“No eres mi familia. No eres mi amiga”: Kim Cattrall no estará en el retorno de ‘Sexo en Nueva York’ porque odia profundamente a Sarah Jessica Parker
Su amistad en la pequeña pantalla era ficticia. Durante años se rumoreó que las dos actrices no se llevaban bien, pero las sospechas se confirmaron en 2017 cuando se canceló el rodaje de una tercera película inspirada en la serie.
El retorno de Sexo en Nueva York se avecina. El pasado septiembre Sarah Jessica Parker ya habló de sus planes de volverse a poner en la piel de la columnista Carrie Bradshaw en una entrevista en Entertainment Tonight. Sin embargo, no ha sido hasta ahora que ...
El retorno de Sexo en Nueva York se avecina. El pasado septiembre Sarah Jessica Parker ya habló de sus planes de volverse a poner en la piel de la columnista Carrie Bradshaw en una entrevista en Entertainment Tonight. Sin embargo, no ha sido hasta ahora que Deadline ha confirmado que será en formato miniserie y que podrá verse en la plataforma HBO Max. Eso sí, tal como se sospechaba, habrá una gran ausente: Samantha Jones, el carismático personaje interpretado por Kim Cattrall, no participará en esta producción.
Esto último no ha sorprendido a los seguidores. Desde que Sexo en Nueva York se estrenó en 1998 siempre han corrido infinidad de rumores acerca de la tensa relación que mantenían Parker y Cattrall. Según publicó The Telegraph en 2008, su enemistad empezó semanas antes de grabarse la segunda temporada, justo cuando su creador y principal productor, Darren Star, fue reemplazado por Michael Patrick King. Al parecer, Kim era íntimo de Star, su mayor apoyo entre bambalinas, por lo que nunca vio con buenos ojos que uno de los mejores amigos de Sarah ocupara su lugar. Asimismo, también hay fuentes que apuntan a que sus compañeras de reparto nunca le perdonaron que filtrara a la prensa un supuesto aborto de Cynthia Nixon, la actriz que encarnaba a Miranda Hobbes. Con la cámara apagada la felicidad no era precisamente lo que reinaba en el Upper East Side.
Tampoco ayudó que desde esa misma segunda temporada se le otorgara a Parker el título de productora ejecutiva, lo cual implicó que cobraría 300.000 dólares más que el resto de las coprotagonistas. Con el ego dañado, Cattrall aprovechó una entrevista en el programa Friday Night de Jonathan Ross para confesar que dicha disputa salarial fue lo que verdaderamente marcó el fin de la serie en 2004. «Sentí que después de seis años era hora de que todas participáramos en las ganancias financieras de Sexo en Nueva York. Al no parecer entusiasmados con eso pensé que era hora de seguir adelante», dijo al respecto. Pese a sus reticencias iniciales, tras un acuerdo económico del que se desconoce la letra pequeña, en 2008 no dudó en participar en Sexo en Nueva York: La Película.
La cinta fue un éxito en taquilla. De hecho, en 2010 hubo una segunda. Pero ya para entonces el equipo de rodaje advirtió que, de no ser por exigencias del guion, Sarah Jessica Parker y Kim Cattrall apenas se dirigían la palabra. Ambas, al ser preguntadas por ello, echaron balones fuera y acusaron a la prensa de crear estos infundios. «La gente no quiere creer que nos llevamos bien. Han invertido demasiado tiempo en la idea de dos mujeres fuertes y exitosas peleando entre ellas. Esto hace que los chismes sean jugosos y que se publiquen. Que seamos amigas, nos llevemos bien y hagamos felizmente nuestro trabajo juntas no es ni de lejos tan noticioso. Creo que Sarah es fantástica. Es una líder nata y guía a la tripulación y al elenco de una manera fuerte pero amable. Ella y yo estamos hartas de esto. Es agotador hablar de ello, y un verdadero aburrimiento», verbalizó Cattrall en el Daily Mail. «No siempre ha sido fácil, pero la idea de que somos de alguna manera adversarias es ridícula», remarcó Parker en las páginas de Marie Claire pocos meses después.
