Dos emprendedores valencianos se alían con Sarkozy Jr. en una marca de mocasines

Y revolucionan a la élite intelectual neoyorquina con unos zapatos que rinden un extraño homenaje a grandes pensadores universales.

En 2016, Pablo Gómez-Lechón y Victoria Falomir eran aún solo dos estudiantes de Administración de Empresas en Valencia. En 2018 pusieron en marcha una pequeña firma de zapatos made in Spain llamada Boonper, con el impulso de la lanzadera de empresas de Juan Roig, el dueño de Mercadona. Y en 2019 la crítica de moda más prestigiosa del mundo, Vanessa Friedman, ya está hablando de ellos en el New York Times, el polémico escritor superventas Steve Pinker comenta la última colección que han hecho desde su despacho de Harvard y el arquitecto del World Trade Center, Robert A...

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En 2016, Pablo Gómez-Lechón y Victoria Falomir eran aún solo dos estudiantes de Administración de Empresas en Valencia. En 2018 pusieron en marcha una pequeña firma de zapatos made in Spain llamada Boonper, con el impulso de la lanzadera de empresas de Juan Roig, el dueño de Mercadona. Y en 2019 la crítica de moda más prestigiosa del mundo, Vanessa Friedman, ya está hablando de ellos en el New York Times, el polémico escritor superventas Steve Pinker comenta la última colección que han hecho desde su despacho de Harvard y el arquitecto del World Trade Center, Robert A.M. Stern les brinda apoyo.

¿Cómo han conseguido estos dos valientes emprendedores llegar a estar en boca de personas tan influyentes de las selectas e impenetrables altas esferas neoyorquinas? La llave la tiene un nombre aún más sorprendente: Louis Sarkozy. Efectivamente, hablamos del hijo pequeño del vigesimotercer Presidente de la República Francesa y de la publicista Cecilia Attias. Louis tiene 22 años y vive en Nueva York desde que sus progenitores se divorciaron en 2007. Desde allí ha conseguido convertirse en todo un influencer usando la herramienta de comunicación que tan bien manejan los jóvenes de su generación: las redes sociales.

Empezó a colaborar con estos dos jóvenes por casualidad. Ellos mismos se pusieron en contacto con él: “Le escribimos para presentarle el producto y le gustó tanto que nos presentó un proyecto de colaboración. Nos gustó tanto que la pusimos en marcha inmediatamente”, nos cuenta Gómez-Lechón. La idea era la siguiente: crear modelos inspirados en pensadores y filósofos. La colección recibiría el sugerente nombre de “The Enigma Collection”. El resultado son cuatro variaciones de un mismo mocasín, cada uno de ellos con alusiones creativas a la radióloga Marie Curie, el psicoanalista Sigmund Freud, el genio de la literatura inglesa William Shakespeare y el inventor y presidente de los Estados Unidos Thomas Jefferson. Los nombres de cada modelo no pueden ser más gráficos: Curie, Sigmund, TJ y William.

¿Y qué pinta tienen los zapatos? Su estilo es una adaptación sui generis del clásico gominno de Tod’s, aunque estos hayan sido hechos a mano y de forma artesanal en un taller de Almansa de 25 empleados.
Esta propuesta debió de sonar exótica e irresistibles a oídos de los amigos de Sarkozy Jr., porque lo siguiente que ocurrió fue que se implicó de lleno en el proyecto el periodista y fotógrafo Nicolas Niarchos (a la sazón hijo de Daphne Guinness, gran dama de la moda y heredera de un imperio cervecero y de Spyros Niarchos, heredero de una de las familias de armadores más célebres de grecia). Él fue quien sugirió hacerle fotos a los “herederos intelectuales” de los inspiradores de los zapatos con ellos puestos. Y él hizo los contactos necesarios para que no solo Steven Pinter o Robert A.M. Steiner se implicasen: también han prestado su imagen y sus palabras para publicitar los zapatos el autor de «The Book of Numbers», Joshua Cohen o el activista Zachary Cohen.

El precio de los zapatos, pese a tener tan ilustren embajadores, es bastante asequible: es posible adquirirlos en su tienda online a partir de 350 euros. Los que no forman parte de la colección están disponibles a partir de 125 euros.

Los chicos de Boonper no conocían de absolutamente nada a su padrino antes de comenzar esta colaboración. La relación con Sarkozy Jr. empezó como unión meramente profesional propiciada por las redes sociales pero ahora ya es de amistad: “¡Nos vemos mucho!”. “Hemos trabajado mucho por teléfono”, explica Gómez-Lechón, quien no oculta la alegría que le produce el éxito de su producto y los apoyos que han recibido: “También hemos viajado mucho a París y a Nueva York”. Y lo que el Instagram ha unido, que no lo separe el hombre.

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