La moda española se refugia en Manhattan
Desigual y Pedro del Hierro se suben a la pasarela neoyorquina junto a Custo Barcelona y Delpozo. La Gran Manzana se confirma así como el mejor escaparate para las firmas de moda española en busca de oportunidades de negocio y proyección internacional.
Custo desfiló por primera vez en la Semana de la Moda de Nueva York en 1997. Hacía apenas un año que había fundado Custo Barcelona tras un revelador viaje recorriendo California iniciado una década atrás. La marca empezó vendiendo camisetas en una tienda de Los Ángeles —Custo y David Dalmau se ocupaban de ir puerta por puerta ofreciendo sus modelos— frecuentada por varias estilistas de Hollywood que se aventuraron a colocar los coloridos diseños de estos hermanos leridanos en series (Phoebe en "Friends", por ejemplo) y películas (...
Custo desfiló por primera vez en la Semana de la Moda de Nueva York en 1997. Hacía apenas un año que había fundado Custo Barcelona tras un revelador viaje recorriendo California iniciado una década atrás. La marca empezó vendiendo camisetas en una tienda de Los Ángeles —Custo y David Dalmau se ocupaban de ir puerta por puerta ofreciendo sus modelos— frecuentada por varias estilistas de Hollywood que se aventuraron a colocar los coloridos diseños de estos hermanos leridanos en series (Phoebe en "Friends", por ejemplo) y películas (Julia Roberts en "Novia a la fuga"). Tras su boom en la costa Oeste, la gran Manzana se apuntó el tanto e invitó a la firma española a subirse a su pasarela. De eso hace ya dieciséis años y aunque la empresa no está en su mejor momento, visto que se encuentra en pleno proceso de venta, el paso bianual de Custo por Nueva York ha sido crucial a la hora de potenciar su crecimiento fuera de nuestras fronteras. Estados Unidos es, de hecho, el país en el que cuenta con más tiendas propias, después de España, y a pesar de que desde hace dos temporadas presenta también sus colecciones en la 080 Barcelona Fashion, Nueva York siempre será el lugar que le puso en el mapa.
Hace apenas una semana conocíamos que Desigual, otra de las compañías consolidadas que junto a otro gigante del retail como es Mango, TCN, o el mismo Custo, desfilan en Barcelona, va a seguir el mismo camino alternando la segunda pasarela española con la primera norteamericana y una de las cuatro más importantes a nivel internacional (junto a París, Milán y Londres). Su debut en Nueva York se hará efectivo el próximo mes de septiembre —presentará sus propuestas de Primavera/Verano 2014— y al igual que Custo en su momento, este movimiento responde a un estudiado plan de expansión que hoy por hoy no solamente se presenta como necesario para garantizar un desarrollo sino como imprescindible para combatir la crisis. Su entrada en el calendario oficial de la New York Fashion Week coincide con la apertura de su primera tienda en la emblemática Quinta Avenida. La número 15 en Estados Unidos, donde cuenta con un centro logístico, y la tercera en Manhattan, donde tiene instaladas también, concretamente en Herald Square, unas oficinas corporativas. Lo que resulta curioso, en otro orden de cosas, es que estas dos firmas españolas que compartirán escenario al otro lado del charco después del verano, lleven desde 2008 enfrentadas en los tribunales.
Así, Nueva York viene siendo desde siempre una de las ciudades más receptivas al talento español en el campo de la moda. Y la que más oportunidades de negocio parece que brinda por encima de cualquier capital europea. La Gran Manzana sigue siendo una ventana al mundo. Miguel Adrover fue de los primeros en ganarse el respeto de la industria en ese país. El diseñador mallorquín cosechó un éxito de crítica sin precedentes en su debut del año 2001. Cathy Horyn le había descubierto años atrás en un tugurio del Lower East Side aunque fue Anna Wintor quién intentó lanzarlo al estrellato sin contar con que en septiembre de ese año cambiaría el curso de la historia. Adrover volvió a la NYFW en 2012 con una filosofía y un sentido de la estética más alejada de los cánones comerciales que en un primer momento. Un concepto que le valía igualmente colocar recientemente uno de sus diseños —concretamente su propia interpretación de la clásica camiseta souvenir de I Love New York, tan de moda por otra parte esta temporada— en el Costume Institute. En los últimos años también han probado suerte en Bryant Park Joaquín Trias o Toni Francesc. Así como recientemente y con sendas presentaciones fuera del Lincoln Center, su actual enclave, las jóvenes Anjara García o Katarina Grey. David Delfin desfiló en Nueva York en varias ocasiones antes de instalarse definitivamente en Madrid. También varios miembros de la ACME que hace cuatro años hicieron allí una efímera incursión con sus colecciones.
Lo dijo Francesc en su momento "a Nueva York se viene a desfilar para poder hacer negocios", y si hablamos de afinada estrategia comercial en territorio norteamericano, hay que mencionar a DelPozo. Tras la muerte del diseñador Jesús del Pozo y la toma de control total de su empresa por parte del grupo Perfumes y Diseño, la mítica compañía española, que llevaba media vida asentada en Cibeles, se mudó enseguida a la ciudad que nunca duerme. Hacía tiempo que le tenía echado el ojo y lo hizo en busca de una coyuntura que, de quedarse en casa, nunca se le hubiera presentado. Su actividad hasta ese día estaba estancada, como les pasa a la mayoría, en la concesión de licencias, así que tras la presentación en sociedad de Josep Font como nuevo director creativo de la firma en la Fashion Week Madrid de septiembre de 2012, DelPozo hizo las maletas y se fue a Nueva York para organizar un desfile por su cuenta. En dos meses tiene pensado repetir allí en un escenario todavía desconocido. Normal tras el éxito cosechado. Además de empezar a distribuirse casi inmediatamente a través de dos de las plataformas de venta online más importantes del mundo en el sector del lujo, Moda Operandi y Net-a-porter, la firma ha sido este año invitada de excepción a la gala del MET donde ha vestido a Indre Rockefeller y Kate Mara. Lo último de DelPozo en Estados Unidos pasa por abrir un punto de venta en Miami como jugada maestra para entrar en uno de los mercados más suculentos actualmente para las empresas españolas: el latinoamericano (con México como primera parada). Shanghái, Dubái o Moscú son las siguientes en la lista. Pero primero hay que afianzarse del Hudson a esta parte.
Si Desigual ha seguido los pasos de Custo, la renovada casa Pedro del Hierro ha hecho lo propio tomando como ejemplo a DelPozo y es la última firma española en probar suerte en Nueva York como paso previo al reposicionamiento e internacionalización de la marca. Con la diseñadora Carmen March al frente, esta firma fundada hace casi cuarenta años y actualmente propiedad de Cortefiel, presentará su línea de semicostura el próximo 7 de septiembre en la pasarela neoyorquina.
Lo mismo en un futuro no muy lejano su enseña se suma a las cinco magníficas (Zara, Massimo Dutti, Camper , Tous y próximamente Desigual) que ya ocupan su sitio en uno de los escaparates más privilegiados del planeta: Fifth Avenue. Mango, Pretty Ballerinas, Pronovias o Ágata Ruiz de la Prada completan el listado de firmas de moda española que ya han conquistado, como diría Enrique Morente, Manhattan.