‘Fashion people’… ¡a grabar!

Para promocionar el número de diciembre de Vogue UK, en el que Kate Moss ha sido editora invitada, la revista hizo circular un vídeo donde la modelo aparece charlando con la estilista Kate Phelan, quitándose un jersey porque le pica y afirmando, con su acento de Croydon ya diluido, que ahora le va más la jardinería que el clubbing.

A las puertas de 2015, ya nadie puede permanecer ajeno a la mirada inquisitiva de las cámaras. Incluso Anna Wintour lo comprendió después de The September Issue, el documental de 2009 en el que ella se mostraba por primera vez c...

Para promocionar el número de diciembre de Vogue UK, en el que Kate Moss ha sido editora invitada, la revista hizo circular un vídeo donde la modelo aparece charlando con la estilista Kate Phelan, quitándose un jersey porque le pica y afirmando, con su acento de Croydon ya diluido, que ahora le va más la jardinería que el clubbing.

A las puertas de 2015, ya nadie puede permanecer ajeno a la mirada inquisitiva de las cámaras. Incluso Anna Wintour lo comprendió después de The September Issue, el documental de 2009 en el que ella se mostraba por primera vez como alguien vulnerable y en el que Grace Coddington emergió como una estrella.

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Ahora Wintour aparece junto a Vera Wang, Jenna Lyons (de J. Crew) y otros titanes de la industria, como Steven Kolb, el presidente del CFDA, el gremio de la moda estadounidense, en The Fashion Fund, el docureality que se presenta como la alternativa seria al concurso de talentos Project Runway. En ambos el objetivo es dar un premio económico a un diseñador emergente, pero, al contrario que en el programa de Heidi Klum, el galardón de The Fashion Fund ya existía antes de televisarse. Alexander Wang, Thom Browne y Proenza Schouler están entre los que ganaron esos 300.000 dólares, que concede precisamente la CFDA, antes de que la competición se convirtiera en un programa del canal Ovation.

Rihanna produce Styled to Rock, un concurso de talentos de moda en el que también salen su estilista, Mel Ottenberg, la modelo Erin Wasson y el cantante Pharrell Williams.

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«Es muy interesante como espacio nicho, te das cuenta de que es un campo sembrado para que surja gente muy carismática. Además, se tocan aspectos muy técnicos, y eso es fascinante incluso para quien no sabe mucho de moda», comenta Íñigo Trojaola, responsable de documentales de Canal+, quien no dudó en comprar la serie (la segunda temporada se emite en enero) y quien desde hace años planifica Canal+ está de moda. Muchos de ellos pertenecen a ese género vérité que cada vez deja más expuestos a estos profesionales. Un fenómeno curioso si se tiene en cuenta que antes su afán era crear el efecto contrario: envolver su imagen en un halo de misterio. Y para muestra, Raf Simons, el discretísimo diseñador de Dior. Pero incluso él ha sucumbido a los encantos del piloto rojo en Dior y yo, de Fréderic Tcheng. «En este documental y en los de Loïc Prigent [el realizador francés de la serie Detrás del desfile y de títulos como La línea Balmain] puedes ver cómo en un segundo toman decisiones que significan miles de euros. Estos individuos han de tener una personalidad fuerte para que sus empresas les confíen esa responsabilidad». Esos grandes egos son los que dan los mejores minutos televisivos, según Trojaola.

El estilo Balmain, con Olivier Rousteing, y Dior and I, con Raf Simons (el primero se emite en Canal+ y el segundo pronto lo hará), ensalzan la figura del diseñador.

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Lavado de imagen. La última en bajar a las arenas de la telerrealidad es Diane von Furstenberg, quien acaba de estrenar House of DVF en el canal E! En él, 10 aspirantes a convertirse en «embajadora» de su marca tienen que pasar pruebas algo forzadas, como ir a fiestas y crear estilismos. «Es importante para la empresa conectar con las generaciones más jóvenes», justificó la diseñadora y empresaria a The New York Times. Lo más probable es que, cuando acabe el programa, quien haya sufrido el cambio de imagen no sean las 10 concursantes sino la propia Diane, quien aparece como una matriarca capaz de consolar a las chicas.

Olivier Rousteing en pleno fitting.

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Algo similar les pasó a Zac Posen y Michael Kors, quienes se convirtieron en personajes conocidos para el gran público tras su paso por Project Runway. En el caso del segundo, que hacía de juez sarcástico, está por ver cómo ha afectado a su marca. En este tipo de espacios, que se emiten en cadenas generalistas –y en el que también entrarían Styled to Rock, el concurso de talentos de Rihanna y Henry Holland en Reino Unido, o The Face, de Naomi Campbell, que tuvo a Coco Rocha y Karolina Kurkova en su primera temporada–, gran parte de la audiencia espera que se confirmen los estereotipos que ya tiene sobre el mundo de la moda. Lo ratifica el estilista Josie, José Fernández-Pacheco, quien se hizo conocido tras sus apariciones en Supermodelo. «Cuando salgo, las redes sociales se incendian, porque muchos creen que ser periodista de moda es sinónimo de criticar, cuando en realidad hay mucho trabajo de análisis detrás», admite. Sobre las figuras antes herméticas y que ahora dan la cara ante la cámara, Josie cree que se debe a que «la demanda de información de moda cada vez es mayor y se acerca al entretenimiento. Ya no basta con posar sin hablar, y si no lo hacen ellos, lo hará otro. Así que no les ha quedado más remedio».

Karolina Kurkova, Coco Rocha, el fotógrafo Nigel Barker y Naomi Campbell, en la premier de The Face.

Cordon Press