20 años, millonaria y embarazada: todos opinan sobre el caso Kylie Jenner
Perez Hilton dice que debería abortar y Lena Dunham lo utiliza para hablar de la crisis de la fertilidad. ¿Por qué todo el mundo debate sobre el cuerpo y la moral de la pequeña de las Kardashians?
Si la especulación sobre posibles amoríos, rupturas inesperadas, bodas a la vista o gestaciones anunciadas o por sorpresa es uno de los ganchos más prolíficos de los medios a propósito de las celebridades, la confirmación en sí de cualquiera de las hipótesis anteriores es el comodín más potente que un famoso pueda tener. Sobre todo en referencia a la última de ellas, y más en la era de Internet. Basta remitirse a la noticia contrastada pero no confirmada de la que todo el mundo habla: el ...
Si la especulación sobre posibles amoríos, rupturas inesperadas, bodas a la vista o gestaciones anunciadas o por sorpresa es uno de los ganchos más prolíficos de los medios a propósito de las celebridades, la confirmación en sí de cualquiera de las hipótesis anteriores es el comodín más potente que un famoso pueda tener. Sobre todo en referencia a la última de ellas, y más en la era de Internet. Basta remitirse a la noticia contrastada pero no confirmada de la que todo el mundo habla: el supuesto estado de gravidez de Kylie Jenner, la pequeña del clan Kardashian, que estaría esperando un hijo –más concretamente una niña– junto a su nuevo novio, el rapero Travis Scott. Un no anunciamiento que acapara todos los titulares posibles al que solo podía hacerle sombra otro presunto embarazo dentro de esa misma familia, en este caso el de Khloé, tal y como se ha dado por hecho en varios portales esta última semana.
Dado que las Kardashian lo han explotado absolutamente todo, el filón de los hijos parece ser el que mejor les funciona, seguramente porque las humaniza y las equipara al resto de los mortales. Así lo hemos visto con Kim, de la que se dice va a ser madre por tercera vez mediante gestación subrogada tras casi un año de rumores en los que hemos aprendido qué son la preeclampsia y la placenta accreta, increta y percreta, a costa de empeñarnos en que se quedara embarazada de nuevo tal y como ha reiterado y motivado ella misma desde su más mediática plataforma: un reality que va ya por su catorceava temporada. De Kim hemos llegado a saber de primera mano hasta cuantas veces se acostaba con su marido para intentar quedarse preñada así que no es de extrañar que estemos al día de su salud ginecológica de la misma manera que hemos estado al tanto de la de su hermana Khloé, de la que hasta el momento sabíamos que tenía problemas de fertilidad, y a la que hemos llegado a acompañar cámara en mano, y a modo de cliffhanger, a un especialista, para comprobar si era viable que le prestase el vientre a Kim a la par que descubríamos que fingió hacerse tratamientos mientras estuvo casada con Lamar Odon.
Visto lo visto el mundo no se pregunta ya si se confirmará o no lo de Kylie –a estas alturas el darlo por hecho ha resultado más que suficiente- sino cómo se hará. ¿Vía Keeping Up with the Kardashians? ¿A través de su moribundo spin-off? ¿En Snapchat? ¿En Instagram? Así lo decidió Beyoncé convirtiendo el post en el que conocíamos que iba a ser madre de gemelos en el más viral de la historia. Una plástica y efectista fórmula que levantó las mismas ampollas que heridas parece estar reabriendo el caso Jenner. A propósito de Queen B, sonado fue el ácido artículo que en contrapartida a la buena nueva le dedicó Leandra Medine apuntando a sus problemas personales para concebir. Pieza por la que más tarde pidió perdón a sus seguidores aludiendo que se había dejado llevar por el trauma de haber abortado y, en consecuencia, la frustración que le estaba causando tener tantas dificultades para formar una familia y el hecho de tener que recurrir a la ciencia para conseguirlo.
Perez Hilton ha ido más allá en este polémico vídeo, muy criticado en las redes sociales, en el que suelta perlas como: «Si fuese Kris Jenner le diría que abortase», «esta pareja no va a durar más de seis meses» o «serán bebés cuidando de bebés». No solo se mete con el derecho de la pequeña Jenner de hacer con su cuerpo lo que le plazca sino que, además, pone en duda su capacidad para ser una buena madre.
Mucha más empatía ha mostrado Lena Dunham a través de Twitter. En su caso venía a responder a todos -todas- los que en su entorno habrían reaccionado mal ante el supuesto embarazo de Jenner. Amigas molestas por el hecho de que esta pudiera quedarse embarazada con veinte años mientras ellas tendrían que esperar a estar profesionalmente consolidadas para poder planteárselo en serio siendo quizá entonces demasiado tarde para ello, al menos de manera natural (complejo industrial de la fertilidad lo llama Dunham). Vamos, la eterna problemática de la conciliación laboral y la alta sensibilidad emocional, de mujer a mujer, que gira en torno a su capacidad y edad reproductivas. Dos extremos que van irremediablemente ligados pero que no siempre se tocan. Sobre todo en el caso de las fecundas milénicas multimillonarias, si bien ellas no tienen la culpa de poder escoger los dos caminos a la vez, el del éxito en el trabajo y el de la maternidad, y no estar –o volverse– locas.