«Chelo García Cortés ha hecho algo muy importante: dar visibilidad a las lesbianas de más de 60»

La ilustradora Andrea Galaxina presenta Chelo García-Cortés Appreciation Zine, un fanzine que aborda la faceta como referente LGTBQI+ de la veterana periodista del corazón.

La portada de Chelo García-Cortés Appreciation Zine.

La ilustradora Andrea Galaxina (Santander, 1986) comenzó a editar sus propios fanzines –publicaciones independientes al margen de los canales convencionales de distribución– mientras estudiaba Historia del Arte en Oviedo. Esta actividad continuó durante los dos años que estuvo viviendo en Noruega al acabar la carrera y no solo se ha mantenido hasta la actualidad, sino que ha centrado gran parte de su actividad profesional. Además de ser autora de ...

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La ilustradora Andrea Galaxina (Santander, 1986) comenzó a editar sus propios fanzines –publicaciones independientes al margen de los canales convencionales de distribución– mientras estudiaba Historia del Arte en Oviedo. Esta actividad continuó durante los dos años que estuvo viviendo en Noruega al acabar la carrera y no solo se ha mantenido hasta la actualidad, sino que ha centrado gran parte de su actividad profesional. Además de ser autora de ¡Puedo decir lo que quiera! ¡Puedo hacer lo que quiera!, monografía sobre el fanzine hecho por mujeres en España, Galaxina ha impartido conferencias sobre el tema de la edición independiente y ha fundado su propia editorial: Bombas para Desayunar.

El último de los títulos publicados en ella es Chelo García-Cortés Appreciation Zine (4 euros), un fanzine dedicado a la periodista del corazón, que hunde sus raíces en la afición de Andrea Galaxina por la televisión, la cultura pop, la prensa del corazón, el cotilleo y Sálvame, pero que va mucho más allá en su análisis del personaje y su contexto. Según la ilustradora santanderina, su fazine-homenaje es un acercamiento honesto a la figura de Chelo García-Cortés y su papel como referente LGTBQI+, que se aleja tanto de la intelectualidad infranqueable como de la mofa, enfoques que, para la autora, «parecen los dos únicos caminos que se pueden tomar a la hora de hablar de este tipo de temas y figuras».

¿Existe un movimiento de admiradores de Chelo o Chelo García-Cortés Appreciation Zine es una iniciativa a título personal?

Me consta que a mucha gente le gusta Chelo, aunque no estoy segura de que exista un movimiento formal de fans, cosa que sí hay en el caso de Lydia Lozano o Belén Esteban. Cuando alguien se mete con Lydia, por ejemplo, esta se convierte en trending topic y los tweets de apoyo se cuentan por miles. Sin embargo, cuando es Chelo el blanco de burlas o de críticas, no hay tanto movimiento tuitero. Supongo que es un personaje que no despierta tantas simpatías en el público en general y por eso, también, a mí me encanta.

¿Por qué elegiste Chelo y no otras periodistas como María Patiño, Gemma García o María Teresa Campos?

Las colaboradoras femeninas de Sálvame me parecen muchísimo más interesantes que los hombres. Pero Chelo tiene algo que no tienen las demás y que ha sido fundamental para dedicarle el fanzine: es parte de la comunidad LGTBQI+. Además, en el caso de María y Gemma, ellas están dentro de lo que podemos considerar lo normativo en la televisión, tanto por físico, como por estética, identidad sexual o edad. En el caso de María Teresa Campos, es verdad que podría ser interesante analizar cómo la edad es un hándicap en televisión, cómo ha pasado de ser una diosa todopoderosa a una especie de caricatura de sí misma, pero, de nuevo, más allá de la decadencia del personaje, no tiene ese punto a la contra que sí que tiene Chelo.

Dos de las cosas que se destacan de Chelo García-Cortés en el fanzine es su naturalidad a la hora de vivir su sexualidad y estar a gusto con su edad en un entorno como el de Sálvame, en el que las operaciones estéticas para rejuvenecer están a la orden del día. ¿Crees que la sociedad acepta más las sexualidades no normativas que la vejez?

Aunque pueda sonar contradictorio, muchas sexualidades no normativas están bastante normativizadas. Mientras no molestes al Sistema no importa demasiado cual sea tu orientación o tu identidad sexual. Lo mismo pasa con la edad. Si eres bollera, marica, bisexual, trans, etcétera, mientras «no se te note», estará más o menos bien. Lo mismo si eres viejo o vieja. Mientras no des mucho la lata, no seas dependiente, no cuestes demasiado, vayas a aquagym y a los viajes del Imserso, lo podemos tolerar. Pero si te sales de aquello que se ha establecido como aceptable y útil, serás un sujeto molesto. Por eso es tan complicado encontrar en los grandes medios representación de personas que sean, al mismo tiempo, parte del colectivo LGTBQI+ y mayores de 60 años. Por otra parte, que no haya representación no quiere decir que no existan y por eso el personaje de Chelo me parece tan subversivo en ese sentido.

Se suele animar a los jóvenes a que vivan su sexualidad en libertad pero son muchas las personas de mediana edad o ya ancianas que no han podido disfrutar de la vida afectiva y sexual como les hubiera gustado. ¿Crees que Chelo puede servirles de ayuda para animarse a dar ese paso?

Ojalá que me equivoque, pero es difícil que eso ocurra. El caso de Chelo se inscribe dentro de un contexto de profundo privilegio, tanto social como económico, a pesar de sus «problemillas» con Hacienda. Que una persona mayor del colectivo no pueda vivir su orientación o identidad sexual con libertad responde probablemente a problemas mucho más complejos que la falta de referentes. Por supuesto que los referentes son imprescindibles para la construcción de nuestra subjetividad, pero creo que la figura de Chelo es más importante por dar visibilidad a una realidad oculta que como referente empoderador. Además, no podemos olvidar que la televisión, los programas del corazón y especialmente Sálvame, considerado mayoritariamente como epítome de la telebasura, no son buenas herramientas legitimadoras socialmente.

