La modelo española que deslumbró en el desfile de Prada: «Si existe la posibilidad, siempre intento desfilar con calzado plano»
Miriam Sánchez irrumpió en la industria desfilando para Louis Vuitton y renegando de los zapatos altos. La que fuera portada de S Moda el pasado abril, suma ahora un hito en su carrera modelando para una de las firmas más reputadas.
Miriam Sánchez (Madrid, 1996) casi no llega a tiempo al desfile de Prada. La española, entre nerviosa y cansada, se quedó dormida y acabó presentándose un poco tarde a lo que en la industria se denomina como call time, la hora a la que una firma cita a todas las modelos para prepararlas de cara al desfile. Aunque siempre viaja con un reloj despertador (no se fía de la alarma del móvil), el jet lag y el agotamiento acumulado le jugaron una mala pasada. La madrileña no ha parado en las últimas semanas, viajando de Nueva York a Londres, para desfilar en los ...
Miriam Sánchez (Madrid, 1996) casi no llega a tiempo al desfile de Prada. La española, entre nerviosa y cansada, se quedó dormida y acabó presentándose un poco tarde a lo que en la industria se denomina como call time, la hora a la que una firma cita a todas las modelos para prepararlas de cara al desfile. Aunque siempre viaja con un reloj despertador (no se fía de la alarma del móvil), el jet lag y el agotamiento acumulado le jugaron una mala pasada. La madrileña no ha parado en las últimas semanas, viajando de Nueva York a Londres, para desfilar en los shows de firmas tan relevantes como Victoria Beckham o Michael Kors, entre más de una decena. A pesar del contratiempo, logró subirse a la pasarela de una de las casas más reputadas del sector. Desfilar para Prada cambia carreras (que se lo digan a Mayka Merino, que abrió su desfile en 2015), pero la de Miriam Sánchez estaba predestinada a la primera línea desde el principio.
«Estoy muy feliz por la oportunidad de hacer un desfile tan importante», cuenta a S Moda mientras espera en el backstage de otra de las firmas más aclamadas del sector, Bottega Veneta, para la que también ha desfilado. «La verdad es que mientras camino no pienso en nada y todo pasa muy rápido, pero sí me sentí más nerviosa de lo normal antes del show de Prada. Aún no puedo creer que todo esto esté pasando, hay muchísima competencia y me siento muy afortunada», reconoce. La que fuera portada de esta revista el pasado mes de abril, fue bendecida por Ashley Brokaw, una de las directoras de casting más importantes del sector, cuando la eligió para desfilar en exclusiva para Louis Vuitton en la colección primavera-verano 2019 de la firma francesa. Ella es también la responsable de su aparición en Prada. «Brokaw le ha dado muchos trabajos en el último año y Miriam voló a Milán sabiendo que tenía opción de desfilar para Prada», explica a S Moda Paolo Vecchi de Traffic Models, agencia que lleva su carrera en España. La noche antes del inicio de los castings, a la modelo le cancelaron el vuelo que la llevaría a la capital italiana desde Londres. «Llegué a la ciudad con muy poco tiempo. Después de caminar cosa de un minuto, Ashley [Brokaw] se limitó a darme las gracias y me fui sin saber qué esperar. A las pocas horas me llamaron para que fuera a hacer el fitting y esa misma noche me dieron la gran noticia», cuenta.
Hace unos meses, cuando protagonizó la sesión de fotos para S Moda, Sánchez hacia gala de la inocencia propia de una recién llegada. «No sé quién es Karl Lagerfeld. Es que nunca sé quién es nadie. Siempre digo que podría cruzarme con el diseñador más importante por la calle y no lo reconocería»,
. Ahora las cosas han cambiado. «Ya está más puesta», asegura divertido Vecchi. «He estado esperando unas cinco o seis horas para hacer el fitting y he visto a Muccia. El contacto ha sido mínimo, pero tras verme caminar me ha sonreído», confiesa ella. «La verdad es que Miriam tiene muchas ganas de dedicarse a esto y le hacía mucha ilusión desfilar para Prada», añade el booker. ¿Alguna otra firma en su lista de deseos? «Ya ha hecho Dior o Chanel, así que le encantaría caminar para Saint Laurent y no descartamos que ocurra en la semana de la moda de París».En el año que ha pasado desde su debut para Vuitton hasta su aparición en Prada, Sánchez también ha cambiado su percepción sobre los tacones. Aunque en aquel momento afirmó contundente «nunca me he puesto tacones y aunque me lo pida Vuitton, no me los pondré», ahora ha entendido que las exigencias de la industria son otras. «Dudo que alguna vez me veáis usando zapatos altos en mi tiempo libre, pero sé que llevarlos es algo necesario si me quiero dedicar a la moda. Aunque si existe la oportunidad de que me den un look con calzado plano en un desfile, siempre lo intento», ríe.
En ese empeño por «dedicarse a la moda», en cuerpo y alma y tacones mediante, la madrileña ha aparcado sus estudios –cursaba un módulo de administración y gestión de empresas antes de convertirse en top model de la noche a la mañana– por incompatibilidad con la agitada vida de una supermodelo. Su futuro se antoja más exitoso que nunca después de desfilar para Prada, firma que dicta sentencia no solo sobre las tendencias de la moda, sino acerca del tipo de rostro que las lucen. El suyo, protagonizado por unas facciones andróginas que también han enamorado a publicaciones como Dazed, a buen seguro continuará dejándose ver en los shows más cotizados. «Después de Prada ha hecho Fendi y Bottega Veneta el mismo día. Puede ser que influyera el hecho de que Miuccia la reclutara, pero el futuro es siempre incierto. Lo más importante es que la chica guste a los directores de casting», contextualiza Vecchi. Ella mantiene la serenidad respecto a las expectativas de futuro, aunque no pueda ocultar la emoción. «Prefiero no pensar en qué pasará ya que en este mundo todo cambia muy rápido, pero repito que estoy muy feliz por todo lo que está pasando».