La moda se hace mayor

Los cánones estéticos están cambiando, incluso en la red. Mujeres de más de 65 años reivindican su derecho a ser referentes de estilo.

Ari Seth Cohen

Algo está cambiando en la industria de la moda. Cada vez más mujeres se están liberando de encorsetamientos sociales arcaicos como la edad. La presencia de la modelo británica Daphne Selfe sobre la pasarela de la Semana de la Moda de Londres en 1998 marcó el pistoletazo de salida de una nueva tendencia que celebra la belleza y el estilo de musas mayores de 65 años. «No tuve mi primera gran oportunidad en la industria hasta que cumplí los 70», confiesa Selfe. «Cuando me llamó mi agente para desfilar, me quedé atónita. Ahora hay muchas otras modelos mayores, e incluso una agencia especializada»,...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

Algo está cambiando en la industria de la moda. Cada vez más mujeres se están liberando de encorsetamientos sociales arcaicos como la edad. La presencia de la modelo británica Daphne Selfe sobre la pasarela de la Semana de la Moda de Londres en 1998 marcó el pistoletazo de salida de una nueva tendencia que celebra la belleza y el estilo de musas mayores de 65 años. «No tuve mi primera gran oportunidad en la industria hasta que cumplí los 70», confiesa Selfe. «Cuando me llamó mi agente para desfilar, me quedé atónita. Ahora hay muchas otras modelos mayores, e incluso una agencia especializada», explica. En el año 2000 vimos a la legendaria Carmen Dell’Orefice desfilando para John Galliano. Tenía entonces 69 años. Apenas dos años después volvió a pisar la pasarela de París en el primer desfile de Jean Paul Gaultier para la maison Hermès. Como ella, la pasada temporada otoño-invierno 2010/11, la danesa Gitte Lee se convirtió en el centro de todas las miradas al protagonizar la campaña de Céline con 75 años. «El estilo no tiene edad», asegura la veterana modelo. «El peor aspecto de envejecer es sencillamente que tienes menos tiempo para hacer todo lo que todavía no has hecho. Es una carrera contrarreloj, en la que sabes de antemano que la batalla está perdida».

Este otoño, a sus 90 años, otra mujer se ha convertido en la última musa de la moda y de la cultura popular norteamericana: Iris Apfel. «Soy una starlet geriátrica, querida», le contó a Ruth La Ferla de The New York Times. «De la noche a la mañana me he convertido en lo más. Tengo hasta un club de fans». En 2007, Iris posó ante el objetivo de Bruce Weber para Vogue Italia. Ahora, convertida en la protagonista del último documental de Albert Maysles –realizador de la cinta de culto Grey Gardens (1975)–, Apfel fue también la invitada de honor de la fiesta que celebraron el pasado 13 de septiembre, durante la Semana de la Moda de Nueva York, dos anfitriones de excepción: la bloguera de 15 años Tavi Gevinson –editora de la revista online Rookie Magazine (rookiemag.com)– y el fotógrafo de street-style Ari Seth Cohen, fundador del blog Advancedstyle.com, una página web con fotos de octogenarias anónimas con estilo. «Hace tres años me mudé a la Gran Manzana y allí descubrí a mujeres independientes, elegantes e inconformistas, que cambiaron mi visión de la edad», confiesa Cohen en una entrevista en exclusiva para S Moda. «Para ellas, la moda es una forma de expresión, que no está sujeta a las tendencias, sino a su personalidad. Son mujeres activas, con experiencia, que conocen muy bien su cuerpo y saben qué les favorece. No sienten la necesidad de impresionar a nadie. Se visten solo para ellas».

«Hace tiempo que defiendo que las mujeres no tienen edad… o, por lo menos, no una edad definida por la biología», nos cuenta Roberto Verino. «Hay mujeres con más de 60 años capaces de mostrar su estilo de una manera que transmite sorpresa, emoción y seducción. La gente joven reconoce en ellas una actitud ante la vida que admiran. Su determinación es sentirse guapas y no renunciar a ser libres», dice el diseñador gallego. «La moda es una catarsis en muchos sentidos», cree también Iris Apfel. Para la jovencísima Tavi Gevinson, los retratos de Ari hablan de aceptar la vejez no solo a nivel personal, sino también cultural. «John Waters afirma que el único modo de rebelarse hoy a través de la moda es combatir la frenética actitud antienvejecimiento que prevalece en las revistas y en la cultura de la fama actual», publicó la precoz editora en un post a principios de septiembre. Para Gevinson, las imágenes del blog AdvancedStyle.com son la mejor inspiración. «Recomiendo echarle un vistazo», añade. Esta fascinación intergeneracional explica el auge actual del vintage entre las jóvenes y el éxito de exposiciones sobre iconos de ayer, como la que acogerá en noviembre el London College of Fashion, en Londres, en honor a Carmen Dell’Orefice y su contribución a la moda.

«Me encanta conocer a gente joven y ver el mundo a través de sus ojos», dice Dell’Orefice. «David [Dowtown –comisario de la exposición–] es mi conexión con la estética actual. El mundo se ha transformado de mil y una formas distintas a lo largo de mi vida; y los amigos que conocí en mis primeros años de trabajo –Irving Penn, Richard Avedon y Cecil Beaton– han muerto. Para mí, es un regalo conocer a alguien como David a mi edad». Las fotos de Carmen Dell’Orefice son el mejor testimonio visual de cómo han evolucionado los cánones estéticos a través de la historia. «La ropa es el mejor reflejo de una sociedad… y de una persona. Es el vehículo perfecto para explicar quién eres», afirma Iris Apfel. «Toda mi vida he dado forma a mis propias prendas y joyas. Algunas las he confeccionado yo misma; otras las he encargado. Puedes crear piezas maravillosas. Solo necesitas un poco de imaginación. Todos tenemos esa creatividad cuando somos jóvenes y desarrollamos nuestros talentos. Pero, desgraciadamente, muchos la pierden con los años», explica Apfel.

«No es una cuestión de atrevimiento ni de osadía. Ni siquiera es una cuestión de estilo, sino de forma de vestir, que ha evolucionado notablemente en las últimas décadas, tanto por la agilidad de la comunicación –omnipresente en la sociedad actual–, como por otro factor importantísimo, que es la cultura del cuerpo», reflexiona el diseñador Ángel Schlesser. «Ahora una mujer a los 60 años está espléndida y puede permitirse vestir con diseños que antes no llevaría por dos razones: una, por el físico; y otra, porque quizá la sociedad, de alguna forma, retiraba a la mujer de la vida pública a determinada edad», apunta el creador español.

A pesar de la obsesión actual por la eterna juventud –que asocia la belleza adolescente a sinónimo de éxito–, poco a poco los estereotipos están cambiando. Hoy la arruga no solo es más bella que hace 20 años, sino que comparte protagonismo sobre la pasarela con melenas canosas, como las que vimos en el desfile de Jean Paul Gaultier. Sus modelos pisaron la pasarela con pelucas violáceas, azuladas e incluso blancas, en homenaje a musas veteranas del celuloide como Helen Mirren, Judi Dench o Vanessa Redgrave. «La cirugía no impedirá que envejezcas», asegura la modelo Daphne Selfe. Y el mundo de la moda empieza no solo a aceptarlo, sino a celebrarlo.

Archivado En