Los pasamontañas son para el verano
Las veraneantes chinas y Pussy Riot ponen de moda en agosto el pasamontañas, pero no son las primeras que le han dado nueva vida al atuendo Zapatista.
A las chinas no les vale con la sombrilla, la pamela y la crema solar de pantalla total. Cuando se trata de ir a la playa, el pasamontañas es un ‘must’ para ellas. No se quieren poner morenas por nada del mundo, no sea que la gente las confunda con campesinas. Algunas usan bañador o bikini, sin preocuparse porque los brazos y manos se bronceen, pero otras no apean la manga larga.
¿Qué gracia tiene ir a la playa tapada de arriba a abajo? Habría que preguntárselo también a las musulmanas que usan burqini, pero en el caso de las chinas ...
A las chinas no les vale con la sombrilla, la pamela y la crema solar de pantalla total. Cuando se trata de ir a la playa, el pasamontañas es un ‘must’ para ellas. No se quieren poner morenas por nada del mundo, no sea que la gente las confunda con campesinas. Algunas usan bañador o bikini, sin preocuparse porque los brazos y manos se bronceen, pero otras no apean la manga larga.
¿Qué gracia tiene ir a la playa tapada de arriba a abajo? Habría que preguntárselo también a las musulmanas que usan burqini, pero en el caso de las chinas integristas radicales de la palidez el motivo es no privarse de los beneficios del agua marina y pasar un buen rato en la playa, aunque sea enmascaradas.
Los pasamontañas que asustan a todos los niños en las playas chinas son de nylon, material más fino, fresco y fácil de secar que la típica lana, pero tan coloridos como los de Pussy Riot, el grupo de música punk y feminista que ha sido látigo del presidente ruso Vladimir Putin hasta que arrestaron a tres de sus cinco componentes por haber oficiado un “servicio de rezo punk” en la Catedral de Cristo Redentor de Moscú el que le pedían a la virgen que expulsara a Putin del cargo.
Pussy Riot han hecho de esta prenda la guardiana de su identidad en dos sentidos: evita que la gente sepa quién hay detrás de la máscara y es el distintivo del grupo. Allá donde veas un pasamontañas de color chillón pensarás en Pussy Riot, y más ahora que todo el mundo habla de estas insurrectas rusas. Hasta Madonna esta semana en un concierto que dio en Moscú mostró su apoyo a las artistas encarceladas calzándose un pasamontañas mientras cantaba ‘Like a Virgin’.
Más dulces fueron los pasamontañas diseñados hace unos años por Kostas Murkudis, con guiños al mundo de los superhéroes y a los ‘swinging sixties’
Kostas Murkudis
Las chinas en la playa y Pussy Riot han hecho de éste el verano del pasamontañas, aunque en el primer caso se usa de un modo opresor y en el segundo, liberador y solidario, ya que a raíz de su percance con la justicia varias iniciativas han recaudado fondos para la defensa de Pussy Riot, entre ellas la venta de pasamontañas de colores por internet.
Las chinas y las rusas no son las primeras que le buscan nuevos usos a la prenda que popularizaron los zapatistas mexicanos: los pilotos de carreras y los bomberos usan unos ignífugos para evitar quemarse la piel en caso de accidente unos, y al extinguir un incendio los otros; los aficionados a los deportes de montaña se protegen el rostro del frío extremo con esta prenda -de hecho, en inglés se llama ‘ski mask’ o ‘balaclava’-; los terroristas y ladrones lo usan para que las cámaras de seguridad no se queden con su cara, y muchos ejércitos lo han adoptado con los brazos abiertos, en especial los de zonas tan frías como el Himalaya, donde los pasamontañas se llaman ‘gorro de mono’ porque son marrones y rematados con un pompón.
El pasamontañas también puede ser ‘fashion’, según han dado a entender varios modistos en las pasarelas de medio mundo. El más reciente Rick Owens, que en la pasada Fashion Week de París propuso enmascarar a todas las mujeres con gorros agujereados, una especie de versión urbana y siglo XXI del sombrero con velo tipo jaula popularizado en los años 30. Vivienne Westwood, la diseñadora punk por antonomasia, también le ha dado una vuelta a los pasamontañas para subirlos a las pasarelas, algo que no sorprende si se tiene en cuenta que es muy dada a adoptar elementos del bondage y el sadomasoquismo en sus creaciones, y las máscaras nunca faltan en estas prácticas sexuales.
Más dulces fueron los pasamontañas diseñados hace unos años por Paolo Gerani y Kostas Murkudis, con guiños al mundo de los superhéroes y a los ‘swinging sixties’, respectivamente. Y además de estilosos, los pasamontañas pueden ser ‘cool’ si los vende American Apparel con bigote pintado o te haces con uno de barba de crochet de los americanos Taraduff. Quedas avisada que para ir a la moda este verano ni coronas de flores, ni biquinis años 50: un pasamontañas es lo más.
Rick Owens, que en la pasada Fashion Week de París propuso enmascarar a todas las mujeres con gorros agujereados, una especie de versión urbana del pasamontañas.