‘Endless Summer’: el derecho a llevar bañadores y bikinis las 24 horas del verano (y cómo hacerlo bien)
Con un puñado de postales nostálgicas y guiños a los maravillosos años 80 y 90, Lefties exprime las posibilidades de sus colecciones Swimwear y Beachwear en una evocadora campaña que coloca sus propuestas de baño en el centro y gracia de todos los estilismos. De la mañana a la noche.
«Si el plan implica un traje de baño, la repuesta es siempre un sí». Ninguna frase viral podría concentrar mejor las aspiraciones que tenemos puestas en este verano: consagrarnos al dolce far niente, desertar del teléfono móvil y dedicarnos a vivir los días como en uno de esos estíos de Luca Guadagnino, con el bañador por bandera, preparado para cualquier inesperado giro de guion. Porque ninguna prenda encapsula mejor el desenfado, la diversión y la energía de esta época del año, Lefties reivindica el derecho a llevarlo de la mañana a la noche en Endless Summer, la inspiradora campaña que exprime las posibilidades de reinvención de sus colecciones Swimwear y Beachwear y nos traslada emocionalmente a aquellas vacaciones adolescentes, rodeados de amigos y paraísos perdidos.
«¿A qué sabe el verano?», se pregunta la firma. A redescubrir paisajes en motocicleta, compartir confesiones bajo el sol, hacer fuerte alrededor de la piscina, bañarse a la carrera en el mar… La firma destapa la caja de los recuerdos con una estimulante secuencia de postales de aires mediterráneos y guiños a aquellos inocentes años 80 y 90 –el verano es el único espacio-tiempo en el que la nostalgia está permitida–. Elaborando, fotograma a fotograma, de la mañana a la noche, un decálogo de todas las prendas que meteremos en la maleta y pervivirán después en nuestra memoria (o en el feed de Instagram).
09 a.m. Un retiro de verano
Aunque los amores estivales se lleven todo el crédito, el verano realmente es la época de cuadrar y celebrar la amistad. Lefties nos traslada a una de esas casas idílicas que habitan en nuestra memoria infantil para acercarnos el perfecto look de anfitrión. Los estampados clásicos –flores, tie-dye, motivos tropicales o prints lisérgicos– tiñen una cuidada selección de camisas y blusas, vestidos fluidos y faldas de todos los largos, que se combinan con el traje de baño o dejan entreverlo sutilmente. Con este paisaje, los accesorios mejor de evocación artesanal: bolsos y viseras de rafia, sandalias de cuerdas, cuñas de todas las alturas y, por supuesto, los zuecos que vienen pisando fuerte esta temporada.
11 a.m. Un chapuzón nostálgico
Aquellos guilty pleasures adolescentes, como Sensación de vivir o Las gemelas de Sweet Valley, sentaron las bases de un estilo californiano, un poco excéntrico y muy aspiracional, que todavía hoy sigue marcando nuestro armario playero. Es hora de concederle a Brenda, Kelly y Donna el crédito de los twin set de tipo sastre, los shorts vaqueros y los crop tops con los que se paseaban de la ciudad a la playa, como ahora hacemos nosotras. Del cajón de baño, Lefties recupera los bikinis más sensuales de Beverlly Hills, con braguitas altas y sujetadores de aro o escote cuadrado, y una pátina de colores pastel que potencia su carácter nostálgico.
01.00 p.m. Hora de jugar
En verano, los accesorios pierden ese carácter un tanto caprichoso del invierno para convertirse en prendas de primera necesidad. Porque no podemos pasar horas al sol sin protegernos la cabeza, los gorros que importan esta temporada tienen reminiscencias a los 90 y conectan con el imperio del athleisure: las gorras beisboleras –una necesidad creada tanto por los desfiles de Chanel y Coach, como por la versión nupcial de Kylie Jenner en la última gala Met–, el gorro de pescador, reformulado en todo tipo de estampados y texturas; y la visera, quizás, la opción más compleja, divertida y estival. Tampoco hay que olvidarse del poder de un pañuelo, y Little Eddie, la excéntrica prima de Jackie Kennedy, estaría de acuerdo en ello.
04.00 p.m. Un baño de color
Confeccionados con siluetas atemporales y patrones cómodos que se adaptan a todo tipo de cuerpos, Lefties exprime las posibilidades de un buen básico reformulándolo con las tonalidades ácidas de la pasarela: naranjas, fucsias, amarillos, rojos, azules… A la terapia de color, la firma le añade un giro Mix & Match, mezclando bloques de diferentes tonalidades y texturas, para crear los looks de playa más personales y únicos. Un baño de optimismo y energía que también salpica a los accesorios, con sandalias planas y chanclas de colores ácidos, bolsas y toallas de playa, así como gafas de montura contundente.
06.00 p.m. Una tarde en el campo
Grandes, pequeños, minimalistas, tropicales… Podríamos decir que el verano comienza cuando descolgamos los vestidos de flores. Puede que no sea el estampado más original, pero ninguno tiene esta capacidad de crear refugio y evasión. En Lefties, el manto floral salta de siluetas boho o lenceras, hasta cubrir bañadores clásicos de escote rectangular y bikinis de cortinilla liberty. La clave está en empastar diferentes tamaños y tonalidades y llevarlos todos juntos.
08.00 p.m. fiesta hasta el amanecer
No hay mejor forma de apreciar un atardecer que disfrutarlo desde el medio del agua y tratar de vislumbrar el rayo verde. Pero que caiga el sol, tampoco significa que se acabe el día. Porque si algo hemos aprendido del street style es que un bikini cobra una nueva vida cuando llega la noche. Del mismo modo que la lencería rompió las barreras de lo público y lo privado, los sujetadores de los bikinis se dejan entrever bajo americanas o camisas entreabiertas. El bañador también es algo más que el sustituto del body –el bañador rojo de Mickey, esa «Alexa Chung de resaca», en palabras de la estilista de la serie Love, forma parte del imaginario pop–, para convertirse en el mejor aliado de largos vestidos de crochet y caftanes. Sutil y elegante. Palabra de Lefties.