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Frente a la brecha de género, educación digital

La aceleración digital ha aumentado la demanda de perfiles tecnológicos y ‘skills’ adaptadas al nuevo mercado y, en consecuencia, aumentado todavía más la desigualdad de género. El papel de escuelas como ISDI es fundamental para formar este nuevo talento y salvar la brecha laboral

Las mujeres deben estar en el centro de la revolución digital. La pandemia ha acelerado la transformación digital, creando nuevas oportunidades de empleo y demandando perfiles digitales más complejos y especializados; sin embargo, las herramientas necesarias para asumir el cambio continúan en manos de unos cuantos privilegiados y la inclusión femenina es cada vez más lenta.

Según el informe Mujer y tecnología 2020, elaborado por la Unión General de Trabajadores, las mujeres siguen sufriendo una evidente desigualdad en el mundo de la tecnología. El problema va más allá de su presencia en carreras STEM o en puestos relacionados con las Tecnologías de la Información (TIC) –que sigue siendo minoritario, apenas alcanza el 15%–, el estudio revela que el número de mujeres con carencias digitales e informáticas es muy superior: hay más de 6,2 millones de españolas sin competencias digitales, unas 643.000 más que hombres con estas graves dificultades.

Para construir un futuro igualitario, al menos en el aspecto laboral, la educación es fundamental para acabar con la brecha. «Cualquier empresa a día de hoy será tecnológica o no será, esto nos pone en el mismo punto de salida a hombres y mujeres. Si somos capaces de eliminar los sesgos cognitivos de género que asocian determinados roles a hombres y otros a mujeres, avanzaremos hacia una equidad y paridad real», defiende Vanessa Robles, Chief Marketing Officer del Banco Sabadell y ex alumna del Global Executive Master Digital Business de ISDI. «El sector digital siempre se había catalogado como una industria “para hombres”. Cambiar esta percepción depende de nosotras: tenemos que levantar la mano, prepararnos y asumir retos para reducir la brecha de género. Además, son más las empresas que se suman a ofrecer estas oportunidades e impulsan a sus colaboradores a fortalecer estas áreas de oportunidad para brindar una mayor equidad».

Ella misma asegura que a lo largo de su trayectoria se ha encontrado con más falta de skills que obstáculos, esto es, las habilidades que las empresas buscan de los empleados para liderar esta etapa digital: capacidad de aprendizaje continuo, pensamiento analítico, adaptabilidad y rapidez en toma de decisiones, humildad de reinvención… «Las soft skills, que a mí me gusta llamar más ‘power skills‘, son las que hacen la diferencia y son la esencia personal de cada uno. Son herramientas poderosísimas que le dan a los perfiles la oportunidad de pasar al siguiente nivel, no solo en el aspecto profesional, sino también en el personal», apunta Robles.

Vanessa Robles completó su formación gracias al master Global Executive Digital Business de ISDI y hoy es Chief Marketing Officer del Banco Sabadell.

La labor de escuelas de negocios como ISDI resulta especialmente importante en el desarrollo de estas fortalezas. En un momento en el que las técnicas de la educación convencional se van quedando obsoletas, la escuela apuesta por metodologías adaptadas a la nueva era y clases prácticas impartidas por los profesionales de la mejores compañías digitales. Comprender la relación inherente que hay entre un negocio y la tecnología es la base de su programa DIBEX, un executive enfocado a los directivos para convertirlos en la persona que lidere la transformación digital de su empresa. Tres meses intensos de trabajo compuestos de sesiones formativas sobre negocio digital, tecnología, go-to market, analítica de datos, y un proyecto digital para poner a prueba lo aprendido. “Hoy las empresas buscan profesionales capaces de adaptarse a la nueva normalidad, con visión y comprensión de la economía de esta era digital, perfiles que conozcan herramientas y nuevas tecnologías y su aplicación al negocio”, defiende el director general de ISDI, Rodrigo Miranda.

Contra el techo de cristal, educación continua

Este tipo de educación long learning, de aprendizaje constante, es el que permitirá a las mujeres seguir creciendo laboralmente y acceder a puestos de poder. Una brecha que poco a poco se va reduciendo. Según el informe Women in Business 2020, publicado por la consultora Grant Thorton, en España la media de mujeres que ocupan cargos de alta dirección en grandes empresas ha crecido un 34%. A pesar de lo positivo del dato, la media mundial continúa siendo del 29%. «Lo primero en lo que hay que fijarse es cómo desarrollar las llamadas “bases de poder” y el equilibrio que de ellas hacemos. Cuanto más se desarrollan las bases asociadas a la influencia y menos a la jerarquía, mejor síntoma de desarrollo profesional y personal, pues el liderazgo en último término es influencia», nos recuerda la Digital & Innovation Expert, Vanessa Robles.

Ser CEO de una organización no es una cuestión de sexo, pero la conciliación sigue siendo una de las causas por las que muchas profesionales no continúan medrando. Aunque es necesario resolverlo con medidas institucionales, los planes educativos que permiten flexibilizar son de gran ayuda. El GXMDB (Global Executive Master in Digital Business), el otro gran master de ISDI para ejecutivos, es un programa internacional en formato blended, con clases y salas de trabajo online en las que se aprende de la mano de expertos de renombre. Cuenta además con bootcamps de una semana en los hubs digitales de mayor relevancia del mundo: Silicon Valley, Harvard y Shanghai, en los que visitarán las empresas que están liderando la revolución digital. Y todo adaptado a la disponibilidad de cada estudiante. «Es vital contar con personas aliadas capaces de guiarte en momentos clave de tu carrera. Bien dentro de la misma compañía o de forma externa, pero es vital encontrar esas personas brújula», zanja Robles.