La balada de la ‘Basic Bitch’

Les gustan los cupcakes, Sexo en Nueva York y las velas aromáticas. Ha usado el hashtag «detox» y sabe hacerse un moño con un calcetín. Así es el último y polémico arquetipo femenino.

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Tiene DVDs de Sexo en Nueva York y ha visto Love Actually más de 7 veces. Instagramiza su brunch y cuelga citas inspiracionales, casi siempre en tipografías retro, ama las velas aromáticas y a su instructor de yoga sobre todas las cosas. Pone Adele a todo trapo. Si saliese en Girls, sería Shoshanna. En su versión española, probablemente sabe hacerse el moño de Isasaweis con un calcetín enrollado, organizó una despedida de soltera "en plan tranqui", tiene una panificadora y hace los cupcakes de Alma Obregón. Dice "voy al gym" y ha usado los hashtag...

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Tiene DVDs de Sexo en Nueva York y ha visto Love Actually más de 7 veces. Instagramiza su brunch y cuelga citas inspiracionales, casi siempre en tipografías retro, ama las velas aromáticas y a su instructor de yoga sobre todas las cosas. Pone Adele a todo trapo. Si saliese en Girls, sería Shoshanna. En su versión española, probablemente sabe hacerse el moño de Isasaweis con un calcetín enrollado, organizó una despedida de soltera "en plan tranqui", tiene una panificadora y hace los cupcakes de Alma Obregón. Dice "voy al gym" y ha usado los hashtagas #detox y #rehab en los últimos 15 días, sin y con ironía (por ejemplo, para ilustrar la foto de un pedazo de carrot cake, en plan #merienda).

Es fácil catalogar y distinguir a una basic bitch. Quizá demasiado. Según la web Know Your Meme, esa wikipedia de todo lo viral, el término empezó a circular en 2009, cuando alguien colgó en Urban Dictionary las siguientes definiciones de lo que era una basic bitch:

a) una chica sin personalidad, sosa e irrelevante

b) una chica que va a la biblioteca a mirar su Facebook

c) una chica cualquiera

El término, igual que ratchet, se utilizaba sobre todo en el slang hiphopero, como antónimo de bad bitch. La rapera Kreyshawn lo cita en su canción Gucci Gucci ("Gucci, Gucci, Louis Louis, Fendi Fendi, Prada / Esas basic bitches llevan mierda que no me importa") y un post bastante popular listó hace años a las celebrities más "básicas": Sienna Miller, Kate Bosworth, Rachel Bilson y Jessica Biel, entre otras. Pero fue el mes pasado cuando la etiqueta despegó, después de que College Humor colgase un vídeo satírico en el que a una chica (melena discreta, pañuelo al cuello) le diagnostican como básica en grado incurable. "Seguramente lo contraje en la universidad", admite ella. "Debe ser culpa mía", cree su novio. "Te regalé aquel pack de Friends por Navidad". El vídeo va por los 3'5 millones de visualizaciones y acumula unos 3.000 comentarios.

Desde entonces, la idea ha cundido casi tanto como el otro meme conceptual de la primavera, el Normcore (aunque éste se ha entendido bastante mejor). Buzzfeed, siempre al quite, no tardó en ofrecer un práctico test: ¿Cuán básica eres?, con más de 100 comportamientos que perfilan a la basic bitch: "Te encanta Starbucks", "Pero siempre pides la versión light de los lattes", "Adoras el vino blanco", "Estás suscrita a Goop". "Te has quitado los tacones en la calle después de una noche de fiesta". Vice publicó "lo que hacen las básicas en Coachella" (gritar "oooh" cuando empieza Arcade Fire, intentar llorar en Lana del Rey, sufrir porque coinciden Lorde y Solange) y Leandra Medine, la autora del blog Man Repeller aconsejaba "cómo llevar bailarinas sin parecer básica". Según Medine, lo básico es la versión no irónica del Normcore, llevar vaqueros estrechos con un cárdigan. Y las bailarinas son "el tótem enfático de lo básico". Ella aconseja emparejarlas con vaqueros gigantes y rotos, "cualquier cosa que no te haga parecer una chica que se ha pasado el domingo instagramizando fotos de tulipanes con el hashtag #nofilter". 

Entre risa y risa a costa de las básicas, también hay quien que se declara "orgullosa de serlo", como hace la periodista Daisy Buchanan en The Guardian, que llega a asegurar que es sexista despreciar los "iconos culturales femeninos". En realidad, no hay nada de malo ni de bueno en ver Love Actually siete veces (bueno, sí ¿Nadie se ha dado cuenta de lo racista y clasista que es la trama de Colin Firth y la asistenta portuguesa?) ni en hacer la dieta del sirope de salvia y crear un grupo de whatsapp al respecto. El problema llega cuando los productos que se dirigen a un target femenino utilizan "lo básico" como medida universal y asumen, por ejemplo en su publicidad, que todas las mujeres tienen los mismos objetivos (casarse, adelgazar, tener el pelo tan brillante como Kate Middleton).

Ahora sólo falta que College Humor se aplique y lance un vídeo en el que el protagonista masculino sea un Basic Bastard. Cuesta un poco más imaginarlo, pero no es imposible.