Antes calificabas a Chelo como personaje subversivo por su sexualidad, pero otra de las cosas que destacas de ella es su aparente oposición a trabajar, al menos en comparación con la actividad trepidante de los otros colaboradores. ¿Es Chelo una revolucionaria frente al liberalismo salvaje de sus colegas?

Me gusta mucho hacer esa lectura del personaje de Chelo en Sálvame: la vaga que no trabaja mientras el resto está dándolo todo. ¡Como si fuese negativo no querer trabajar! ¡Nadie queremos trabajar! En todo caso y aunque pueda quitarle algo de magia a mi texto, no creo que Chelo sea una revolucionaria, pero me hizo gracia darle la vuelta al ataque furibundo y constante que le hacen el resto de colaboradores. ¿Y si Chelo en realidad es una verdadera antisistema? ¿Y si es un topo dentro de una de las herramientas creadoras de discurso político-capitalista más potentes que existen en la actualidad? ¿Y si es alguien que se aprovecha del sistema pero luego le hace la puñeta de la mejor manera que puede: ocupando horas y horas de televisión en completo silencio?

Ahora que hemos hablado de los compañeros de Chelo García-Cortés en Sálvame, en el fanzine hay una crítica clara a sus colegas, especialmente los masculinos, que suelen ser agresivos, zafios, ofensivos con ella e incluso bromean con su sexualidad. ¿Qué crees que aporta Chelo en ese ambiente enrarecido y hostil?

No creo que se metan con ella por su sexualidad. Más bien la crítica se dirige a que trabaja poco. Criticar a una compañera en Sálvame por su sexualidad estaría muy mal visto. No porque algunos elementos no tengan una ideología bastante chunga, que la tienen, sino porque los jefazos son todos hombres gays y sacar a relucir la homofobia no sería muy bien recibido. Dicho esto, en la cadena trófica de Sálvame todos los elementos son imprescindibles para el funcionamiento del programa: los bullies y las víctimas del bullying. Es parte del show y cada personaje tiene su papel. Chelo tiene un recorrido profesional muy amplio y podría haber adoptado un papel más agresivo o de superioridad moral y profesional. Sin embargo ha preferido —ella o las personas que dirigen el programa— tener un papel más pasivo, de blanco de los ataques aunque, de vez en cuando, saque a relucir su mala leche. Mi teoría es que todo es una performance y en ese teatro a Chelo le ha tocado ese personaje. Igual en una realidad paralela Chelo es la abusona ¿quién sabe?

Una de las reflexiones más interesantes del fanzine es que, aunque no es en absoluto su intención, Tele 5 ha hecho más por normalizar la transexualidad, la homosexualidad y otras formas de vivir la sexualidad que muchas campañas institucionales. ¿Podrías hablarme un poco de esa teoría?

Para las generaciones que hemos nacido sin internet ni redes sociales, si vivías en una ciudad pequeña era difícil que tuvieras acceso a ciertas realidades. En mi caso, la primera vez que vi una persona trans hablar y vivir en un contexto de cotidianidad fue en Gran Hermano. Es más, descubrí que existía la posibilidad de que, siendo mujer, te pudiesen gustar las mujeres gracias a la tele. Los programas del corazón y los realities de Tele5 han dado cabida a sujetos que potencialmente agrietaban los muros de lo normativo. Eran lugares donde esas subjetividades estaban permitidas, ya fuese por ser anecdóticas o extravagantes pero, detrás de esas «notas al pie», había cientos o miles de ojos que se sentían reconfortados al ver que no eran los únicos en el mundo. Y lo más importante: esa representación no se daba solo en la ficción. Muchas personas de mi generación hemos construido quiénes somos a partir de referentes ficticios, personajes de series o de películas que en su vida real eran personas «normales». Como si nuestras vidas solo fuesen posibles en el terreno de la ficción. Por supuesto, podemos discutir cómo se han tratado ciertos asuntos o el trasfondo terrible que tienen la mayoría de los realities y programas del corazón, pero es innegable que han tenido un papel muy muy importante en dar visibilidad a ciertos colectivos a nivel masivo.

¿A qué lectores va dirigido el fanzine? ¿A qué gente crees que le va a gustar?

No sabría decirte porque tampoco lo he pensado a la hora de hacerlo. Por formato quizás no sea el mejor para llegar un público muy amplio y, por temática, quizás no interese demasiado a las personas que forman parte de la comunidad fanzinera. Pero seguramente esto sean prejuicios míos. Creo que le podría gustar a la gente interesada en la tele, el cotilleo, la cultura pop, el humor, lo LGTBQI+, el capitalismo y el anticapitalismo. Y por supuesto a quien sea fan de Chelo, claro.

Sin embargo, al final del fanzine muestras tu temor sobre si le gustará o no a Chelo. ¿Tienes pensado enviárselo para salir de dudas?

Mi ilusión es que llegue a sus manos. No sé si lo conseguiré, pero lo voy a intentar. Mis dudas respecto a que le guste tienen su base en que pueda pensar que es una cosa irónica, como para reírnos de ella, pero como dije al principio, este fanzine es un homenaje real y sincero. No sé si Chelo es consciente de la importancia que tiene, pero me gustaría mucho que, si no lo sabe, se entere. Chelo, si estás leyendo esto, escríbeme.

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