Benji B, el gurú musical de la escena club que dio el salto a la moda de lujo
El popular dj de la BBC Radio 1 visita Barcelona para pinchar en la presentación de la app de SiVasDescalzo y charla sobre su trabajo para Abloh o Phoebe Philo o por qué el streetwear ha sido un fenómeno social integrador en la industria del lujo.
Virgil Abloh y Benji B se conocen desde 2012. Eran los tiempos de Pyrex, la firma de culto de streetwear que todos los capos del hip hop lucían y que ejerció de antesala a la explosión aspiracional que ahora dictamina, temporada a temporada, desde Off-White o desde la dirección creativa de la colección masculina de Vuitton. «Era fan de mi programa de radio», aclara el célebre dj. «Virgil me escuchaba desde Chicago y todavía no se cómo se lo monta, pero lo sigue escuchando cada semana. Le adoro».
Habitual del Sónar y sucesor de Mary Anne Hobbs en su horario de la ...
Virgil Abloh y Benji B se conocen desde 2012. Eran los tiempos de Pyrex, la firma de culto de streetwear que todos los capos del hip hop lucían y que ejerció de antesala a la explosión aspiracional que ahora dictamina, temporada a temporada, desde Off-White o desde la dirección creativa de la colección masculina de Vuitton. «Era fan de mi programa de radio», aclara el célebre dj. «Virgil me escuchaba desde Chicago y todavía no se cómo se lo monta, pero lo sigue escuchando cada semana. Le adoro».
Habitual del Sónar y sucesor de Mary Anne Hobbs en su horario de la BBC Radio 1 cada jueves desde 2010, Benji B. charla para S Moda antes de pinchar en la fiesta de lanzamiento de la app de SiVasDescalzo, la primera aplicación en la que se organizarán raffles para anunciar y organizar la venta de ediciones limitadas y reediciones exclusivas de zapatillas. El británico, al que Abloh ha bautizado como «el Anna Wintour de la música de club» y que lleva más de una década liderando el clubbing con su fiesta Deviation, es, junto a Michel Gaubert, un nombre de los requiere negrita en las crónicas musicales de los desfiles. Fue director musical de Phoebe Philo en Céline, colabora habitualmente con Abloh (es director musical de Louis Vuitton) e incluso ha producido para Kanye West. Aunque se muestra bastante reticente a posicionarse sobre la industria de la moda («solo soy un músico que se pone contento cuando va a un desfile y escucha un buen tema»), estas son algunos de los pensamientos del hombre que aporta otro tipo de emoción en los desfiles:
Sobre por qué los desfiles han abusado del ‘momento Donna Summer’: «Me encanta Donna Summer y me encanta Giorgio Moroder, pero es una broma que dije en su día como referencia a ese cliché sobre lo que la gente piensa sobre los shows de moda. Es como que acabas en cualquier hotel del mundo, ves un desfile en un canal de moda y siempre tienen el mismo tipo de música. No tiene nada que ver con Donna Summer en sí, sino con esa sensación de que la música debe tratarse de otra forma. Nosotros, como personas, somos diversos; la ropa que nos gusta es muy diversa, así que, ¿por qué no hacemos que la música también sea diversa?».
Qué tiene que cambiar en la banda sonora de la moda: «Yo solo puedo ofrecer mi perspectiva personal. No toda la música que se ha escuchado en la industria de la moda ha sido una basura, cuando planteo cambios no lo digo desde un planteamiento negativo. Yo propongo: ¿no sería genial que cada creativo siéntese la música como algo con lo que también expresarse?».
Cómo se convierte un músico en director musical de una firma y cómo se trabaja: «Nunca dije: ¡quiero hacer música para desfiles! ¡Nunca lo dije! Simplemente se me acercó alguien y me dijo: ¿te gustaría hacer esto? Nunca lo pedí. Tampoco les digo lo que tienen que hacer, simplemente pasa de forma orgánica, que es cómo debe ser. Puede ser tan simple como encontrar una canción, no tiene que ser muy complejo».
Sobre Michel Gaubert: «Es brillante. Lo conocí, junto a su socio, en una fiesta de Supreme en París y los dos fueron increíbles. Me encantaron. De hecho sigo en contacto con su socio, por email, y hablamos muchísimo sobre clubbing y cómo solía ser antes. Obviamente, respeto muchísimo todo lo que ha hecho en la moda. Ha hecho tantos shows que no estoy seguro de cuántos debe estar haciendo ahora, pero te digo que si estoy en uno y la música es buena, probablemente sea Michel quién haya participado».
Qué ha supuesto el streetwear en la industria de la moda y el lujo: «Es excitante vivir este momento, donde las dinámicas de poder han cambiado. Esta tienda (se refiere al local de SiVasDescalzo en Barcelona) es un reflejo de lo que la gente quiere, así que la moda tiene que ser una respuesta a lo que la gente quiere, tiene que escuchar. No soy un experto en la industria de la moda, pero sí soy un consumidor experto. Este mundo (se refiere al streetwear), esta gente, está haciendo lo que pide el consumidor. Como cliente de estas marcas siento que tengo un sitio en la mesa y que estoy dentro. La semana de la moda de París, Milán, Nueva York, hace unos años allí no eras bien recibido. Todo lo que rodeaba al lujo y la alta moda era la idea de que no lo podías tener. No podías formar parte del club. Y esa conversación cambió por necesidad. Es increíble ver como ahora sí que se ofrece un sitio en la mesa para formar parte de la conversación».
Sobre sus temas favoritos cuando trabajó con Phoebe Philo en Céline: «Me encantó el show en el que ella mostró vestido Yves Klein (se refiere a la célebre colección primavera verano 2017). Había una escultura en diagrama y utilizamos una canción de Mica Levi (el tema Love) que fue muy emotiva y fue una de mis favoritas, creo que ese fue mi show favorito. Para el último show fue Mary J. Blidge y también fue genial».
Sobre a qué suena ahora el hombre de Louis Vuitton: «No lo sé. La banda sonora del último show era la apropiada para aquellos diseños y la siguiente será la que requieran los próximos».
Sobre la escena clubbing y las fiestas de la moda: «Son muy parecidas, pero hay algo que les separa. La gente va a escuchar a su DJ favorito al Sónar y esa experiencia no tiene por qué funcionar en la fiesta posterior de un desfile, donde la gente está con la copa de champán en la mano. Nuestro trabajo es tratar de unir estos dos mundos: hacer que se parezcan más dentro de sus diferencias».