Winona, Winona, Winona: ¿dónde estabas?

La actriz vuelve a los titulares, tras su parcial retiro de la vida pública, con el anuncio de la segunda parte de Bitelchús, una de las películas más icónicas de su carrera.

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En 1988 Winona Ryder no sólo protagonizó la película de culto Beetlejuice (Bitelchús en su versión en castellano) dirigida por Tim Burton, sino que también inició el camino que la llevaría a convertirse en todo un icono generacional. Tenía 17 años cuando le dio vida a Lydia Deetz, la adolescente que podía ver a los fantasmas porque era “extraña e inusual”. Ahora, casi 30 años después, volverá a meterse en su piel para la secuela de la película que se está preparando.

Los rumores de que Tim Burton y Michael Keaton estaban hablando sobre una segunda parte del filme em...

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En 1988 Winona Ryder no sólo protagonizó la película de culto Beetlejuice (Bitelchús en su versión en castellano) dirigida por Tim Burton, sino que también inició el camino que la llevaría a convertirse en todo un icono generacional. Tenía 17 años cuando le dio vida a Lydia Deetz, la adolescente que podía ver a los fantasmas porque era “extraña e inusual”. Ahora, casi 30 años después, volverá a meterse en su piel para la secuela de la película que se está preparando.

Los rumores de que Tim Burton y Michael Keaton estaban hablando sobre una segunda parte del filme empezaron a circular a principios de 2014. Poco a poco se fueron concretando algunos detalles y finalmente se ha confirmado la noticia. La presencia de Keaton en la nueva película estaba asegurada (el director declaró en una entrevista a IGN que “sólo hay un Beetlejuice y ese es Michael”, pero del resto del elenco no se sabía nada. La noticia de que Winona regresaba la confirmó la MTV y la espectación por el proyecto aumentó porque no sólo vuelve uno de los personajes más famosos de finales del siglo XX sino que también trae a Ryder de vuelta a la vida pública.

Tim Burton y Winona en 2008.

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¿Dónde estabas, Winona?

La actriz no se ha llevado especialmente bien con la fama. Ella misma reconocía en una entrevista a S Moda que la llegada de Internet ha tenido unos efectos sobre la privacidad de los famosos. "Cuando empecé, sólo existían unas cuantas revistas y la fama no venía necesariamente en el lote (…) En mi caso, si empezara hoy, no creo que mis padres me dejaran ser actriz”.

Hay que tener en cuenta que Ryder (cuyo verdadero nombre es Winona Laura Horowitz) no proviene de una familia convencional. Hija de una pareja hippy relacionada con integrantes de la cultura beat como Aldous Huxley, su familia se mudó a una comunidad espiritual de California llamada Rainbow en la que vivían en una austeridad extrema y sin electricidad cuando ella tenía siete años.

En 1983 comenzó a tomar clases de interpretación en el American Conservatory Theater (San Francisco) y tres años más tarde consiguió su primer papel en Lucas, dirigida por David Seltzer. Su relación con Burton comenzó en 1998 con la ya mencionada Bitelchús y siguió con la exitosa Eduardo Manostijeras (1990) en la que compartió protagonismo con Johnny Depp. La relación amorosa que mantuvo con éste último fue una de las más famosa e icónicas de los años 90. La anécdota del tatuaje de Depp en el que ponía “Winona Forever” (que tras su ruptura modificó por “Wino Forever”) hizo suspirar a jóvenes de todo el mundo: fueron la encarnación del amor grunge, aunque sólo fueran novios durante tres años.

Hasta el año 2001 la carrera de la actriz fue más que prolífica. Tanto que incluso llegó a rechazar un papel en El Padrino III de Francis Ford Coppola (1990) por agotamiento. Mermaids (Richard Benjamin, 1990), Night on Earth (Jim Jarmusch, 1991), Drácula de Bram Stoker (Francis Ford Coppola, 1992), Reality Bites (Ben Stiller, 1994), Mujercitas (Gillian Armstrong, 1994), Alien: Resurrection (Jean-Pierre Jeunet, 1997), Celebrity (Woody Allen, 1998), Inocencia interrumpida (James Mangold, 1999) u Otoño en Nueva York (Joan Chen, 2000) fueron sólo algunas de las películas en las que participó.
 

Winona Ryder en Reality Bites y en Drácula de Bram Stoker.

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En diciembre de 2001 llegó el escándalo que marcaría para siempre su imagen para la opinión pública y su propia personalidad: la actriz fue sorprendida robando ropa de marca en Saks Fifth Avenue en Beverly Hills por valor de unos 5.000 dólares. Condenada a tres años de libertad condicional, 480 horas de servicios a la comunidad y 10.000 dólares de multa, ella misma pide ingresar en una clínica psiquiátrica. Pese a pedir disculpas y reconocer problemas depresivos y de adicción –entre otras cosas– el mundo del cine tardaría en perdonarla: los logros conseguidos anteriormente no suelen servir de aval en este tipo de sucesos.

Aunque durante la primera década de los 2000 no llegó a desaparecer del todo –protagonizó películas como Mr. Deeds (Steven Brill, 2002), La vida privada de Pippa Lee (Rebecca Miller, 2009), The Iceman (Ariel Vromen, 2013) o Homefront (Gary Fleder, 2013)– Ryder ha centrado sus esfuerzos en otros aspectos de su vida como el trabajo en las reservas indias de Estados Unidos, actividad que ha desarrollado desde su adolescencia. Puede que el regreso de Bitelchús vuelva a despertar a la estrella de cine que lleva dentro, aunque también es posible que, en esta ocasión y gracias a la madurez, no se deje llevar por los espejismos de la fama.

Amor en los 90.

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Winona en Bitelchús.

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