La moda asequible sube a la pasarela
Las cadenas adoptan los códigos de las marcas de lujo. Los desfiles y alfombra roja también son territorio low cost.
Semana de la moda de Londres. Profesionales de la moda con expresión imperturbable se bajan copas de champán en Dover Street Arts Club, un exclusivo club privado con arte contemporáneo en las paredes y Gwyneth Paltrow, Marc Ronson y Stella McCartney como colaboradores. En la pasarela que recorre una de sus salas desfilan modelos con las cejas sin depilar (como las de la solicitadísima Cara Delevingne) vestidas con cuero, estampados abstractos y diseños de volúmenes depurados.
Otro día más en el planeta moda. Con la diferencia de que en esta ocasión el desfile no es la cita habitual ...
Semana de la moda de Londres. Profesionales de la moda con expresión imperturbable se bajan copas de champán en Dover Street Arts Club, un exclusivo club privado con arte contemporáneo en las paredes y Gwyneth Paltrow, Marc Ronson y Stella McCartney como colaboradores. En la pasarela que recorre una de sus salas desfilan modelos con las cejas sin depilar (como las de la solicitadísima Cara Delevingne) vestidas con cuero, estampados abstractos y diseños de volúmenes depurados.
Otro día más en el planeta moda. Con la diferencia de que en esta ocasión el desfile no es la cita habitual de una firma de lujo. Se trata del debut en la pasarela londinense de Whistles, una cadena británica de precio medio.
Whistles en la semana de la moda de Londres
Whistles
La marca, que empezó a sonar internacionalmente después de que la duquesa de Cambridge eligiese varios de sus diseños, está dirigida por Jane Shepherdson, ex directora de Topshop. Durante sus años empleada en la empresa de Philip Green logró hacer de la tienda un destino done tomar el pulso de la moda, donde Emmanuelle Alt, la directora del Vogue francés compra sus vaqueros pitillo.
La elegantísima presentación de Whistles es un síntoma más de que las marcas low cost están ocupando espacios antes reservados a las firmas de lujo. De la alfombra roja (H&M en los Oscar) a los colaboraciones estrella (Rihanna para River Island) pasando por las campañas de Zara con la modelo Rachel Zimmermann y el fotógrafo David Sims, las cadenas de moda pronta están perdiendo complejos. Con la misma soltura con la que las estilistas mezclan prendas de Inditex con las del grupo PPR, las cadenas están replicando los códigos del lujo. Una actitud que, en una industria cada vez más pendiente de lo que lleva la calle, no se quedará en flor de una temporada.
Rihanna en la presentación de su colección para River Island
River Island
Los mismos que en 2011 se quedaban ojipláticos durante un desfile de Mango al ver a la top Isabeli Fontana dando zancadas por el Centro Pompidou, ni se inmutan con la última presentación de Topshop Unique. Un evento organizado en las nuevas salas de la Tate Modern, retransmitido en directo por todo el mundo y encabezado por Jourdan Dunn y Cara Delevingne.
Topshop se preocupa de mantener cerca a las pasarelas, patrocinando a jóvenes promesas del diseño británico como J.W. Anderson o Simone Rocha. Tampoco se olvida de agasajar al público especializado: sus desayunos y almuerzos son algunos de los más reconstituyentes entre desfiles. Su actual directora, Kate Phelan sabe perfectamente qué se necesita durante las agotadoras temporadas de desfiles a las que se sometía cuando trabajaba en el Vogue británico.
Las ambiciones de la cadena sueca H&M van in crescendo. Después de lanzar colecciones de Margiela, Viktor and Rolf, Marni o Comme des Garçons y de tomar la alfombra roja con diseños de su Conscious Collection tiene puestas sus miras en el sanctum sanctorum de la moda: los desfiles París. El segundo día de la semana de la moda parisiense la marca alquilará el museo Rodin, un espacio que antes reservaron Dior, Miu Miu y Tom Ford. El desfile para 700 invitados mostrará su colección para el próximo otoño-invierno. Y como remate, no puede faltar una fiesta.