Los diseñadores nos desvelan a sus musas

Un grupo de diseñadores de accesorios españoles cuentan cómo desarrollan sus colecciones y nos presentan a sus musas.

Bajan al detalle, el de la pieza que completa un estilismo; y, para diseñarlo, se mueven en campos semánticos, conceptos, sentimientos o posturas ante la vida que personalizan en sus musas, esos seres idealizados a través de sus creaciones, pero carnales al mismo tiempo, que complementan su trabajo. Entre ellos, predominan los caracteres fuertes, dueños de una mirada valiente, a través de la cual la realidad cobra un cariz íntimo. El resultado: joyas, bolsos y zapatos con un toque muy personal, que aprovechan materiales bien diferenciados y componen formas únicas. Dos motivos por lo...

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Bajan al detalle, el de la pieza que completa un estilismo; y, para diseñarlo, se mueven en campos semánticos, conceptos, sentimientos o posturas ante la vida que personalizan en sus musas, esos seres idealizados a través de sus creaciones, pero carnales al mismo tiempo, que complementan su trabajo. Entre ellos, predominan los caracteres fuertes, dueños de una mirada valiente, a través de la cual la realidad cobra un cariz íntimo. El resultado: joyas, bolsos y zapatos con un toque muy personal, que aprovechan materiales bien diferenciados y componen formas únicas. Dos motivos por los que los complementos españoles que salen de sus talleres han conquistado los cinco continentes.

Andrés Gallardo, Marina Casal & Ana Naranjo
«Con la crisis, nuestra generación ha encontrado su oportunidad»

La idea surgió en un mercadillo de Berlín, cuando Andrés y Marina se detuvieron ante una serie de piezas antiguas de porcelana. Su autenticidad y fuerza creativa resultaron inspiradoras. «Decidimos dejar el trabajo y montar juntos nuestra propia firma de joyería», cuenta Andrés. Fue hace un año y medio, en plena crisis. «En nuestro caso sí ha significado oportunidad», reconoce Marina. Bajo al firma Andrés Gallardo, sus creaciones viajan ya a Japón, Australia, EE UU, Inglaterra, Francia y Suiza. Lana del Rey se enamoró de ellas cuando posó para la portada de S Moda, pero es otra cantante, Ana Naranjo, de Linda Mirada, a la que han elegido como musa para portar sus creaciones. «Al principio pensábamos en artistas consagrados, pero en realidad no nos sentíamos identificados con ellos», recuerda. «Y pensamos en Ana que, aunque hace tres años que sacó su disco [China es otra cultura], aún está en la fase inicial de su proyecto y trata de sacarlo adelante». Diseñadores y numen pertenecen a una generación que comienza a abrirse un hueco. «Cuando todo estaba fenomenal era difícil, ahora la gente busca cosas que se salgan de lo de siempre», opina Marina. Ana también lo ve así, aunque en la música, cree, es algo más difícil: «La generación anterior no se baja de la silla, pero los medios les siguen perteneciendo y es complicado entrar».

Jorge Varela: jersey de Tommy Hilfiger, pantalón de Dsquared2 y botines de Geox. Laura Ponte: jersey de Lebor Gabala, pantalón de Bimba & Lola, zapatos de Pura López y joyas de su firma.

Richard Ramos

Laura Ponte & Jorge Varela
«Algunos me toman poco en serio, otros creen que solo soy la imagen de la firma»

«Nos retroalimentamos», dice Jorge. Pero Laura no está de acuerdo: «Yo soy la aprendiz». La modelo asegura que los espacios que crea Varela en sus arquitecturas de interiores sirven de inspiración para las creaciones de Luby & Lemerald, su firma de joyería. Es mi muso porque tiene una sensibilidad y un control del espacio y el volumen especiales. Después de dos intentos fallidos, Laura Ponte se asoció con Luis Feliú para lanzar su colección de complementos. El metal se afila en sus anillos, pendientes y brazaletes en formas futuristas con cierto aire art déco. «Reconozco que cuando diseño las piezas es como levantar edificios. Me encanta diseccionarlas: ¡parecen torres de control del futuro!». ¿Cómo influye la imagen de la modelo en el desarrollo de la marca? «A veces creo que viene mal porque la gente me toma poco en serio. Me dicen: “Bueno, ¿te vas a dedicar a esto una temporadita?”. Otros se piensan que solo soy la cara de Luby & Lemerald. Pero en el extranjero nuestras joyas funcionan solas, nos escribe gente que no sabe ni quién soy. Y eso es gratificante».

María Álvarez: camisa y cinturón de Uterqüe, falda de Duyos y zapatos de Mónica García. Mónica García: camisa y pantalón de Bimba & Lola, cinturón de Uterqüe y pulsera de Lara Bohinc.

Richard Ramos

Mónica García & María Álvarez
«España está de un humor pésimo. Hace 10 años que empecé, pero aún así se nota»

María lleva la comunicación de la firma de calzado y bolsos de Mónica García a través de la agencia Algo Bonito. Pero su relación es mucho más que profesional. «Valoro las cosas sólidas y creo que María lo es. Tiene una personalidad muy fuerte, aunque aparente fragilidad», señala Mónica. «Y tiene estilo propio, algo que hay que saber desarrollar en todas las facetas de la vida». Es la clase de persona que inspira las colecciones de Mónica. La diseñadora es una detallista. «Son fundamentales los acabados, la calidad». Y sus acabados son en forma de joya. «Ojo, que las bailarinas lleven ornamentación no quiere decir que sean incómodas». Al revés, Mónica observa a las clientas que entran en su tienda. Y escucha. «El contacto con la gente te ayuda a descubrir cosas como, por ejemplo, que el tacón cinco [el de cinco centímetros] es el mejor equilibrio entre comodidad y altura». En su colección hay para todos los gustos y muchas clientas eligen según su estado de ánimo. ¿Está España de humor? «No, España tiene ahora un talante pésimo. Hace 10 años que empecé y estoy orgullosa de haber conseguido estar aquí, pero aún así se nota».

Pelayo Díaz: Camisa y traje de Davidelfin. David Delfín: look total de su firma. Bolso de Davidelfin.

Richard Ramos

David Delfín & Pelayo Díaz
«Mis colecciones son algo autobiográficas. Este año gira en torno a la rehabilitación»

Pelayo admira el trabajo de David desde pequeño y, ahora, diseña la colección de complementos para su firma. «Es muy bonito que me dé esta oportunidad», dice. Pero el delfín del diseñador también sirve de numen para David. «La pasión que siente por la moda, cómo la lleva a su terreno y cómo juega con los materiales. Es todo muy inspirador». Se demuestra en Will, su última colección. «Gira en torno al tema de la rehabilitación –con componentes médicos como el látex– y la visibilidad (con tiras reflectantes)». Pelayo lo adaptó a los bolsos con los tubos de diferentes colores y grosores que se emplean para hacer ejercicios. La rehabilitación es algo más que un concepto físico. «Mis colecciones tienen algo de autobiográfico. Tiene que ver con la situación que atravesamos. Puede ser profesional o personal. Me gusta construir historias que estén abiertas a la interpretación».

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