‘Gris’: el videojuego más bonito (y nominado) que emociona al mundo sale de Barcelona
¿Por qué todo el mundo llora con él? En pocas semanas, el ilustrador Conrad Roset y Nomada Studio han revolucionado el sector con un preciosista juego que bien podría ser una película de animación.
En tres semanas, el ilustrador Conrad Roset y sus dos socios de Nomada Studio, Adrián Cuevas y Roger Mendoza, viajarán a Los Ángeles para descubrir si Gris, su debut como estudio de animación de videojuegos, recoge el Annie Award (algo así como los Oscar de la ilustración) al mejor videojuego del año. Hace unos años ni se les hubiese pasado por la cabeza que estarían batiéndose en la misma categoría con grandes superproducciones como Marvel’s Spider-Man, ...
En tres semanas, el ilustrador Conrad Roset y sus dos socios de Nomada Studio, Adrián Cuevas y Roger Mendoza, viajarán a Los Ángeles para descubrir si Gris, su debut como estudio de animación de videojuegos, recoge el Annie Award (algo así como los Oscar de la ilustración) al mejor videojuego del año. Hace unos años ni se les hubiese pasado por la cabeza que estarían batiéndose en la misma categoría con grandes superproducciones como Marvel’s Spider-Man, Shadow of The Tomb Raider o God of War. No por falta de ambición. Es que ni siquiera se conocían.
La vida les cambió en 2015, en Barcelona, en la fiesta de cumpleaños de una amiga en común. Allí fue cuando a Roset –conocido ilustrador que ha publicado en Monocle e inspirado hasta Lady Gaga– le presentaron a Cuevas y Mendoza, que trabajaban por aquel entonces para el gigante Ubisoft. Congeniaron y decidieron lanzarse juntos a crear un videojuego que, aunque se lanzó en los coletazos de 2018, ha sido incluido en la lista de mejores videojuegos del año de Variety («el juego más llamativo visualmente y delicado de 2018 […] cada momento en Gris es precioso«), The Verge («Gris es mucho más que una cara bonita») o la de GQ en su edición estadounidense («Mejor obra de arte para la gente vaga que no cuelga cuadros en casa»).
«Llevo desde los 24 años dedicándome a la ilustración de forma profesional, pero en mi vida siempre he tenido dos hobbies: dibujar y los videojuegos. Había conseguido cierto estatus por mis ilustraciones de mujeres, pero mi sueño era desarrollar un juego. En realidad, cuando los conocí, ya estaba buscando equipo», apunta el ilustrador al otro lado del teléfono. Roset les explicó en la fiesta la base de Gris: ¿por qué no experimentar un mundo lívido, gris, en el que el objetivo sea recuperar los colores poco a poco para poder volver a pintarlo? Tras varias reuniones más, Cuevas y Mendoza dieron dar un salto de fe para acompañar a Roset en su nueva travesía: dejaron sus trabajos, los tres fundaron Nomada Studio y desarrollaron Gris. Crearon una pequeña demo y la presentaron en una feria alemana, donde la productora de culto estadounidense Devolver (que vendría a ser como el HBO de la series, pero en versión videojuego indie) decidió que Gris sería una de sus apuestas globales. Tres años después, con casi un millón de euros de presupuesto y el trabajo de unas 15 personas entregadas al proyecto, Gris vio la luz hace unas semanas en Nintendo Switch y Steam.
Este delicado proyecto, que poco tiene que envidiar a una película de animación, ha generado en muy poco tiempo a una auténtica legión de fans de culto, en sintonía con la que también se enganchó al preciosismo artístico de Journey. «¿Hay alguien que no llore con Gris?» se puede leer en los múltiples comentarios y reviews de usuarios, abrumados por la belleza del juego y la empatía que la heroína parece generar en todos sus jugadores. «La búsqueda del color es una metáfora de curación para la protagonista. Se da a entender que ha sufrido un trauma, pero nunca se explica de forma explícita qué le ha pasado. Supongo que emociona tanto porque el jugador conecta con esa emoción», explica Roset, muy satisfecho ante la recepción de su proyecto. Sobre quién inspira a la protagonista, el creador apunta: «Lo que más he dibujado en mi vida ha sido a mi chica, Clara. En casa siempre hemos tenido la expresión en catalán de que mis dibujos ‘claregen‘ (un juego de palabras con el nombre de su pareja y el verbo clarear). Tienen puntos de Clara, sí, como el corte de pelo, pero no es ella», aclara.
En Gris, la protagonista nunca muere y, aunque hay ciertos guiños a los juegos de plataformas, no existe una dificultad extrema o episodios frustrantes en los que el jugador se quede estancado. «Gris es una experiencia audiovisual. Nos hemos fijado más en una película de animación que en un juego videojuego al uso. El objetivo era narrar la historia de forma fluida y con el ritmo adecuado. Si hacíamos que las mecánicas del juego fueran en contra de la historia no funcionaba como queríamos». Una experiencia en la que una banda sonora minimalista con aires a Sigur Rós, a cargo del trío Berlinist, está a la altura de las delicadas ilustraciones y completa esa experiencia audiovisual.
En Nomada Studio todavía no es momento de plantearse nuevos proyectos. «Nos quedan como seis meses de promoción y búsqueda de nuevas plataformas para el juego», explica Roset. Mientras, los jugadores de Gris seguirán llorando, emocionados por pintar de colores un mundo que parecía condenado al blanco y negro.