Cómo un pequeño gesto puede cambiar el mundo
La marca automovilística Hyundai ha puesto en marcha la iniciativa ‘Tan grande como quieras ser’, un concurso para financiar las ideas de todas esas personas que, con sus pequeñas proezas, hacen del mundo un lugar mejor.
Como Robert Redford en El hombre que susurraba a los caballos, aquel melodrama de los noventa que nos descubrió a Scarlett Johansson, Raúl Pinteño consigue, gracias a estos animales, cambiar la vida de la gente. En 2012, y en pleno auge de su carrera, el jinete de Ronda (Málaga) dejó de competir como profesional. Su último Campeonato de España de doma clásica lo había culminado con tres medallas, pero también con una extraña sensación de vacío. Las victorias no eran suficientes para sentir que aquello valía la pena. Pinteño tiene en Girona una hípica en la que enseña doma clásica. Hace cinco años, después de formarse en doma clásica adaptada, decidió convertirla en un centro inclusivo incorporando también la doma adaptada. Desde entonces trabaja con personas con todo tipo de discapacidades y colabora con la Fundación Cruyff, que ayuda a niños con pocos recursos o capacidades limitadas a través del deporte.
En la labor de Pinteño se plantean nuevos desafíos cada día, y cualquier problema resuelto, por pequeño que parezca, puede suponer un gran avance para las personas que se ponen en sus manos. “Cuando empecé a tener gente con discapacidad y buscamos una silla que se adaptara a sus necesidades, nos dimos cuenta de que en el mercado español no había ninguna -cuenta el jinete-. Lo que se suele hacer es coger una silla de doma clásica, hablar con el fabricante y pedir las adaptaciones correspondientes, cada uno a título personal y de la manera que mejor sepa”. El problema es que el resultado sale muy caro y no siempre funciona bien. La solución, entonces, pasaba por crear una.
La tarea no fue fácil. Pinteño es hijo de un conocido guarnicionero de Ronda y algo sabe de sillas de montar, pero le faltaba el dinero para afrontar el proyecto. Lo consiguió gracias a Fornells Motor, el concesionario de Hyundai en Girona. El fabricante de coches coreano está presentando la nueva versión de su modelo i10, el más pequeño de su gama, con una declaración de intenciones: “tan grande como quieras ser”. Y el proyecto del jinete encarnaba a la perfección esa filosofía: la de que con pequeños cambios se pueden conseguir grandes cosas. Con ayuda del fabricante artesanal de sillas Jaume Ventura, en un año consiguieron tener listo un prototipo de fibra de carbono que lleva unos sensores de presión para detectar cómo se sienta el jinete. De ese modo, la silla se puede adaptar y reforzar para que se monte de la forma más estable posible, evitando yagas y otro tipo de heridas.
Desde las olimpiadas de 1996, la hípica adaptada es deporte paralímpico. Como toda actividad deportiva, tiene una serie de beneficios para quienes la practican que son evidentes: el ánimo de superación, la seguridad en uno mismo, la práctica al aire libre de ejercicio físico o el trabajo en equipo son factores que siempre juegan en positivo. Pero además, el caballo es uno de los animales con mayor potencial terapéutico. Las terapias ecuestres ayudan al desarrollo físico, cognitivo, emocional y relacional de las personas con diferentes tipos de discapacidad.
La silla adaptada de Raúl Pinteño, que ahora tiene que superar la fase prototipo y que quizá algún día veamos en las monturas del equipo paralímpico español, no es el único proyecto que Hyundai quiere promover para hacer realidad su filosofía “tan grande como quieras ser”. La marca busca más ideas y personas que estén consiguiendo hacer del mundo un lugar un poco mejor, y cualquiera puede participar, hasta el 30 de abril, a través de su plataforma. En la misma web se podrán votar los finalistas entre el 1 y el 24 de mayo, y un jurado se encargará después de elegir al ganador, que se dará a conocer el 28 de mayo y recibirá el apoyo de Hyundai para seguir desarrollando su idea. Porque en un mundo que camina sin rumbo, todas las ideas son bienvenidas.