El abrigo ‘oso de peluche’ de 1800 euros sin el que no pueden vivir las famosas
Creado por Max Mara en 2013, el ‘teddy coat’ se ha convertido en tiempo récord en un icono atemporal
Sucedió en 2013. Ian Griffiths, director creativo de Max Mara, decidió crear su propia versión de lujo del ‘Teddy Coat’, un modelo de abrigo que tuvo su época de esplendor en los sesenta y los setenta pero que había ido poco a poco relegándose al olvido. Normalmente confeccionado en alpaca y algodón y con un patrón oversize, la resurrección de esta prenda, que imita la textura de los osos de peluche, fue una apuesta arriesgada por parte de la casa italiana. Tenía poco o nada que ver con las tendencias de hace cinco años, que apuntaba a estilos mucho más estructurados y sobrios. Sin em...
Sucedió en 2013. Ian Griffiths, director creativo de Max Mara, decidió crear su propia versión de lujo del ‘Teddy Coat’, un modelo de abrigo que tuvo su época de esplendor en los sesenta y los setenta pero que había ido poco a poco relegándose al olvido. Normalmente confeccionado en alpaca y algodón y con un patrón oversize, la resurrección de esta prenda, que imita la textura de los osos de peluche, fue una apuesta arriesgada por parte de la casa italiana. Tenía poco o nada que ver con las tendencias de hace cinco años, que apuntaba a estilos mucho más estructurados y sobrios. Sin embargo, Griffiths encontró referencias a los teddy en los archivos de la marca y decidió probar suerte.
Al día siguiente del desfile, Carine Roitfeld, ex editora de Vogue París, paseaba el modelo de pasarela por la semana de la moda de Milán. Según contaban en la edición británica de Vogue, lo tomó prestado directamente del backstage y no se lo quitó en una semana.
Desde entonces, Max Mara lo ha introducido en cada uno de sus desfiles de invierno, experimentando con colores y texturas. La versión de 2018, en pelo de camello y seda, se convirtió en la favorita de las celebridades. Fue entonces cuando las famosas, casi en pleno, lo eligieron para los días de invierno. De Julia Roberts a Heidi Klum, de Kim Kardashian a Hailey Baldwin, pocas mujeres mediáticas quedan sin ser fotografiadas con su abrigo de peluche. Según contaba un portavoz de Max Mara al New York Times, el modelo en cuestión (cuyo precio oscila entre los 1.500 y los 2.000 euros) ya ha generado más de 50 millones de dólares a la empresa.
Este invierno la idea de Griffiths ha sido teñirlo de colores potentes: el desfile de Max Mara de esta temporada se abría con tres modelos luciendo sendos abrigos en azul eléctrico, celeste y amarillo. Algunas, como Celine Dion se han atrevido a copiar el total look propuesto por la firma. Otras, como Katie Holmes o Chiara Ferragni, prefieren lucir versiones más básicas en color marrón o camel. Marrón es también el que lleva Kris Jenner para salir de un tanque en el nuevo video clip de su yerno, Kanye West. Hasta ahí ha llegado el furor de un abrigo que, como todos los iconos de creación reciente, tiene hashtag propio en instagram, #MaxMaraTeddyBear.
Con solo seis años de vida, las ventas y la exposición mediática del peluche de Max Mara han hecho que la firma lo incluya en la categoría de ‘iconos’ junto con los otros dos abrigos emblemáticos de la casa: el Manuela, un abrigo de lana tipo bata creado en 1998 y el 101801, quizá el abrigo más icónico de la historia de la moda reciente: un modelo de cashmere diseñado en 1981 por la entonces directora creativa de la casa, Anne Marie Beretta, y que en los ochenta condensó la estética del ‘power dressing’ justo cuando las mujeres comenzaban a acceder a puesto de poder. Hoy, que las tendencias han multiplicado su velocidad, casi tanto como las celebridades su poder pescriptor, el abrigo de peluche extragrande solo ha necesitado unos pocos años para alcanzar la categoría de básico de lujo que no pasa de moda; un rango al que, dada la ingente oferta del sector, pocas piezas actuales pueden llegar a ostentar.