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Funcional, político y hasta un arma sexual: las increíbles vidas del mono de trabajo femenino

Casi un siglo después de que Elsa Schiaparelli pusiera a la prenda en el mapa de la moda, el mono de trabajo ha adoptado múltiples formas y significados. También en el confinamiento.

Elsa Schiaparelli, comipitiendo con Coco Chanel en el arte de hacer el vestir femenino más cómodo y libre, puso el mono en el mapa de la moda en los años 30. Incluso creó un traje antiaéreo fácil de poner y quitar, completo con máscara de gas a juego, turbante de terciopelo y frasco. Lo funcional, como bien sabía, siempre triunfa.
Fue de las primeras en ponérselo. Amelia Earhart fue pionera para las mujeres piloto, convirtiéndose en la primera mujer en volar sola a través del Océano Atlántico en 1922 y la primera mujer en hacer un vuelo en solitario sin escalas a través de los EE UU en 1932. Al igual que otros aviadores, Earhart a menudo usaba un mono de trabajo para volar, ya que la protegía de los elementos y fluidos mecánicos.
Las 'Rosies', obreras para la guera. A principios de los años 40, coincidiendo con la II Guerra Mundial, muchos hombres estadounidenses abandonaron sus puestos de trabajo para partir al frente. El Gobierno comenzó entonces una potente campaña para convencer a las mujeres de que ocupasen su lugar en las fábricas. El mono de trabajo se convirtió en un símbolo patriótico. la ilustración que The Westinghouse Power Company encargó a J. Howard Miller para subir la moral de sus trabajadores. Ésta acabaría pasando a la posteridad y a ser una de las más reproducidas del movimiento feminista: la trabajadora con el pañuelo en la cabeza y el brazo flexionado con el puño cerrado con la frase “¡Podemos hacerlo!”. La imagen estaba inspirada en una fotografía de Geraldine Doyle, una trabajadora de una acería de Chicago que por aquel entonces tenía 17 años y que desconoció totalmente la existencia del cartel hasta 1982, cuando lo vio en una revista y se reconoció.
En los años 60, Emma Peel, personaje de Los Vengadores interpretado por Diana Riggs, fue la maestra del mono de trabajo sensual. Un arma sexualizada para acabar con los malvados. Los llev de todas las formas y estilos, pero siempre, siempre, con un toque extra de picardía. Después de todo, estaba ideada únicamente para el deseo masculino. Los propios guionistas querían un personaje con «atractivo para los hombres» (en inglés «man appeal») así que le pusieron, directamente, un nombre con una sonoridad parecida.
En los 70 la cosa se pone interesante y el mono de trabajo se convierte en el mono disco. Perfecto para mover el cuerpo con libertad en la fiebre del sábado noche. Brillos metálicos para que no decaiga la fiesta.
La teniente Ripley (Sigourney Weaver) o cómo convertir en icono feminista a un mono de trabajo gracias a Alien, el octavo pasajero (19.
En los 80, las mujeres de la NASA también adoptaron el clásico mono azul de astronauta de la organización.
El mono de carreras también puede ser sexy. Versionando a sus antecesoras, así lo lucieron Los ángeles de Charlie en la versión cinematográfica del año 2000.Archive Photos (Getty Images)
Kill Bill vol. 1 (1993) quiso rendir homenaje al chándal amarillo con franja negra de Bruce Lee en El juego de la muerte (1978) e, instantáneamente, el mono amarillo de la novia (Uma Thurman) se convirtió en uno de los disfraces más recurrentes de Halloween.
La moda también vuelve de forma reincidente al mono de trabajo en sus colecciones. Esta fue la versión de Dries Van Noten en su colección primavera 2019.
O en versión minimalista como esta de Jil Sander en la primavera de 2019. Uno de los años más entusiastas en el rescate del mono de trabajo como tendencia primaveral.
Rational Dress Society (del feminismo a la revolución capitalista) Lo que empezó en 1870 como una guerra al vestido victoriano en la primera ola feminista de las mujeres de clase media estadounidenses –mujeres que se preguntaron ¿y por qué no puedo vestir igual de cómoda que mi marido y tengo que sufrir con estos corsés del demonio?– se ha revitalizado en la actualidad con una nueva vida. La nueva Rational Dress Society está en EEUU y se aglutina como movimiento artístico y performático en el que el mono de trabajo se establece como símbolo contrario a la vorágine capitalista bajo el lema "¿Y si nunca tuvieras que eligir otro outfit?".
Series de televisión y películas han convertido al mono de trabajo rojo en un nuevo icono visual. Lo hizo Jordan Peele con Lupita Nyong'o en Nosotros (2019) y también La casa de papel con sus ya emblemáticos monos rojos de asalto.Claudette Barius
El mono de trabajo recupera su valor funcional especialmente en la cuarentena. Una de las firmas más en auge es The Only Jane, creada por una ex trabajadora en la sección de moda de publicaciones como Vogue, T Magazine o Travel & Leisure y ex directora editorial de Theory, Jane Herman. Su nueva marca únicamente comercializa monos.
Ana de Armas también reivindica el mono de trabajo en la cuarentena. Durante la epidemia de coronavirus, la actriz paseó un mono de Gucci junto a su mascota.BG004/Bauer-Griffin (GC Images)