Las chanclas de guiri, la última obsesión de la moda

Llevan un par de años acechando, pero 2015 se aúpa como el año en el que las sandalias con velcro completaron su reinado.

Teva

Seguro que al guía que decidió allá por 1984 añadir un velcro a su flip flop para recorrerse el Gran Cañón ni se le pasó por la cabeza que, tres décadas después, su invento sería el último fetiche de la modernidad. Mark Thatcher (no confundir con el hijo de Margaret) sólo quería una zapatilla que pudiese resistir el agua y ser perfectamente cómoda para patearse Colorado. Ni mucho menos imaginó que treinta años después las revistas de tendencias le dedicarían cartas de amor y las firmas de alta moda le copiarían el invento. Es lo que tiene el caprichoso darwinismo del fenómeno del ...

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Seguro que al guía que decidió allá por 1984 añadir un velcro a su flip flop para recorrerse el Gran Cañón ni se le pasó por la cabeza que, tres décadas después, su invento sería el último fetiche de la modernidad. Mark Thatcher (no confundir con el hijo de Margaret) sólo quería una zapatilla que pudiese resistir el agua y ser perfectamente cómoda para patearse Colorado. Ni mucho menos imaginó que treinta años después las revistas de tendencias le dedicarían cartas de amor y las firmas de alta moda le copiarían el invento. Es lo que tiene el caprichoso darwinismo del fenómeno del ugly shoe (zapatos feos) y del feísmo en la moda: primero fueron las chanclas de piscina con calcetines, luego llegó la dominación mundial de las birkenstock, Isabel Marant elevó a los altares de la moda a las zapatillas de andar por casa y ahora le toca a las chanclas de excursionista. Las de guiri socarrat paseando por las Ramblas de Barcelona con su gorrita, su mochila al frente y su mapa. Las que tus padres se ponían para ir al río. Tanto reírte de ellos y, posiblemente, acabarás sucumbiendo a las Teva (la marca original que las patentó) o las múltiples copias que merodean por todas partes.

 

The Flatform takes our iconic Originals to new heights. Now available at teva.com #TevaUpgrade

Una foto publicada por Teva (@teva) el

Puede que la sandalia con tiras y velcros haya protagonizado una invasión tímida en el universo de las tendencias (en 2014 Marc Jacobs, Prada o Balenciaga maquinaron modelos muy similares y Opening Ceremony estrenó colaboración con Teva), pero este año se culmina el cénit de su dominación mundial. Nasty Gal ha lanzado una colaboración con la firma (por unos 80 euros), Opening Ceremony repite este año con multitud de modelos que van desde los 60 a los 120 euros y, por segundo año consecutivo, la colección en exclusiva para Urban Outfitters está disponible a partir de unos 40 dólares.

Así es la colorista colaboración de Teva con Opening Ceremony.

Opening Ceremony

Burberry también se apunta y ha creado un modelo multicolor para este verano muy similar. Christopher Raeburn ha fusilado el de toda la vida, con sus tiras en zig zag (y aparentemente perfectas para combinar con vestidos de noche). Topshop también su catálogo de imitaciones particular (por unos 65 euros) y hasta Amancio Ortega les ha echado el ojo, vendiendo un modelo clavadito en Zara. Si Inditex te copia, es que lo estás haciendo muy pero que muy bien en el universo de las tendencias.

"Sabemos que este verano 2015 será el verano de la Teva", ha declarado la jefa de ventas de Urban Outfitters al Telegraph. Nordstrom también lo sabe y vende desde opciones renovadas con planaformas al clásico modelo de excursionista.

Burberry y Christopher Raeburn han apostado por imitar el modelo en sus desfiles para esta primavera.

InDigital

Todo este alboroto por una sandalia anteriormente denostada no sólo responde a una evolución feísta del ugly shoe o a la adopción incuestionable que hizo el Normcore (esa tendencia que acaba de enterrar Google). Teva ha sabido reciclarse y lleva machacándose el terreno desde hace años. Se promocionaba en festivales de música como Bonaroo (donde la chavalería necesita calzado cómodo) y decidieron abrir el debate sobre su adopción oficial en el universo de la moda cuando lanzaron en 2010 unos stilettos que se viralizaron como la espuma, entre el asombro y el chiste fácil. Cinco años después de esa estrategia clave, todos quieren vender sus sandalias (sin tacón, claro) y el guiri-gamba con mapa ya no es la única especie digna de calzarlas.

Modelos similares a la venta en Asos y Zara.

Asos/ Zara

¿Visionaria? Chloë Sevigny ya las lució en Coachella en 2009, en el centro Jamie King y a la derecha el blogger BryanBoy.

Cordon Press/ Getty/ Instagram

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