Zara Simon, espíritu bohemio
Creció entre la ropa importada de Rajastán que sus padres vendían en Portobello. El puesto evolucionó hasta convertirse en Accessorize.
El armario de Zara Simon es difícil de etiquetar. Prendas negras, pantalones de cuero y botines de tachuelas. Minivestidos bordados, colores fluorescentes y accesorios traídos de la India. «Cualquiera que lo vea no sabrá si soy una gótica o una hippie», comenta entre risas. Un vestuario inclasificable pero apropiado para su estilo de vida nómada. Nacida y criada en Londres, esta diseñadora de joyas de 31 años vive entre Ibiza y la casa en Notting Hill a la que se acaba de mudar. A eso añade estancias de dos o tres meses al año en la India. En la ...
El armario de Zara Simon es difícil de etiquetar. Prendas negras, pantalones de cuero y botines de tachuelas. Minivestidos bordados, colores fluorescentes y accesorios traídos de la India. «Cualquiera que lo vea no sabrá si soy una gótica o una hippie», comenta entre risas. Un vestuario inclasificable pero apropiado para su estilo de vida nómada. Nacida y criada en Londres, esta diseñadora de joyas de 31 años vive entre Ibiza y la casa en Notting Hill a la que se acaba de mudar. A eso añade estancias de dos o tres meses al año en la India. En la Ciudad Rosa (Jaipur) elige y corta las piedras que usa en su línea homónima de joyería. «Allí encuentro inspiración hasta en la forma de las ventanas de los palacios», explica.
Esa fascinación por la India la heredó de su padre Peter Simon, fundador y director de la cadena de ropa y complementos Monsoon-Accessorize. «Mis padres hacían el viaje hasta allí en furgoneta y volvían con ropa para vender en su puesto del mercadillo de Portobello». Cuando era niña, Zara ya jugaba a hacer pulseras con cuentas de colores, así que no dudó en realizar sus estudios de Diseño en la prestigiosa escuela Central Saint Martins. «Son brutales en sus críticas porque buscan formar a alumnos con ideas originales», explica. Tras una beca de trabajo con el joyero Stephen Webster, fundó su línea de joyería en 2008 y sigue diseñando como autónoma para el negocio paterno. Sus joyas, populares entre it girls británicas como Kate Moss, Jacquetta Wheeler o Rosie Huntington-Whiteley, se venderán en su inminente tienda online.
En su armario, mucho negro, algo de color y parte de su colección de deportivas, que combina con vaqueros pitillo.
Jorge Monedero
En su guardarropa hay más Topshop que Louis Vuitton. «No me guío por las marcas. Visito Portobello, compro en cadenas de ropa, me hago cosas en la India, siempre me paso por la tienda ibicenca Revolver y me visto con diseños de amigos, como Buba London, Anami and Janine y las hermanas Felder Felder, con las que colaboro». Su prenda favorita es un vestido corto confeccionado con telas vintage de la tienda D&Me que llevó a la boda de su mejor amiga. Prefiere la comodidad de los leggings y los zapatos planos, y atesora deportivas.
La villa en el pueblo ibicenco de Jesús le sirve de refugio para desconectar de la vorágine londinense. «Ibiza en invierno es maravillosa; en verano no piso un restaurante: como en casa, voy de compras al pueblo y me baño con mis amigos en las rocas de Sa Punta».
Lienzo de la brasileña Beatriz Milhazes y, junto a la chimenea, deportivas Nike y Vans, botines de Chloé y zapatillas con pedrería compradas en Ibiza.
Jorge Monedero
Sobre una cómoda con incrustaciones de nácar de Valerie Wade, bolsos hechos en India. Son de Buba London.
Jorge Monedero
Piedras talladas Pendientes, pulseras y anillos diseñados por Zara.
Jorge Monedero