La artista censurada en ARCO cuando simbolizaba la muerte de España

Charlamos con Camila Cañeque, cuya performance fue interrumpida en la feria de arte.


Algunos de los que visitaron ARCO el pasado miércoles se sorprendieron al ver a una mujer tumbada de espaldas en el suelo, vestida de flamenca y con flores y versos de Lorca desparramados a su alrededor. Se trataba de una performance de la artista Camila Cañeque. Con ella pretendía representar simbólicamente la muerte de España. Su acción, realizada por sorpresa, se convirtió en noticia cuando los responsables de la feria decidieron interrumpirla. Desde ARCO aseguran que la artista ...

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Algunos de los que visitaron ARCO el pasado miércoles se sorprendieron al ver a una mujer tumbada de espaldas en el suelo, vestida de flamenca y con flores y versos de Lorca desparramados a su alrededor. Se trataba de una performance de la artista Camila Cañeque. Con ella pretendía representar simbólicamente la muerte de España. Su acción, realizada por sorpresa, se convirtió en noticia cuando los responsables de la feria decidieron interrumpirla. Desde ARCO aseguran que la artista no tenía los permisos necesarios para realizar la performance. Hemos charlado con Camila para conocer el proyecto artístico Where are our dresses en el que se enmarca su acto.

Esta artista de 28 años más que molesta parece estar sorprendida por lo sucedido en ARCO. Apenas habían pasado unos pocos minutos tumbada en el suelo cuando un guardia de seguridad le pidió que se levantase. Algo que le resultó insólito teniendo en cuenta que en otros eventos artísticos nunca le había pasado algo semejante.

Ella misma nos cuenta que ha llegado a pasar varias horas tumbada en citas como la Documenta de Kassel. Aunque no quiere polemizar con lo sucedido en la charla que mantenemos por teléfono. Nuestra conversación tiene lugar cuando Camila está a punto de marcharse de Madrid. Un viaje que tiene cierta importancia simbólica, pues con el acto realizado en la feria ha puesto punto y final a un proyecto que comenzó en 2011, cuando atravesó de costa a costa Estados Unidos durante 27 días. Un periodo de tiempo que no tiene nada de aleatorio, pues se corresponde con el número de letras del abecedario español.

Ese trayecto lo documentó fotográficamente y en algún momento pretende sintetizarlo en un libro. En esas imágenes la vemos recorriendo el país con otra flamenca. Es fácil imaginar el impacto que causaban allí por donde pasaban. Tras ese periplo comenzó otro que la llevó a representar en varias citas del circuito internacional del arte la misma performance que desarrolló en Madrid.

De su proyecto Where are our dresses Camila dice que surgió como “un experimento”, aunque detrás había un año de preparación y guión. No fue casual. Sus ingredientes principales fueron “el traje, una cámara y el avión”. Esa travesía la llevó a escribir la narración hipertextual que podemos ver en su web.

Una experiencia en la que destacan cosas como las reacciones de las personas que encontró en su particular road movie y el uso del traje como síntesis de la identidad, pero también del disfraz y la ocultación. La elección de esa indumentaria se debe a que se ha convertido en un souvenir vacío de significado que, sin embargo, quiere reivindicar como símbolo.

A pesar de la demoledora conclusión a la que ha llegado con su proyecto -España está muerta- Camila no parece en absoluto derrotada. Hace dos años decidió dedicarse íntegramente a desarrollar una carrera artística en la que ya ha abordado numerosos proyectos y se dispone a abordar otros nuevos.

La performance de Camila en Arco antes de la censura.

Una fotografía del proyecto de Camila tomada en Indiana.