Las 6 marcas francesas que retan a Uterqüe en España
Maje, Sandro o The Kooples forman parte de las firmas premium que exportan el estilo parisino a precios razonables y han convertido la madrileña calle Claudio Coello en el epicentro nacional de la moda gala.
Las firmas premium son esas a las que se recurre cuando se está dispuesto a invertir un poco más en determinada prenda sin dejarse el sueldo. Inditex tiene a Uterqüe, H&M acaba de lanza Arket aunque ya contaba con Cos y hasta las grandes casas de moda inventan líneas algo más asequibles para competir en este suculento segmento. Si pensamos dónde comprar un abrigo, un vestido o un bolso que aúnen diseño y calidad y nos permitan seguir pagando la hipoteca, vienen ...
Las firmas premium son esas a las que se recurre cuando se está dispuesto a invertir un poco más en determinada prenda sin dejarse el sueldo. Inditex tiene a Uterqüe, H&M acaba de lanza Arket aunque ya contaba con Cos y hasta las grandes casas de moda inventan líneas algo más asequibles para competir en este suculento segmento. Si pensamos dónde comprar un abrigo, un vestido o un bolso que aúnen diseño y calidad y nos permitan seguir pagando la hipoteca, vienen a la mente firmas como Maje, Sandro o The Kooples. Marcas que, además de darse la mano en oferta y precio, comparten nacionalidad francesa.
Desde finales de los años 90, estas enseñas han ampliado las posibilidades de componer un armario decente a la par que exportan el anhelado –y eternamente imitado– chic parisino. En España, Maje fue la primera en instalarse allá por el 2007, en plena crisis. Después la siguieron sus primas hermanas Sandro y Claudie Pierlot (las tres forman parte del grupo SCMP, que pertenece a la misma familia aunque ha sido comprado por el grupo chino Shandong Ruyi Group). Según publica Modaes.es, en 2015 el conglomerado fijó España como su tercer mercado estratégico, por detrás de Francia y Reino Unido, y puso en marcha un plan intensivo de aperturas hasta 2017. A ellas se suman otras firmas galas como The Kooples, Zadig & Voltaire o Iro demostrando que el premium francés llega a la conquista del consumidor español. La mayoría empezaron a operar en nuestro país a través de corners en El Corte Inglés pero ya tienen tiendas propias que se han ido incorporando a la ruta de compras de los españoles. Resulta llamativo que la madrileña calle Claudio Coello se ha convertido en la villa de las marcas francesas. Las seis de las que hablaremos a continuación han elegido el mismo emplazamiento para competir desde cerca.
Nació en París en 1984 de la mano de Evelyne Chetrite, fundadora y directora artística. Al principio se vendía solo en tiendas multimarca, pero en 2004 ella y su pareja, Didier Chetrite, abrieron su primera tienda en el parisino barrio Le Marais. Hoy en día tiene cientos de establecimientos repartidos por el mundo, 23 de ellos en nuestra geografía (el pasado julio abrió tienda en Barcelona). Es una de las que mejor funciona en nuestro país, elevando su resultado un 190% en 2015. El punto fuerte de la etiqueta son las prendas bien cortadas, de esas que se convierten en fondo de armario y duran muchas temporadas. Entre sus perchas es posible hacerse con un vestido especial para la temporada BBC por unos 200 euros o un americana de buena calidad por unos 300. Todo femenino y elegante pero sin resultar ostentoso. Los clásicos parisinos –jerséis de rayas, LBD de encaje o una camisa romántica– son su especialidad pero, de vez en cuando, en su catálogo se cuelan pequeñas concesiones a las tendencias: un volante, un camiseta con mensaje o una sudadera con perlas. Además de bolsos, zapatos y accesorios, también cuenta con ropa masculina bajo el paraguas de Sandro Homme.
Es la hermana pequeña de Sandro. En el sentido literal de la expresión. Fue fundada por Judith Milgrom, la hermana menor de la directora creativa de Sandro, Evelyne Chétrite. Sus precios se dan la mano con la anterior pero tiene un estilo un poco más irreverente y juvenil con un punto boho. Si Sandro te soluciona el armario de oficina, Maje consigue lo propio con el de ocio: prendas urbanas para mujeres urbanas (por manido que esté el concepto). Entre sus best sellers se cuelan sus bolsos con flecos, seña de identidad de la casa, o piezas de piel con una relación calidad-precio más que interesante. De vez en cuando lanzan colecciones cápsula o colaboraciones con otras firmas tan apetecibles como la que acaban de poner a la venta: seis piezas inéditas de la mano de la mítica firma americana Schott N.Y.C. En 2015 aumentó su beneficio un 152,5% en España, convirtiéndose en una de las marcas francesas más conocidas y deseadas en nuestro país.
La competencia está en casa. Claudie Pierlot también es propiedad de las hermanas desde que la compraran en 2009 (la compañía SMCP opera las tres firmas). En su catálogo encontrarás piezas con un punto preppy y divertido sin renunciar al allure parisino y a las prendas fáciles de llevar. Probablemente sea la más juvenil de las tres. Esta temporada nos quedamos con las sudaderas y camisetas de espíritu colegial y aires vintage adornadas por las siglas de la marca. Y, por supuesto, con su último bolso: el Anouck. Parece retro y llega acompañado por una línea de pañuelos intercambiables para darle ese punto de tendencia. Ya está agotado en el tono teja y tiene muchas papeletas para convertirse en icono.
Su estética a veces resulta más british que francesa. Nació con el firme propósito de crear total looks tanto para sus clientas como para sus novios. Por eso sus campañas suelen estar protagonizadas por parejas de lo más cool y explotan el aire andrógino en sus prendas. The Kooples es el lugar perfecto para encontrar una chupa de cuero o un blazer de líneas cuidadas. Un consejo: rebusca en su sección masculina, encontrarás cosas interesantes. Tiene tienda en Madrid pero, sobre todo, opera en nuestro país a través de sus espacios en El Corte Inglés.
Cuando Thierry Gillier la creó en 1997, Zadig & Voltaire (el nombre se debe a Zadig, uno de los personajes del filósofo francés Voltaire) empezó a hacerse popular gracias a sus prendas de cashmere a precios razonables. Lo que nació como una marca en la que los insiders conseguían comprar prendas informales de calidad a buen precio, se fue haciendo popular gracias a sus camisetas con calaveras y a día de hoy incluso presenta sus colecciones sobre la pasarela. Su ADN bebe del rock y el grunge, como una Kate Moss noventera ataviada con botines negros de punta, chaqueta de traje masculinay pitillos. También tienen colección masculina y un buen surtido de calzado, marroquinería y demás complementos. Los reconocerán por sus alas, coronas, guitarras y demás elementos rescatados del rock y remasterizados con el nonchalant parisino.
Detrás de la marca, que nació en 2005, se esconden Arik y Laurent Bitton, dos hermanos que dejaron la música para adentarse en el negocio familiar: la moda. La firma comparte espíritu francés y estadounidense casi a partes iguales, ya que fue enlazada al mismo tiempo en París y Nueva York. Sin embargo, Madrid fue la ciudad escogida para abrir la primera tienda propia de Iro fuera de Francia. Su punto fuerte son las chaquetas de cuero: «Si una clienta solo pudiera permitirse una de nuestras prendas le aconsejaría hacerse con una biker. Tienen el corte y la longitud perfectas y son nuestra pieza más vendida. Además la calidad es muy buena para el precio», explica Laurent Bitton a The Cut.