No hay nada de novedoso ni sorprendente en combinar una americana con unos vaqueros. Por eso precisamente la forma en la que lo hace Kaia Gerber resulta tan inspiradora. Lejos de complicaciones, la hija de Cindy Crawford siempre sigue la misma fórmula: elegir un blazer amplio y especial, unos vaqueros rectos y un calzado cómodo, casi siempre unas Converse. En la foto lleva blazer de una de las firmas del momento: Khaite.Alejada de las excéntricas prendas que lucen otras 'instamodels' de su edad (véase las hermanas Hadid o Kendall Jenner), Gerber defiende un estilo a base de piezas atemporales y de calidad. Hace concesiones a los tops cortos, sí, pero tiene un fondo de armario más adulto. Las americanas oversize son su prenda fetiche y en la imagen lleva un modelo de Sacai.La joven modelo demuestra que la mezcla 'americana + vaqueros' no tiene ocasión ni horario concretos. Ella la lleva en cualquier momento y lugar, desde el día a la noche. Su único truco para convertir un look más casual en uno festivo es cambiar las zapatillas por unas sencillas sandalias negras. Fácil de replicar en casa, sin riesgos.
En su armario predominan dos tipos de americanas: las grises (tiene muchas, en varias tonalidades) y las llamativas y especiales (mejor si son en tonos amarillentos). Por lo demás, todas son largas y un poco amplias sin llegar a los tamaños mastodónticos que muchas editoras e influencers han lucido en las semanas de la moda. Tampoco es amiga de las hombreras. Para ella, menos es más.Bajo la americana tampoco se complica. Siempre elige camisetas o jerséis básicos en tonos neutros: blanco o negro. Y pase lo que pase, no se la abrocha.En su versión más deportiva y de incógnito, la elección de prendas permanece inalterable y sigue funcionando.
La modelo reserva la única concesión a las tendencias a los accesorios: el gorro de la temporada o la últimas gafas de sol actualizan su clásico blazer gris y sus jeans azules de toda la vida.Algunos han comparado sus looks con los de la princesa Diana de Gales en los 90, tanto por la silueta de regusto retro de las prendas que lleva como por su elegancia para conjuntarlas. También su madre, Cindy Crawford, era fan de la combinación en aquellos años. Nadie mejor para reinventarlos en clave millennial que su 'miniyo'.
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