Los maestros ocultos de la moda
El editor y coleccionista de arte Thomas Rusche se ha encargado de listar a 50 marcas históricas capaces de sobrevivir a las tendencias.
La moda entendida como estilo, confección artesanal y calidad. El libro The Label Book of Clothing Culture (Daab Media) selecciona medio centenar de las consideradas mejores firmas de la industria que responden a estos conceptos. El editor y coleccionista de arte Thomas Rusche se ha encargado de escoger “marcas históricas que hayan aportado a la cultura del vestir conceptos que sobreviven a las tendencias de temporada“, explica. Tal es el caso de Barbour, Cerruti o Brioni, que forman parte del listado junto a algunos "maestros ocultos" de la moda. El afán recopilatorio de este volum...
La moda entendida como estilo, confección artesanal y calidad. El libro The Label Book of Clothing Culture (Daab Media) selecciona medio centenar de las consideradas mejores firmas de la industria que responden a estos conceptos. El editor y coleccionista de arte Thomas Rusche se ha encargado de escoger “marcas históricas que hayan aportado a la cultura del vestir conceptos que sobreviven a las tendencias de temporada“, explica. Tal es el caso de Barbour, Cerruti o Brioni, que forman parte del listado junto a algunos "maestros ocultos" de la moda. El afán recopilatorio de este volumen pretende servir al lector como “biblia de estilo“. A continuación algunas de las historias que se encierran en él.
Un toque femenino para la calidad funcional de Barbour
“Todas nuestras colecciones se mantienen fieles a nuestra herencia. Durante más de un siglo hemos creado prendas con la intención de vestir las necesidades de un cliente actual“, dice Dame Margaret Barbour acerca de una firma que permanece en activo desde 1894. Empresaria y filántropa, la viuda de uno de los herederos de John Barbour & sons convirtió en objetode moda las prendas ideadas para proteger a marineros, motoristas y pescadores de las inclemencias meteorológicas de las islas británicas.
Desde que una voz de mando femenina tomó las riendas de la firma en los años 70, Barbour pasó de vestir al Ejército británico durante las dos guerras mundiales a colgar en el armario de una clase social opuesta a la de sus orígenes, sin olvidar su condición de funcional. “Cada detalle responde a un propósito concreto“, dicen los responsables de esta compañía, proveedora oficial desde hace décadas de la Casa Real de su país.
Cortesía de ‘The Label Book’
Brioni, vistiendo al 'gentleman'
Crear perfecta sastrería italiana para hombre. Éste era el objetivo de Nazareno Fonticoli cuando se unió al empresario Gaetano Savini para abrir una tienda en la via Barberini de Roma en 1945. Para atraer a la clientela -y conscientes de la importancia de la opinión femenina-, decidieron adoptar el nombre de las evocadoras islas del Adriático Brioni, un resort croata de gran popularidad en la época.
Desde sus comienzos se ocuparon de vestir, de la cabeza a los pies, a un hombre sofisticado en todas sus versiones. Una cuidada selección de materiales procedentes en su gran mayoría de Italia al servicio de prendas que van de la formalidad a lo sport. “Nos aferramos al compromiso de crear piezas geniales para un vestidor único en su especie“, defiende su actual director general, Franceso Pesci. El otro gancho de la firma para actualizar su imagen a lo largo de los años y seguir atrayendo tanto a hombres como a mujeres es el agente 007. James Bond ha lucido los trajes Brioni en varias de sus aventuras cinematográficas.
Cerruti, de París a Hollywood
Es a Nino Cerruti a quien se le ocurrió la imagen de una minimalista Sharon Stone de blanco, sin mangas ni ropa interior en Instinto Básico o los lunares blancos de una Julia Roberts acudiendo a su primer partido de polo en Pretty Woman. Antes de que el diseñador comenzara a vestir algunos de los momentos más memorables de Hollywood ya se encargaba de hacerlo en el día a día de sus estrellas femeninas, alejadas de las cámaras. Su ilustre listado de clientas personales incluía a Catherine Deneuve o Faye Dunaway. Con el inicio de sus colaboraciones cinematográficas llegaron también los encargos para hacer trajes a medida a estrellas masculinas como Michael Douglas, Clint Eastwood o Harrison Ford. Su primera boutique se abrió en la Rue Royale de París en 1967 y, diez años después, creó su primera línea femenina, segmento que abandonó recientemente, cuando pasó a manos del grupo chino Li & Fung.
Cortesía de ‘The Label Book’