El consumo de leche materna en adultos, una excentricidad cada vez más extendida
El actor de la serie Riverdale KJ Apa ha vuelto a sacar el tema a la luz después de publicar un vídeo en el que sale bebiendo leche materna. El post va acompañado por el siguiente texto: “Mi esposa es una máquina de leche y me encanta”. No es el único. Analizamos el fenómeno.
El consumo de leche materna de mujer por parte de adultos se pone de moda de vez en cuando, muchas veces incitado por los famosos (Gwyneth Paltrow consiguió vender velas con olor a vagina, esto no es nada). Por ejemplo, el actor de la serie Riverdale KJ Apa ha vuelto a sacar el tema a la luz después de publicar un vídeo en su cuenta en Instagram en el que sale vertiendo la leche en su taza de café, como si fuese de vaca, soja o almendra. El post va acompañado por un texto ligeramente perturbador: “Mi esposa es una máquina de leche y me encanta”.
No es el único, por supuesto, que ha decl...
El consumo de leche materna de mujer por parte de adultos se pone de moda de vez en cuando, muchas veces incitado por los famosos (Gwyneth Paltrow consiguió vender velas con olor a vagina, esto no es nada). Por ejemplo, el actor de la serie Riverdale KJ Apa ha vuelto a sacar el tema a la luz después de publicar un vídeo en su cuenta en Instagram en el que sale vertiendo la leche en su taza de café, como si fuese de vaca, soja o almendra. El post va acompañado por un texto ligeramente perturbador: “Mi esposa es una máquina de leche y me encanta”.
No es el único, por supuesto, que ha declarado en público que ha comprobado cómo sabe la leche materna. La intérprete Amber Tamblyn sostuvo en 2017 que había testado la de su amiga Blake Lively, que protagonizó con ella la película Sisterhood of the Travelling Pants, y que su marido David Cross lo había hecho con la suya. Por lo visto, este se entusiasmó tanto como KJ Apa y comentó a The Cut que: “Es mucho mejor que la leche de almendras y de soja. Es tan jodidamente delicioso como un postre”. Para Jennifer Aniston es “la única leche de la que no tienes que sentirte culpable por beber” porque no daña al medioambiente, expresó en el programa Jimmy Kimmel Live en 2014.
La lista de celebrities que han afirmado haber bebido leche materna en algún momento incluye a Alicia Silverstone, Jason Biggs, Olivia Wilde o la cantante y presentadora británica Myleene Klass, quien no solo ha tomado la suya sino que también se la ha ofrecido a familiares y amigos. “Venga ya, es normal. Hice que todo el mundo probase la mía. Sabe exactamente como esos yogures probióticos que se beben”, recogió el medio International Business Times UK.
En el universo Kardashian también ha habido experimentos relacionados con el tema. Por lo visto, Kourtney le proporcionó a su hermana Kim algo de su leche para intentar mejorar su psoriasis, aunque no tuvo demasiado éxito. Si no, es probable que ya hubiesen lanzado su propia línea de productos elaborados a base de esta sustancia.
¿Tiene la leche materna efectos beneficiosos en los adultos?
Susana Ares Segura, coordinadora del área de lactancia materna del Comité de Nutrición y Lactancia Materna de la Asociación Española de Pediatría, advierte que si bien la lactancia es importante y beneficiosa tanto para los recién nacidos como para las madres, algunos estudios señalan que en los adultos no tiene el mismo efecto. “La leche materna está llena de nutrientes, pero estos están destinados a un bebé en crecimiento y no a un adulto”, explica a S Moda.
Algunos de los potenciales consumidores son personas que quieren desarrollar musculatura sin recurrir a esteroides y piensan que la leche materna les dará la energía que necesitan. También tiene tirón entre gente que quiere controlar su peso –suponen que aporta ‘calorías buenas’– o incluso gastrónomos. En Reino Unido se han comercializado helados de leche materna y en Estados Unidos hay marcas de chucherías. En teoría están orientadas al consumo infantil pero obviamente son los adultos quienes las compran y las comen si quieren.
Para algunos pacientes crónicos sí puede ser una ayuda, aunque no para todas las enfermedades. Susana Ares afirma que “algunos investigadores han descubierto que la leche materna contiene compuestos que pueden ayudar en el tratamiento de la artritis, la enfermedad de Crohn y el autismo en adultos mayores”. También se ha investigado en enfermedades como el cáncer, los trastornos digestivos y los trastornos inmunitarios pero la especialista señala que “es preliminar, se realiza a nivel de investigación en laboratorio y no en humanos”.
Una de las cuestiones principales en lo que respecta al consumo por parte de adultos cuando se pone de moda es la disponibilidad del producto. No todo el que quiera beberla tiene a una mujer lactante dispuesta a compartir su leche como en el caso de David Cross, así que hay gente que recurre a la compra. Por ejemplo, en Estados Unidos la plataforma Only The Breast permite a las mujeres vender o donar su excedente de leche a particulares. En algunos casos, especifican si solo la ofrecen para alimentación infantil o si entre su clientela también admiten adultos, que generalmente suelen ser hombres.
En España hay bancos de leche, pero están destinados a recién nacidos que la necesitan y la distribución depende de los hospitales. El proceso de donación está sometido a estrictas normas de higiene y se pasteuriza. No existen plataformas de venta, aunque si se busca por la red es probable encontrar algún anuncio pero no es muy recomendable recurrir a este mercado.
La doctora Ares Segura sostiene que “un estudio realizado con muestras de leche materna compradas online informó que el 93% de las muestras contenían bacterias, de las cuales el 74% contenían bacterias gramnegativas. Estas pueden causar problemas respiratorios como neumonía y problemas digestivos como diarrea. Es muy probable que la contaminación bacteriana se deba a técnicas de desinfección inadecuadas al extraer la leche, limpiar el equipo, almacenar la leche y transportarla.La leche materna comprada en internet no es óptima para la nutrición de adultos o en el tratamiento de enfermedades, y presenta más riesgos que beneficios comprobados”.