Hombres en ‘shorts’: ¿de verdad la bermuda corta dará el salto de las pasarelas a las calles?
Temporada tras temporada los diseñadores se empeñan en incluir pantalones por encima de la rodilla en sus colecciones masculinas. Analizamos cuál es su utilidad real más allá de playas y piscinas y elaboramos el manual de estilo para lucirlos con acierto (si es que se atreven).
“Con las rodillas ya liberadas, vuelvo para ir un poco más allá y liberar ahora los muslos”. Con esta clara declaración de intenciones el periodista Aleks Cvetkovic da comienzo a un artículo publicado en el Financial Times en el que analiza si este será por fin el verano en el que los hombres se atrevan con los pantalones cortos. Al menos, más allá de piscinas y playas, lugares en los que ya es frecuente vislumbrar muslos masculinos al sol. A pesar de que temporada tras tempora...
“Con las rodillas ya liberadas, vuelvo para ir un poco más allá y liberar ahora los muslos”. Con esta clara declaración de intenciones el periodista Aleks Cvetkovic da comienzo a un artículo publicado en el Financial Times en el que analiza si este será por fin el verano en el que los hombres se atrevan con los pantalones cortos. Al menos, más allá de piscinas y playas, lugares en los que ya es frecuente vislumbrar muslos masculinos al sol. A pesar de que temporada tras temporada diseñadores y firmas de moda se encargan de colocar los shorts en el armario masculino –este año no iba a ser menos y las colecciones primavera-verano 2023 acumulan ejemplos de esta prenda firmados por marcas como Hermès, Dior o Thom Browne–, la realidad es que no terminan de dar el salto definitivo de la pasarela al asfalto. Buen ejemplo es la actual semana de la moda masculina de Milán, donde se agolpan los ejemplos de street style que confirman los shorts como la prenda estrella de los iniciados en el mundo de las tendencias. ¿Estamos preparados para acogerlos en su versión para ellos de una vez por todas? ¿Será 2023 el verano en el que los hombres por fin se atrevan a “liberar sus muslos”? Y, sobre todo, ¿es necesario que así sea?
“Creo que todavía hay cierto miedo a ponerse esta prenda”, asegura Jaime Álvarez, director creativo de la firma especializada en actualizar la sastrería Mans. “Todo depende del patrón o tejido que se use, pero aún así pienso que relacionamos los shorts con actividades estivales como ir a la playa o la piscina y no estoy seguro de que la gente los haga suyos para un look más formal o incluso para eventos de noche”. El escepticismo de Álvarez es compensado con la opinión de otro diseñador nacional, Pablo Erroz. Para él, la comodidad y la practicidad deben imponerse y eso, con las altas temperaturas veraniegas de nuestro país, es sinónimo de abrazar el short. “Es de sentido común. Además, contamos ya con todo tipo de estilos y tendencias en cuanto a la bermuda, por lo que cada uno tiene muchas opciones para poder encontrar su estilo”, argumenta el mallorquín.
Aquellos que se decidan a acabar con la reputación piscinera de los shorts y deseen poner fin al rechazo que muchas veces ha provocado una de las prendas más vilipendiadas del guardarropa masculino han de inspirarse a la hora de llevarlos. Celine o Hermès proponen combinarlos con americanas; Dior los prefiere con estampado de cuadros y los mezcla con camisetas sin mangas, camisas e incluso con gabardinas; en Etro los vemos con blusas de cuello Mao, en Dries van Noten con camisas de todos los estilos; y en Acne Studios se mezclan con cualquier prenda imaginable. ¿Cuál es entonces la fórmula para acertar? “Con camisas oversize tipo Oxford, con jerséis semitransparentes y deportivas es una buena manera para introducirse en este mundo de los shorts, pero siempre enfocados a eventos diurnos e informales”, opina el diseñador de Mans. Y añade: “También quedan muy guays combinándolos con gabardinas, abrigos que hacen un juego de alturas y capas superinteresantes como los vistos en Valentino, Gucci, Saint Laurent o en nuestra propia firma, que llevamos haciéndolo varias temporadas”. Para Pablo Erroz la clave está en sentirse cómodos: “Yo recomiendo llevarlos siempre que a uno le apetezca, pero con una camisa de lino ligera es una apuesta segura”.
Sin embargo, hay límites. Del mismo modo que las sandalias masculinas aún no han conseguido la aprobación del dress code de oficina por altas que sean las temperaturas registradas por los termómetros, a los shorts aún les queda para ganarse un puesto en los entornos laborales o en las ocasiones más formales, donde siempre el pantalón largo es el que se considera adecuado. “Deberíamos dejar aún los pantalones cortos para las tardes de ocio veraniegas. No llego a imaginar chicos yendo a la oficina en shorts. Para las temporadas más calurosas lo mejor sería cambiar los tejidos gruesos por otros más finos como las lanas 100% y los algodones”, recomienda Jaime Álvarez para evitar achicharrase sin la necesidad de enseñar muslo en el lugar de trabajo. Su afirmación probablemente contaría con la aprobación del diseñador y cineasta Tom Ford, que sentenció aquello de que “nunca bajo ningún concepto hay que llevar pantalones cortos en la ciudad. Solo en la pista de tenis o en la playa”. “Yo también los dejaría para ocasiones más informales y divertidas como festivales o fiestas de verano”, reitera Álvarez.
A pesar de las ventajas de lucir esta prenda –estiliza las piernas, es cómoda y fresquita e incluso puede llegar a resultar atractiva–, su implantación definitiva más allá de pasarelas y editoriales de moda parece que podría quedar reducida a las ocasiones anteriormente citadas. Sin embargo, para diseñadores como el fundador y director creativo de la firma australiana Haulier, Jeremy Hershan, la clave está en atreverse primero con los shorts en momentos más informales y propicios para después rendirse a sus bondades para siempre. “La confianza es sexy y los pantalones cortos son la personificación de esto. Pruébalos en casa, pruébalos para hacer deporte, pruébalos junto a la piscina y para algún recado ocasional. Antes de que te des cuenta, serás un converso”, sentencia en el artículo del Financial Times. Quizá esa sea la clave: probar y decidir, pero siempre teniendo en cuenta otras alternativas como las bermudas por debajo de la rodilla –nunca pantalón pirata– o los chinos cortos de pernera recta combinados con prendas que aporten un poco más de seriedad y eviten el look bañista. Y, sobre todo, recuerden: llevar shorts, como casi todo en la vida, es cuestión de actitud.