Durante años hubo una tensa calma. No obstante, todo cambió en septiembre de 2017, el mismo día que el Daily Mail adelantó que no habría un tercer largometraje de Sexo en Nueva York por culpa de las exigencias de Cattrall. Tras dicha publicación la actriz acudió a su cuenta de Twitter para dejar claro que «la única demanda que hice fue que no quería hacer una tercera película… y eso fue en 2016». Parker, sin mencionar en ningún momento a la que fue su compañera, horas después confirmó la noticia en Extra TV: «Se acabó… no lo vamos a hacer. Estoy decepcionada, teníamos un guion precioso, divertido, desgarrador y con historia. No es solo decepcionante que no podamos contar la historia y tener la experiencia, es más decepcionante para la audiencia que tanto ha esperado otra película».
Cattrall, al verse atacada, aprovechó una larga entrevista con Piers Morgan unas semanas después para sacar a relucir lo que para muchos era un secreto a voces. «Nunca fuimos amigas. Éramos colegas y creo que de alguna manera era bastante sano, porque así se tiene muy clara la línea entre tu vida profesional y personal», afirmó tanto de Parker como del resto del elenco. «Recuerdo claramente que tomé la decisión de no participar en el filme en diciembre de 2016 cuando recibí una llamada. Mi respuesta fue simplemente: ‘Gracias, pero no’. Lo saben desde entonces. No se trata de más dinero o más escenas. Se trata de una decisión muy poderosa en mi vida de terminar un capítulo y empezar otro. Tengo 61 años. Las otras chicas son diez años más jóvenes y esa es su elección. Recibir esta mala prensa por algo que llevo diciendo desde hace casi un año, que afirmen que soy una diva por mis exigencias… Es ahí cuando responsabilizo a las personas de Sexo en Nueva York, especialmente a Sarah Jessica Parker, ya que creo que pudo haber sido más amable. No sé cuál es su problema, nunca lo he sabido. Nunca pedí dinero, nunca pedí proyectos. Ser considerada como una especie de diva es absolutamente ridículo. Todas ellas tienen hijos y yo tengo diez años más. Desde que terminó específicamente la serie he estado pasando la mayor parte de mi tiempo fuera de Nueva York, así que no las veo. El terreno común que teníamos era la serie, y la serie ha terminado. Y después hay otra cosa decepcionante, y es que nunca nadie levanta el teléfono, intenta contactarte y te pregunta ‘¿cómo estás?’. Esa habría sido la forma de manejarlo», sentenció. Parker, muy diplomáticamente, simplemente se limitó a contestar que al oír esas palabras se sintió «con el corazón roto» y que «no es así como recuerdo nuestra experiencia».
La historia se complicó todavía más cuando en febrero de 2018 se supo que el hermano de Cattrall había fallecido repentinamente. Parker le dio el pésame a través de Instagram escribiéndole: «Querida Kim, todo mi amor y mis condolencias para ti y para los tuyos y que Dios acoja en su gloria a tu hermano». Cattrall recurrió a la misma red social para compartir con sus seguidores un demoledor mensaje: «Mi madre me preguntó hoy: ‘¿Cuándo te dejará en paz esa @sarahjessicaparker, esa hipócrita?’. Tu continuo acercamiento es un doloroso recordatorio de lo cruel que fuiste entonces y ahora. Déjame que deje esto MUY claro (si no lo he hecho ya). No eres mi familia. No eres mi amiga. Así que te escribo para decirte por última vez que dejes de explotar nuestra tragedia para hacer ver que eres una chica adorable».
Una posible reconciliación es inviable. Principalmente, por parte de Cattrall. O, al menos, eso es lo que se desprende de las declaraciones que Parker hizo pocos días después en People: «Jamás he hablado sobre ello, excepto para decir que algunas de nosotras estábamos decepcionadas de que la película no se llevara a cabo. Nunca respondí a la conversación de Kim con Piers Morgan, en la que dijo cosas que fueron muy dolorosas para mí. Tuvimos una experiencia maravillosa en la serie y no habrá nada que se le parezca. Teníamos una conexión con la audiencia, con la ciudad y con el equipo. Y tuvimos la oportunidad de contar todas estas historias tan locas sobre cada una de nosotras, así que no quiero romper eso. No podía imaginarme a nadie más interpretando ese papel. Por tanto, no hubo ninguna pelea; fue completamente fabricada porque en realidad nunca respondí. Y no lo haré, porque ella necesitaba decir lo que necesitaba decir y ese es su privilegio». Con todos estos antecedentes lo raro hubiese sido que en esta futura miniserie viéramos nuevamente a Samantha Jones. Sospechosamente Kim Cattrall lleva demasiados meses callada, pero muy probablemente contraatacará una vez se estrenen estos esperados episodios. Por supuesto, la guerra no ha terminado.