En pasta, grandes o con cristales de colores: así se llevan las gafas de sol este verano
Tras un invierno en semiconfinamiento los ojos están más sensibles que nunca. Se protegen con modelos de sol maximalistas y optimistas, defiende la última campaña de la firma Etnia Barcelona.
La vacunación y un horizonte estival sin apenas restricciones han desatado una ola de optimismo que se deja sentir, de manera muy evidente, en el vestir. Tras más de un año de chándal y prendas de punto el mundo quiere volver a arreglarse y a divertirse, disfrutando con la moda y sus accesorios. Sin renunciar a la comodidad, vuelven los vestidos, los volúmenes y el brillo. También las gafas de sol, que este verano se tiñen d...
La vacunación y un horizonte estival sin apenas restricciones han desatado una ola de optimismo que se deja sentir, de manera muy evidente, en el vestir. Tras más de un año de chándal y prendas de punto el mundo quiere volver a arreglarse y a divertirse, disfrutando con la moda y sus accesorios. Sin renunciar a la comodidad, vuelven los vestidos, los volúmenes y el brillo. También las gafas de sol, que este verano se tiñen de este entusiasmo general para proponer modelos más atrevidos que nunca.
La última colección de Etnia Barcelona, Mambo Vol. 1, se entrega a esta euforia con unos modelos de gafas llenos de color y de detalles preciosistas. Lentes hexagonales, redondas o en forma de trapecio que se enmarcan con monturas en varios tonos combinados: vibrantes turquesas, naranjas, rojos o violetas que se mezclan con marrones, azules o verdes. Una oda al exceso que la firma catalana que ya cuenta con 14.000 puntos de venta ha querido plasmar en la campaña, #BeAnartist. En ella la marca escribe una carta de amor a la ciudad de Barcelona y a sus fiestas con imágenes que recorren algunos de los rincones más celebrados del barrio del Raval. La Boquería, el MACBA, o la tienda de vinilos Wah Wah en la Riera Baixa. La fiesta se remata en mítica sala La Paloma, un espacio que desde los años veinte ha albergado los bailes y las celebraciones de varias generaciones. ¿La inspiración? Los años setenta y las fiestas en Studio 54 que se replican en el local barcelonés con un caballo blanco que evoca el que montó Bianca Jagger en aquel cumpleaños que le organizó Roy Halston. Todo vale para volver a emocionarse.