Brie Larson: «Soy una friki por fuera y por dentro»
El Oscar ganado a pulso por La habitación la hizo visible a ella, y a su temperamento inconformista. Ahora, la actriz vuelve a la gran pantalla con otra familia disfuncional y una superheroína de cómic.
Muchos se sorprenden al enterarse de que Brie Larson ya contaba con 20 años de carrera como actriz cuando ganó el Oscar por La habitación. A sus 27 años, a esta californiana le es difícil pasar desapercibida, y no solo por ser la próxima Capitana Marvel, por ejemplo. Llega alegre a su cita con S Moda, jugando con los flecos que forran sus Louboutin.
¿Es posible ser estrella y divertirse en Hollywood?
No tienes más que verme. Soy una friki por fuera y por dentro. A fin de cuentas en películas como Capitana Marvel exploro los mis...
Muchos se sorprenden al enterarse de que Brie Larson ya contaba con 20 años de carrera como actriz cuando ganó el Oscar por La habitación. A sus 27 años, a esta californiana le es difícil pasar desapercibida, y no solo por ser la próxima Capitana Marvel, por ejemplo. Llega alegre a su cita con S Moda, jugando con los flecos que forran sus Louboutin.
¿Es posible ser estrella y divertirse en Hollywood?
No tienes más que verme. Soy una friki por fuera y por dentro. A fin de cuentas en películas como Capitana Marvel exploro los mismos temas e ideas que he visitado en mis otras películas más pequeñas y serias como La habitación, o la que estreno ahora, El castillo de cristal (29 de septiembre). Poder hacer películas feministas pequeñas o de gran alcance es un regalo. Soy muy afortunada.
¿Es difícil mantener los pies en la tierra tras el Oscar?
Una gran parte de mi vida no ha cambiado. Hubo momentos confusos, pero tuve la fortuna de que horas después de ganar el Oscar, de toda la fanfarria, estaba en un avión camino a Vietnam para rodar Kong: La isla calavera en medio del barro y sin cobertura. Eso me dio tiempo para pensar qué es lo que significaba el premio. No para otros, sino para mí.
¿Y qué significa?
Oportunidades como la de dirigir mi primera película, Unicorn Store; o la posibilidad de correr riesgos como El castillo de cristal.
Usted ha reconocido que no se habla con su padre desde hace más de diez años y El castillo de cristal analiza las dinámicas familiares. ¿Ha sido difícil conciliar sus sentimientos como actriz y como hija?
No me gusta hablar de mi familia, pero como ya me pasó con La habitación, ambas películas me han hecho pensar mucho sobre lo complicado que es traer un hijo a este mundo. La vida es difícil y no creo que existan los padres perfectos. Te toca lo que te toca. Y la película habla de la reconciliación dentro del caos.
¿Ha cambiado sus ideas en lo que se refiere al matrimonio?
No lo he pensado mucho. Llevo prometida tanto tiempo [con el músico Alex Greenwald] que el hecho de que no hayamos planeado nada todavía dice mucho. Vivimos en una época en la que palabras como matrimonio o género son redefinidas. Hay tantas formas de amar, de vivir tu vida, de estar casada, que es una liberación.
Además de buena estrella, el Oscar le ha proporcionado una plataforma para expresar sus ideas y erigirse en un mundo que cambia política y socialmente. ¿Es fácil ser una inconformista en Hollywood?
Es complicado. Pero yo lo soy. Hay que intentar, al menos, presionar y servir de ejemplo. No digo que le tenga que gustar a todo el mundo. Pero proyectos como Capitana Marvel son una oportunidad maravillosa para mostrar las diferentes formas en las que puedo ser yo, ser mujer, y enseñarlo en el cine. Nadie me va a detener ni en la pantalla ni en las redes a la hora de expresar estas ideas.
Tampoco parece posible detenerla a la hora de asombrarnos en la alfombra roja. ¿Siempre fue una enamorada de la moda o se trata de un gusto adquirido con la fama?
La moda no era lo mío. Soy una persona de vaqueros y camiseta que ni sé lo que me sienta bien ni lo intento. Lo que me importa es la comodidad. Pero el contacto con firmas como Valentino me ha hecho tener otra apreciación. Acabo de estar en París visitando su atelier y viendo cómo daban cada una de las puntadas a mano, es un trabajo en el que han podido invertir tres meses. Esa experiencia me ha proporcionado una visión nueva de ese mundo.
Un look muy diferente al de Capitana Marvel, e igual de comentado…
Ver a las niñas en la Comic-Con vestidas con los trajes de su personaje preferido hechos a mano en casa hace que se me salten las lágrimas.
Si tuviera que escoger una pieza de arte, un libro, una película, una canción que le haya conmovido de esa forma… ¿Cuál sería?
La exposición de David Hockney que acabo de ver en París. No puedo dejar de pensar en ella. Es una retrospectiva de su vida que fluye en todos los medios y hay tanto en su obra de California, de mi tierra, que me dejó enamorada. Y esa galería de autorretratos, con una atención al detalle, observándose y repitiéndose a la vez… hizo que me sintiera totalmente reflejada.
La habitación no solo cambió su carrera. También su nombre, siendo ahora conocida como Brie Larson en lugar de Brianne Sidonie Desaulniers. ¿Le crea esto problemas de identidad?
Depende. A mí me gusta tener esta dualidad porque me ayuda a diferenciar entre Brie Larson, la persona pública y popular, y la Brianne siempre insegura que solo quiere jugar a los Pitufos en su iPad. Pero es cierto que en algún control de pasaportes he vivido momentos bochornosos, especialmente camino de festivales cuando al leer en los papeles mi nombre real y actriz como profesión me dicen: «¿Y dónde la he visto?». Y cuando les he dicho: «En La habitación», ponen cara rara, me preguntan otro título y así hasta que yo acabo colorada recitando mi filmografía y ellos me dejan por imposible porque en realidad no me han visto jamás.