Cómo lavar las mascarillas de tela y qué filtros utilizar para aumentar su eficacia
El uso obligatorio de mascarillas en mayores de seis años aviva algunas cuestiones sobre su correcta utilización y desinfección. Elaboramos una guía para elegir la protección adecuada y mantener su efectividad.
Ya es obligatorio para los mayores de seis años utilizar mascarilla cuando estén «en la vía pública, en espacios al aire libre y en cualquier espacio cerrado de uso público o que se encuentre abierto al público, siempre que no sea posible mantener una distancia de dos metros». Así lo recoge la orden publicada en el Boletín Oficial del Estado (BOE) este miércoles. Existen excepciones...
Ya es obligatorio para los mayores de seis años utilizar mascarilla cuando estén «en la vía pública, en espacios al aire libre y en cualquier espacio cerrado de uso público o que se encuentre abierto al público, siempre que no sea posible mantener una distancia de dos metros». Así lo recoge la orden publicada en el Boletín Oficial del Estado (BOE) este miércoles. Existen excepciones –por ejemplo, si uno está solo en una tienda podrá no usarla–, pero por regla general la mascarilla formará parte de nuestro uniforme diario.
Esto plantea una serie de dudas que, si bien nos venían asaltando desde el principio de la crisis, se hacen más patentes ahora que comprar una mascarilla y aprender a utilizarla es imprescindible. Antes de entrar en cuestiones de desinfección o limpieza de las mismas, lo primero que hay que tener claro son los tres tipos que podemos encontrar en el mercado:
– Higiénicas o no médicas: solo se recomiendan para personas, en principio sanas, que la lleven para no contagiar al resto (hay que tener en cuenta que no siempre es fácil saber si se está sano puesto que uno de cada cuatro pacientes son asintomáticos). Dentro de este grupo están las mascarillas caseras y las de tela.
– Quirúrgicas o médicas: son de usar y tirar y las venden en farmacias y grandes superficies. Las reconocerán porque normalmente tienen una capa externa de color azul y cuestan 0,96 euros, desde que el Gobierno lo estableciera así el pasado 21 de abril acabando con la guerra de precios que provocó la escasez de mascarillas las primeras semanas. De nuevo, sirven para evitar que contagiemos a otras personas, pero no nos protegen a nosotros más allá de las posibles salpicaduras. Son las recomendadas para ir al supermercado, viajar en transporte público o acudir a trabajos que no impliquen riesgo.
– Filtrantes. Estas son las famosas FFP2 (filtran el 92 %) y las FFP3 (el 98 %). Este tipo de mascarillas sí nos protegen a nosotros mismos frente al virus y son las más eficaces, pero su uso es prioritario para personal sanitario o en pacientes con otras patologías previas que, por tanto, sean población de riesgo.
Cómo lavar las mascarillas para volver a utilizarlas
Lo primero que hay que aclarar es que una mascarilla solo es reutilizable cuando así lo indica el fabricante. Mientras que las FFP pueden volver a usarse si en las instrucciones aparece una ‘R’ que así lo indique, las quirúrgicas o médicas son de un solo uso y tienen una eficacia de cuatro horas, por lo que después de este tiempo deberíamos tirarlas a la basura y lavarnos las manos.
Marián García, farmacéutica al frente de la popular cuenta de Instagram Boticaria García y coautora del libro digital 123 preguntas sobre el coronavirus, una completa guía acerca de la enfermedad que incluye útiles explicaciones sobre las mascarillas, desmiente que la desinfección casera colocando las mascarillas en el interior de electrodomésticos a alta temperatura como el horno sea eficaz. Tampoco es recomendable hacerlo con el vapor de una olla. «Se corre el riesgo de contaminar el hogar incluso existe la posibilidad de generar aerosoles a partir de las mascarillas potencialmente contaminadas», apunta la experta. En resumen: hay que tirarlas tras su uso.
En cuanto a las mascarillas higiénicas reutilizables, por ejemplo las de tela, según recomienda el Ministerio de Sanidad, se pueden desinfectar de dos formas: bien lavándolas con detergente normal y agua a temperatura entre 60º-90º o bien sumergiéndolas en una dilución de lejía 1:50 con agua tibia durante 30 minutos. En este segundo caso es importante lavarlas después con agua y jabón y aclarar bien para eliminar cualquier resto de lejía antes de dejarlas secar.
Muchas marcas de moda que están comercializando sus propios modelos de tela incluyen instrucciones de lavado. La firma de accesorios Zubi acaba de lanzar las suyas confeccionadas en un tejido 100% poliamida, que al tener la trama menos abierta que el algodón permite un mayor aislamiento que una de tejido natural. Desde la marca explican que deben desinfectarse antes del primer uso y después de cada nueva puesta «lavándola a 60º o planchándola con plancha de vapor». La firma eseOese, por ejemplo, también comercializa mascarillas estampadas hidrófugas que, en su caso, son reutilizables hasta 30 lavados.
¿Qué filtro debo poner a mi mascarilla de tela?
Muchos de los modelos confeccionados en tejido incluyen una apertura o espacio para colocar un filtro de protección desechable. Los expertos desaconsejan utilizar los filtros caseros que se popularizaron como útiles ante la escasez de material de protección (los de aspiradora o café, por ejemplo) y defienden la importancia de comprar filtros homologados. El Ministerio de Sanidad publica que los filtros deben cumplir con las normas UNE-EN 143:2001 y, a priori, no deben reutilizarse. Los más recomendados para protegerse son aquellos contra partículas P2 o P3. Estos filtros se venden en farmacias, tanto físicas como online. Por ejemplo, la marca 3M, una de las más reputadas en fabricación de mascarillas, vende filtros P2 y P3 en distribuidoras como Fisher Scientific o VWR. Respecto a aquellos que se comercializan en gigantes digitales como Amazon hay que ser cautos y observar bien las especificaciones, ya que muchos solo protegen contra polvo, polen y contaminación.
Pero hay que dejar claro que, incluso con filtro, las mascarillas de tela nunca van a ser tan eficaces como las FFP2 o las FFP3. Esas denominaciones aseguran que cumplen una serie de requisitos que van más allá del filtro, desde el ajuste a la cara hasta los laboratorios en los que se fabrican «por lo que jamás son comparables con las de tela», explica a S Moda Boticaria García. Y continúa: «A las higiénicas o de tela yo las llamo mascarillas de paseo porque nos sirven para salir a la calle si estamos sanos y no vamos a tener contacto directo con nadie».
A la hora de elegir una mascarilla de tela, la farmacéutica recomienda comprobar que cumplan la norma UNE0065. «Yo buscaría aquellas que lo indiquen, mejor si son de marcas españolas, ya que es importante apoyar la producción local de cara a no depender de Asia en el futuro como ha ocurrido esta vez. Recomiendo, por ejemplo, las de la marca Su&Per, elaboradas por Textil Santanderina, y que aparecen entre los ejemplos de la Guía para la elaboración de mascarillas del Ministerio de Comercio y Turismo, por lo que son de confianza. Las que venden en Carrefour también están bien».
Es importante recordar que, según las recomendaciones del Ministerio de Sanidad publicadas el pasado 20 de abril, el uso correcto de la mascarilla empieza con el lavado de manos antes de ponérsela. La mascarilla debe ajustarse a la cara y cubrir boca, nariz y barbilla. No hay que tocarla mientras se lleva puesta y, para quitársela, hay que tirar de las gomas desde atrás, sin tocar la parte frontal, tirarla a la basura en caso de que no pueda volver a utilizarse y lavarse las manos.