El sorprendente anuncio de Georgina Rodríguez para una fragancia saudí: «Adoro sus valores familiares»
La ‘influencer’, modelo y protagonista de su propio ‘reality show’ protagoniza un anuncio en el que muestra vertiginoso escote y asegura la ilusión que la hace «vivir el Ramadán en su ciudad de origen».
La empresaria, modelo, pareja de Cristiano Ronaldo y protagonista del reality show homónimo, Georgina Rodríguez, sorprendió ayer con su aparición como protagonista y embajadora principal de la firma de perfumes saudí Laverne. Con el pretexto de alabar las virtudes de la fragancia en concreto que promociona, Blue Laverne, Rodríguez aparece en un anuncio contestando a varias preguntas sobre su experiencia como residente en Arabia Saudí, ahora que su pareja juega allí al fútbol. La primera cualidad que destaca del país es que se siente enormemente segura en él, para a continuación subray...
La empresaria, modelo, pareja de Cristiano Ronaldo y protagonista del reality show homónimo, Georgina Rodríguez, sorprendió ayer con su aparición como protagonista y embajadora principal de la firma de perfumes saudí Laverne. Con el pretexto de alabar las virtudes de la fragancia en concreto que promociona, Blue Laverne, Rodríguez aparece en un anuncio contestando a varias preguntas sobre su experiencia como residente en Arabia Saudí, ahora que su pareja juega allí al fútbol. La primera cualidad que destaca del país es que se siente enormemente segura en él, para a continuación subrayar: «Adoro sus valores familiares».
Para comprender lo sorprendente de estas declaraciones es necesario cierto contexto de la cultura a la que hace referencia: desde que nacen y a lo largo de toda su vida, las mujeres en Arabia Saudí permanecen bajo la supervisión de un hombre de la familia, normalmente sus padres o maridos. Necesitan su permiso y consentimiento para cuestiones tan sencillas como iniciar determinados estudios, vivir solas, casarse, acceder a ciertos tratamientos médicos o incluso salir de la cárcel. Desafiar estas prohibiciones o desobedecer a su “guardián” puede ser motivo de sanciones. Además de seguir teniendo importantes dificultades para acudir solas a espacios públicos, las mujeres saudíes no tienen libertad para vestirse como quieran. La mayoría de las mujeres tienen que vestir en público una ‘abaya’. Esta indumentaria consiste en una túnica larga negra hasta los tobillos y un velo para cubrir la cabeza y el pelo que deja al descubierto solo parte del rostro. La policía religiosa del país, la “mutawa”, vigila que las mujeres vistan de “manera apropiada” en los lugares públicos, penalizando de diferentes maneras a aquellas que no lo hagan.
Bien es sabido que las expatriadas en los países del Golfo pérsico con posiciones económicas boyantes, como es el caso de Georgina, no experimentan excesivos problemas a la hora de ponerse los atuendos que deseen en los recintos acotados para ellas. Georgina y su familia residen de manera temporal en la Kingdom Tower, uno de los edificios más altos de la capital Saudí, Riyadh. La residencia pertenece al hotel Four Seasons y cuenta con dos pisos y 17 habitaciones en las que no falta ningún tipo de detalle. Se trata de una residencia temporal, ya que su intención es instalarse en una mansión cercana al campo de fútbol del Al Nassr.
En el anuncio de la fragancia, la protagonista del reality de Netflix dice también que le hace especial ilusión participar por primera vez en el Ramadán en su ciudad de origen a la vez que alaba la belleza del desierto: «Me sentí muy feliz de poder conectar con el cielo y la tierra y su magia».
La incorporación de Georgina a la estrategia comercial de Laverne parece un intento más de los varios que recientemente ha hecho esta firma para acercarse al público occidental. Hace solo unas semanas presentaban su nuevo logotipo oficial, un leopardo árabe que guarda evidentes reminiscencias con la pantera de Cartier.
De acuerdo con los datos desplegados en una entrevista para el portal especializado en perfumes Fragantica, Blue Laverne es uno de los perfumes mejor vendidos del país. El fundador y CEO de la marca, Khalid Al Mufadhal, decía que en los últimos seis meses se han vendido casi 270.000 frascos, siempre teniendo en cuenta que no existe forma de contrastar dicho datos. Resulta llamativo que se trata de un perfume relativamente económico: el frasco de 100 ml. se puede adquirir en la web oficial por 185 riales saudís, que son 45 euros.