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El inquietante caso de los zapatos que destrozaban los looks de las ‘celebrities’

Unas pecan de elegir calzado que les queda grande. Otras de embutir sus pies en sandalias que no le entran. Recopilamos los casos más sorprendentes (y nefastos).

Uno de los errores más frecuentes es ver a celebrities que se ponen zapatos que le quedan grandes. ¿El motivo? Las firmas se los prestan y, a veces, solo tienen en el showroom el número del desfile (que suele ser un 40-41).
Durante su primer embarazo, Kim Kardashian sufrió los estragos de pies hinchados + sandalias de tiras. La propia Kardashian subió la foto a su Instagram tras el evento bromeando: “¿Hinchazón de pies o un nuevo tatuaje Givenchy?”.
La modelo Holly Madison arruinó las complicadas sandalias de Charlotte Olympia con tacón de oveja por culpa de pasar de la piedra pómez y la crema hidratante.
Antes de que la alcaldesa de Jerez protagonizase el viral del verano 2015 por culpa de sus pies 'retrovisor', Julianne Moore ya la había liado en Cannes allá por 2013. Los deditos que se escapan del redil son un error frecuente en las alfombras rojas.
La estilista de la actriz británica Alice Eve debió olvidarse de pedir a tiempo el número adecuado de estos zapatos amarillos. Ella, ni corta ni perezosa, se los puso igualmente.
Los pies resbaladizos de Jennifer Lawrence se llevaron toda la atención en la premiere de Los juegos del hambre: En Llamas.
El dedo meñique de Jennifer Garner le jugó una mala pasada asomándose entre las tiras de estas sandalias de ante. ¿No le dolerá?
¿Cómo pudo caminar Taylor Swift con estos zapatos peep toe que le quedan tres números grandes?
Así barrieron los dedos de Katy Perry la alfombra roja de los MTV Video Music Awards de 2013.
Kristen Stewart arriesgó con unos stilettos flúor (y falló por culpa de no elegir su número).
Rashida Jones pudo mantener en perfecto orden los dedos de su pie izquierdo. Con el derecho no hubo tanta suerte.
Vestido negro y zapatos rojos. El estilismo de Reese Witherspoon podría haber pasado desapercibido de no ser por la talla inadecuada de sus stilettos.
Un número más. Eso es todo lo que Kendall Jenner habría necesitado para brillar tanto como la pedrería de sus sandalias.
Nos preguntamos cómo es posible caminar en semejantes andamios que, además, bailan en el pie en cada pisada. Lo cierto es que (por raro que parezca) en esta ocasión, Jennifer Lawrence no terminó en el suelo.
Aubrey Plaza repite en la lista por culpa del mismo error. No, esto no se soluciona con una plantilla.
Unas se pasan y otras se quedan cortas. A Kate Beckinsale un sandalia un número más grande le hubiese alegrado la noche.