La ‘groupie’ que se convirtió en la secretaria personal de los Beatles

El documental ‘Good Ol’ Freda’ cuenta la historia de una fan que acabó siendo la confidente del grupo más famoso de la historia.

«Me llamo Freda Kelly y trabajé para The Beatles durante once años». Así comienza el documental que desvela el último misterio del cuarteto de Liverpool, una pieza esencial en una época ávida de sueños y cuentos con final feliz. Desde su estreno el 6 de septiembre en iTunes y otros circuitos minoritarios, Good Ol’ Freda ha conseguido el aplauso de crítica y público gracias al testimonio en primera persona de Freda Kelly, secretaria y confidente de la formación inglesa desde 1960 hasta 1971. Dirigida por Ryan White y presentada en el festival de cine musical SXSW de Au...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

«Me llamo Freda Kelly y trabajé para The Beatles durante once años». Así comienza el documental que desvela el último misterio del cuarteto de Liverpool, una pieza esencial en una época ávida de sueños y cuentos con final feliz. Desde su estreno el 6 de septiembre en iTunes y otros circuitos minoritarios, Good Ol’ Freda ha conseguido el aplauso de crítica y público gracias al testimonio en primera persona de Freda Kelly, secretaria y confidente de la formación inglesa desde 1960 hasta 1971. Dirigida por Ryan White y presentada en el festival de cine musical SXSW de Austin, la película cuenta los secretos que durante cincuenta años ha callado Kelly, y nace con el visto bueno de Paul McCartney y Ringo Starr, los dos integrantes del grupo que todavía viven.

El filme narra la historia de quien siendo todavía una adolescente frecuentaba el Cavern Club y otros tugurios de Liverpool donde las bandas locales probaban suerte. ¿Su favorita? The Beatles, por supuesto. Brian Epstein, el tipo que guió al cuarteto desde sus inicios, observó en ella devoción y responsabilidad, dos virtudes que consideró esenciales en quien debía acompañar a sus chicos en su meteórica carrera. Abordó a Kelly y le ofreció un puesto como secretaria y asistente del grupo. Ella aceptó, y el resto ya es historia. Durante una década fue amiga, confidente, hermana y madre de los egos revolucionados de cuatro jóvenes que acabaron conquistando el mundo. Kelly fue la discreta cancerbera de sus fortalezas y debilidades, así como la máxima responsable de su club de fans, que contaba con más de 50.000 miembros en todo el mundo.

Los amores, las drogas −»me consta que John probó el LSD»− y las diferentes personalidades de los miembros del grupo quedan al descubierto. «Pese a que nos sentíamos laboristas, éramos unos adolescentes y no hablábamos de política», dice Kelly en el documental. Así es como describe a cada uno de ellos: «Paul nunca se enfadaba, Ringo era el gracioso, George el más considerado y John el más irascible». El suspicaz carácter de John Lennon le jugó una mala pasada cuando en una ocasión la despidió «por pasar demasiado tiempo con los chicos del grupo The Moody Blues, pero acabó rogándome que volviera», cuenta.

HANDOUT (REUTERS / Cordon Press)

Freda Kelly y Paul McCartney en una imagen sin fechar.

Cordon Press

Quien fuera el pilar seudomaternal de Ringo, John, Paul y George durante los diez años que la banda estuvo unida, actuó con la misma honestidad tras la disolución del grupo. En vez de lucrarse con los objetos, el merchandising y los recuerdos acumulados en ese tiempo, Kelly los repartió entre los fans. «Pude hacerme millonaria y no quise», asegura. «Y la verdad es que no me arrepiento», concluye. Good Ol’ Freda cuenta con una banda sonora de excepción −adivínenlo−, un hecho insólito teniendo en cuenta que The Beatles nunca se ha prodigado en exceso a la hora de ceder o vender sus derechos (hasta 2010 no permitieron que sus canciones estuvieran en iTunes).

Sin miedo a pillarnos los dedos, vaticinamos un largo recorrido a esta pieza audiovisual que apela a la nostalgia y las emociones. No importa que solo se haya estrenado en medio centenar de salas, pues contamos con un fantástico precedente indie que ojalá se repita: Searching for sugar man, ganadora del último Oscar al Mejor Documental, trataba la increíble historia de Rodríguez, el artista que saboreó la mieles del éxito en Sudáfrica y otros países con su música… sin saberlo. Good Ol’ Freda también es el relato de una triunfadora invisible cuya labor finalmente se ve reconocida. Dicen que la cosa huele a Oscar, pero Kelly ya se siente satisfecha: «Lo he hecho por sus familias», zanja. Una vez más se confirma aquello de que detrás de todo gran hombre siempre hay una mujer. En este caso, una mujer para cuatro leyendas irrepetibles.

Kelly, ejerciendo como la asistente más envidiada del universo fan.

Good Oi’Freda

HANDOUT (REUTERS / Cordon Press)

Cordon Press

Archivado En