Hay vida más allá de Gisele Bündchen: las nuevas brasileñas que deberías conocer
El país carioca consolida su creciente peso en la industria de la moda con embajadoras de la talla de Valentina Sampaio o Camila Coelho, aspirantes a tomar el testigo de Bündchen en el olimpo de las ‘tops’.
Larissa de Macedo Machado (Anitta) tiene más de 21 millones de seguidores en Instagram y casi seis en Twitter pero lo más probable es que no te suene demasiado su cara ni seas capaz de tararear ninguna de sus canciones. Su nombre artístico es Anitta y se ha convertido en la última obsesión del pop global gracias a sus últimas colaboraciones musicales, aunque en su país natal, Brasil, es una de las artistas con más proyección y lleva ya varios años copando las listas de éxitos: allí es todo un icono millennial. Con Iggy Azalea ha formado dúo en Switch y junto a Major Lazer, la...
Larissa de Macedo Machado (Anitta) tiene más de 21 millones de seguidores en Instagram y casi seis en Twitter pero lo más probable es que no te suene demasiado su cara ni seas capaz de tararear ninguna de sus canciones. Su nombre artístico es Anitta y se ha convertido en la última obsesión del pop global gracias a sus últimas colaboraciones musicales, aunque en su país natal, Brasil, es una de las artistas con más proyección y lleva ya varios años copando las listas de éxitos: allí es todo un icono millennial. Con Iggy Azalea ha formado dúo en Switch y junto a Major Lazer, la exitosa formación liderada por el DJ y productor Diplo, firma Sua Cara, un hitazo que canta mano a mano en portugués con Pablo Vittar, otra estrella local.
Brasil ha sido siempre una importante cuna de talentos, especialmente en el campo del deporte, la cultura, la arquitectura y por supuesto, tal y como confirma Anitta, en el mundo del espectáculo, una tendencia que se consolida con su creciente peso en la industria de la moda. Y es que el país sudamericano no solo exporta biquinis, chanclas de goma y supermodelos –Lais y Fernanda Oliveira son dos de las más reclamadas en estos momentos, además de la maniquí transgénero Valentina Sampaio–, sino que a pesar de la crisis política y económica por la que atraviesa sigue teniendo un importante peso en el mercado internacional.
A algunas de las blogueras más influyentes del momento basta remitirse. Camila Coutinho, Camila Coelho y Thassia Naves siguen los pasos de una de las prescriptoras de estilo más solicitada por las firmas en Estados Unidos y Europa: Helena Bordon, hija de la directora de moda de Vogue Brasil. Todas ellas se han hecho un hueco en el competitivo y saturado negocio de las influencers gracias al tirón que sigue teniendo para las marcas de lujo un país como Brasil. Un paso por delante de ellas va, sin embargo, Bruna Marquezine, actriz de telenovelas y conocida en España por ser la exnovia de Neymar. La edición estadounidense de Vogue ya la ha bautizado como la próxima it-girl y sus 22 millones de seguidores en Instagram avalan semejante nombramiento.
Mari Giudicelli e Iracema Trevisan son otras de las brasileñas –en este caso expatriadas– que triunfan en la moda. Mary es una exmodelo reconvertida en creadora del momento gracias a una línea de zapatos de producción artesanal de la que todo el mundo habla en Nueva York (buscadísimas van en todas partes sus mules “Leblon”). Iracema, por su parte, excomponente del grupo Cansei de ser Sexy y pareja de Nicolas Godin, la mitad de la banda francesa de música electrónica Air, está detrás de una marca de pañuelos que triunfa en París gracias a sus diseños de edición limitada pintados a mano. Medio cariocas son también Alice y Charlotte Dellal (la primera DJ y exnovia de Andrea Casiraghi, la segunda, creadora de la marca de zapatos Charlotte Olympia) además de Harley Viera-Newton, cuya madre Cristina Viera fue modelo y musa de Dior (igual que la de Alice y Charlotte, en su caso, de Saint Laurent) y es dueña de la marca de joyería Tom Binns.
A todos estos nombres hace tiempo que les abrieron camino los paulistas Pedro Lourenço y Carlos Miele, además de Francisco Costa, natural de Minas Gerais, y hasta poco más de un año director creativo de Calvin Klein. Una trayectoria que siguen de cerca diseñadoras como Barbara Cassola y su lujosa estética minimalista, Adriana Degreas con sus elegantes bañadores y Paula Cademartori con sus deseadísimos bolsos virales.