso el director creativo de Balenciaga, el georgiano Denma Gvasalia, la haya escogido como una de las musas del "desfile del perdón": la puesta en escena en la que el sector de la moda arropaba de nuevo a un creador que la pasada temporada se vio envuelto en una polémica que casi acaba con su reputación y su carrera. En la imagen, llegando a dicho desfile.Pierre Suu (Getty Images)
Junto con Isabelle Huppert, quien hizo una histriónica actuación y desfiló como un alma en pena a punto de desmayarse, o Eliza Douglas, quien se puso un vestido-armadura que era un claro homenaje a Juana de Arco, De la Fressange fue una de las modelos que dieron altura a una propuesta en la que Francia, como nación creativa, era hilo conductor. De la Fressange es francesa: su padre era un corredor de bolsa descendiente de aristócratas y ella nació en una pequeña localidad de la Provenza. Su madre, sin embargo, era una modelo argentina. Esa diversidad también forma parte del ADN de la República.

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