Ya puedes comprar un vestido del diseñador favorito de Beyoncé por 80 euros
LaQuan Smith, un joven creador neoyorquino nacido en Queens, ha encandilado a Queen B, Rihanna o Kim Kardashian con sus ajustados diseños. Ahora lanza una colección para Asos en la que es posible hacerse con sus prendas a precios razonables.
Cuando su abuela le regaló una máquina de coser a los 13 años probablemente jamás imaginó que sus enseñanzas acabarían sirviendo para vestir a la mismísima Beyoncé. También a Kim Kardashian, Gigi Hadid, Jennifer Lopez, Lady Gaga o Rihanna, solo algunas de las muchas celebrities adeptas a los diseños de LaQuan Smith. No parecía probable que un chaval de Queens (Nueva York) llegara a las alfombras rojas y encandilara a la crítica de moda sin ni siquiera tener formación específica. A este joven que está sacudie...
Cuando su abuela le regaló una máquina de coser a los 13 años probablemente jamás imaginó que sus enseñanzas acabarían sirviendo para vestir a la mismísima Beyoncé. También a Kim Kardashian, Gigi Hadid, Jennifer Lopez, Lady Gaga o Rihanna, solo algunas de las muchas celebrities adeptas a los diseños de LaQuan Smith. No parecía probable que un chaval de Queens (Nueva York) llegara a las alfombras rojas y encandilara a la crítica de moda sin ni siquiera tener formación específica. A este joven que está sacudiendo la industria con sus prendas de látex, sus vestidos ajustados repletos de brillos o sus transparentes creaciones con forma de red no le hizo falta pasar por Parsons o Central Saint Martins –le rechazaron en varias escuelas de moda– para estrenarse en la semana de la moda de Nueva York con solo 21 años. Solo ocho años después de aquello, y con el respeto de la industria como respaldo, llega al gran público firmando una colaboración con el gigante online Asos que ya está a la venta.
“La colección es para hombres y mujeres divertidos, audaces y sexys que no tienen miedo a llamar la atención. No podría llegar en un momento mejor porque este es el tiempo perfecto para celebrar las curvas, la diversidad y la inclusión», aseguró el diseñador a la edición estadounidense de Elle. Esos son los valores que predica desde su etiqueta homónima: Smith coloca a la comunidad negra en el centro de sus propuestas –tanto en la elección de sus modelos como en distintos guiños de su estética– y aboga por vestir todo tipo de siluetas con especial predilección por las mujeres con curvas. No en vano sus diseños siempre intentan marcar la cintura y realzar las caderas para «celebrar el cuerpo», como él mismo afirma. Ese es el espíritu de su colección para Asos, un compendio de prendas entre las que no falta su famoso escote corazón con los hombros al descubierto, ni tampoco vestidos de látex, mallas de ciclista, abrigos peludos y mucho leopardo. Incluso ha creado un vestido muy similar al de rayas negras y grises que lució Beyoncé –que ha llevado sus creaciones en numerosas ocasiones– por el módico precio de 83,99 euros. Todas las propuestas se mueven en una horquilla que va desde los 25 a los 260 euros, alejándose de los más de mil dólares que suelen costar sus vestidos, e incluyen bisutería, zapatos y prendas para hombre.
Parte de su éxito se lo debe a André Leon Talley, exdirector de Vogue Usa, que pronto detectó su talento y lo convirtió en su protegido («es genial porque él también es negro y compartimos luchas en ese sentido», asegura Smith). Pero jamás lo hubiera logrado sin las clases de costura de su abuela y su perseverancia por construir su propia marca de manera autodidacta y con recursos limitados. Empezó cosiendo en el sótano de casa de sus abuelos hasta que encontró su propio espacio en Long Island (Nueva York). Desde allí gesta unas creaciones con un objetivo muy claro: ser el epítome de la sensualidad modernizada celebrando la anatomía femenina. Todo sin perder la perspectiva de aires deportivos que domina las tendencias actuales. Así es como sus ocurrencias se han convertido en objeto de deseo para Cardi B o Kim Kardashian, celebrities a las que ha logrado vestir después de tocar muchas puertas, aprender a venderse muy bien a sí mismo y a fabricar su propia red de contactos en el complejo circuito de la moda neoyorquina.
Su colaboración con Asos confirma cómo la moda está cada vez más interesada en abrir sus miras más allá de las firmas clásicas y de los diseñadores caucásicos y privilegiados. Además de Smith, nombres como Virgil Abloh, Shayne Oliver o Jean-Raymond, al frente de Pyer Moss, están logrando el respeto de la industria y se han hecho un hueco dando visibilidad a la comunidad negra. El primero, por ejemplo, no solo ha conseguido elevar su marca Off-White a los altares de la modernidad, sino que ha hecho historia convirtiéndose en el primer diseñador negro en capitanear la línea masculina de Louis Vuitton. Shayne Oliver, por su parte, ha hecho brillar la firma Hood by Air gracias a sus propuestas incómodas, rebeldes e incluso repulsivas y Raymond, el tercero de la lista, acaba de ganar el CFDA/Vogue Fashion Fund 2018. Logros impensables para jóvenes diseñadores negros hace unos años. No hay duda de que la crítica de moda ha caído rendida ante el black power. Y Asos, también.