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Los ocho hallazgos ‘gastro’ de Isabel Coixet en su primera serie, ‘Foodie Love’

Los protagonistas de 'Foodie Love', Laia Costa y Guillermo Pfening, interpretan a una pareja que se conoce a través de una 'app' de citas para amantes de la gastronomía. En sus ocho capítulos, que HBO estrena el 4 de diciembre, descubren nuevos sabores. Repasan las sorpresas para el paladar que descubrieron rodando en Barcelona.

Tipos de dulce. Foodie Love (el 4 de diciembre en HBO) cuenta la historia de una pareja que se conoce a través de una app de citas para amantes de la gastronomía. En sus encuentros visitan restaurantes y bares en busca de nuevos sabores, muchos de ellos dulces: viajan a Roma para hallar el helado perfecto; en el dos estrellas Michelin Cocina Hermanos Torres prueban un postre de cacahuete y anchoa y el toque japonés lo ponen las especialidades de la Pastisseria Takashi Ochiai. Allí se pueden encontrar delicias niponas como el mizumanju, que es una gelatina de agar-agar con mousse de grosella (sobre estas líneas).
Mesa cinéfila. «Isabel Coixet nos dio una referencia antes de empezar a rodar, Pranzo di Ferragosto, una película italiana dirigida por Gianni Di Gregorio en la que todo gira en torno a unos espaguetis», explica Laia Costa. No fue la única inspiración cinéfilo-gastronómica a la que recurrieron los protagonistas. Guillermo Pfening indica que él siempre revisita El asadito, «una película argentina de Gustavo Postiglione que transcurre durante un asado y el ritual que lo rodea». Afirma que «las comidas que requieren tanta preparación son perfectas para filmar lo que sucede alrededor».
Tragos clandestinos. Un cóctel con beicon con un toque ahumado es clave en el segundo capítulo y se puede probar en la coctelería Paradiso, un local que evoca a los establecimientos clandestinos, oculto tras la puerta de una nevera de una tienda de pastrami. «Entrenamos para las escenas bebiendo Kentucky’s allí y Gim-lets en 14 de la Rosa, en Gracia», dice Laia.Martín Méndez
Tortilla de cruasán. Una mezcla inesperada fue la de esta tortilla que en vez de patatas tiene cruasán. «La tomamos en Les Truites, en Sant Gervasi. Yo no la quería probar, pero al final me encantó y cuando rodamos la escena no podíamos parar de comerla», dice Laia.
El ramen perfecto. En el Mercado del Carmel se recreó un local de ramen, pero los actores, que cataron muchos, recomiendan ir a Melrose Dumpling House. «Es espectacular, lo atiende un chico japonés vestido de vaquero», dice Guillermo. «Es como estar en un wéstern pero con gyozas, ramen y dumplings», explica Laia. Otro de los locales que descubrieron fue Topik, que mezcla sabores nipones y mediterráneos.Zoe Sala Coixet / HBO España
Yuzu, esencia ácida. Desde la cita en la cafetería Espai Joliu del primero de los ocho capítulos el yuzu (en la imagen) está presente en Foodie Love. «Es un cítrico japonés cuyo sabor obsesiona a Isabel Coixet, que es una gran amante de esa gastronomía, y por eso mi personaje le pone este ingrediente a todo», explica Laia Costa. «También nos hartamos de comer lemon curd [crema inglesa de limón], que yo no había probado nunca y es importante en uno de los episodios», apunta Guillermo Pfening.
De tapas. Bacaro (izda.) y La cava de la Pepita (a la dcha., algunos de sus platos) son sus dos descubrimientos. «En La cava probamos unas anchoas con dulce de leche muy particulares», destaca Guillermo.
Paladar estrella. Además de tascas, bares y cafés, los protagonistas también probaron platos de autor en Cocina Hermanos Torres, el último proyecto de Sergio y Javier Torres, que abrió sus puertas en el barrio de Les Corts el año pasado y ya tiene dos estrellas Michelin. «Si nos pedían repetir la toma no había problema, me lo comía todo otra vez», bromea Laia. Guillermo aún recuerda la sorpresa que fue su Girasol con pipas heladas, «un entrante helado con un sabor especial». El argentino afirma que «rodar con Isabel fue un disfrute más que un trabajo, transmite su pasión por la gastronomía».Jordi Play / RESTAURANT COCINA HERMANOS TORRES