La evolución de los trajes de tenis de Serena Williams, la deportista más influyente de la historia de la moda La ganadora de 23 Grand Slams ha sido muy criticada por las mentes más reaccionarias del deporte, pero durante más de dos décadas Serena ha querido que sean su juego, y su ropa, los que hablen por ella. Así ha sido su llamativa evolución. Este es uno de sus estilismos más recientes (lo acaba de lucir en el Open de Australia) y ya ha copado numerosos titulares. El mono asimétrico negro, rojo y rosa que dejaba su pierna izquierda al descubierto es un buen ejemplo de sus atrevimientos estilísticos en la pista. La creación, firmada por Nike, está inspirada en la atleta Griffith-Joyner, ganadora de tres oros en los Juegos Olímpicos de Seúl en 1988. Icon Sportswire (Icon Sportswire via Getty Images) La niña que posaba con diez años en las pistas del barrio de Compton en California se ha alzado como la deportista más influyente en la industria de la moda del último siglo. Paul Harris (Getty Images) En uno de los mayores ejemplos de power dressing jamás vistos sobre una pista de tenis, Williams apostó por realizar el calentamiento previo a los partidos del US Open de 2013 vistiendo una americana. Repitió en Wimbledon, eligiendo un modelo teñido del característico blanco de la competición. Joe Scarnici (Getty Images) Y con el mono llegó la polémica. Tras dar a luz a su hija Alexis Olympia y sufrir problemas de coagulación tras el parto, Williams apostó por la malla negra para mejorar la circulación en su regreso a Roland Garros. Sin embargo, el presidente de la Federación Francesa de Tenis, Bernard Giudicelli, calificó la elección como “una falta de respeto al juego y al lugar”, confirmando que sería vetado en ediciones posteriores. Mike Frey (Getty Images) Otra de sus mayores declaraciones de estilo fue el look diseñado por Virgil Abloh inspirado en un tutú de bailarina, con el que sorprendió a todos en el US Open de 2018. “Puedes quitarle a la superheroína su traje, pero nunca podrás quitarle sus superpoderes”, aseguraba tras la controversia unos meses atrás en París. DON EMMERT (AFP via Getty Images) Durante su entrada a la pista lució otras prendas de la línea, como esta chaqueta negra con las flechas y referencias a un arnés típicos de Off-White. En su regreso a Roland Garros, en 2019, un año después del controvertido mono, Williams quiso hacer otra declaración de intenciones eligiendo otra creación de Virgil Abloh, director creativo de Off-White y de la división masculina de Louis Vuitton. En el calentamiento mostró una chaqueta en la que podían leerse las palabras “madre, reina, diosa y campeona” en francés. A Giudicelli no se le volvió a ocurrir criticar los looks de Serena. NurPhoto (NurPhoto via Getty Images) La de Michigan se matriculó en 1999 en una escuela de diseño de moda en Florida. Uno de sus diseños (en la imagen) debió darle suerte en el Open de Australia en 2012, porque se alzó con la victoria final. Cynthia Lum (Getty Images) A finales de 2003 firmó con Nike, después de haber sido esponsorizada por Puma. Su primer estilismo en colaboración con la firma de Oregón ya anticipaba la exuberancia de lo que estaba por venir. Esa especie de corsé color plata que realzaba su figura originó comparaciones con iconos pop como la princesa guerrera Xena. Valorado en cerca de 40 millones de euros, aquel contrato fue considerado como el más lucrativo para una deportista hasta la fecha. Solo hace falta mirar su galería de trofeos para ratificar que ella les ha pagado con creces. Mike Hewitt CIM\100EOS1D\9BDA095 Como la fashion victim que es, Serena dejó claro a los diseñadores de Nike que la comodidad no era lo más importante para ella. “Les dije, ‘Mirad, quiero lucir muy bien en la pista. No tengo que estar comodísima. Si queréis haced cambios y usar diferentes tejidos que otros jugadores no quieren llevar, hacedlo. A mí no me hace falta sentirme tan confortable como a ellas”, declaró a ESPN. Julian Finney (Getty Images) Dicho y hecho: en 2004 canalizó su amazona interior y compitió en el US Open calzando unas botas negras de Nike. Ezra Shaw (Getty Images) Williams dijo inspirarse en James Dean para romper con la tradición y llevar el tejido vaquero a las pistas, combinando falda y crop top. Antes, otra figura provocadora del tenis como Andre Agassi, ya había lucido shorts vaqueros. Carley Margolis (FilmMagic) Los manguitos de compresión negros combinan a la perfección con el vestido blanco de una Serena que, en 2017, quiso apostar por un “estilo más clásico” sobre la pista. Anthony Au-Yeung (Getty Images) La campeona ha tenido que someterse en numerosas ocasiones al escrutinio público sobre su cuerpo, siendo defendida a su vez por leyendas de la raqueta como Billie Jean King. “La persecución a los cuerpos de las mujeres debe terminar. El talento excepcional que Serena Willliams ofrece al juego merece un respeto. Las críticas a lo que ella viste para trabajar son una auténtica falta de respeto”, escribió en un tuit. Scott Barbour (Getty Images) Ella ha sido una de las deportistas más vocales con respecto a problemáticas como la desigualdad entre hombres y mujeres en la industria deportiva o el racismo sistémico en Estados Unidos. En el día de Martin Luther King en 2017, apostó por honrar al defensor de los derechos civiles con esta elección estilística. Quinn Rooney (Getty Images) Williams también se ha atrevido con estampados como el de leopardo, que vistió durante el US Open de 2014, para congratulación de la prensa especializada. Julian Finney (Getty Images) Esta imagen, tomada cuando tenía once años, demuestra que no era la primera vez que jugaba tirando de estampado. Ken Levine (Getty Images) Detalle de la manicura de la tenista, otro de los aspectos que se ha encargado de cuidar con mimo antes de empezar cada juego. Elsa (Getty Images) El estricto código de vestimenta de Wimbledon, que exige el blanco inmaculado a sus jugadores, ha supuesto un desafío a la estadounidense a la hora de colar pequeñas innovaciones. El dibujo en forma de ‘v’ de este look es una metáfora perfecta del romance de Williams con el torneo, en el que ha triunfado hasta en siete ocasiones. Michael Regan (Getty Images) Sus éxitos deportivos también han tenido ascendencia en el mundo de la moda. Ha sido portada de las principales cabeceras, invitada en diferentes galas Met y en 2019 presentó en el marco de la semana de la moda de Nueva York su línea S by Serena Williams. En la imagen, combinando naranja y rosa en el Open de Madrid de 2010. Jasper Juinen (Getty Images) A tenor de la riqueza y abundancia de sus estilismos, no es de extrañar que editoras de moda como Anna Wintour se sienten cada año en las gradas de los grandes torneos. Mike Hewitt (Getty Images) Los monos son una de sus elecciones más recurrentes y este verde de Nike, de pernera corta, también llamó la atención en el Open de Australia de 2019. Cameron Spencer (Getty Images) La irrupción de Serena Williams en el tenis de competición fue fulminante. En 1999, con apenas 18 años, ganó su primer ‘grande’, convirtiéndose junto a su hermana Venus en las dominadoras del circuito. Sus looks supusieron una bocanada de aire fresco en el deporte más elitista y conservador. Simon M Bruty (Getty Images) Antes de firmar con Nike, Serena vestía de Puma en todas las competiciones. Y, sí, en aquella época también arriesgaba. Sirva como ejemplo este top con cremallera con el que presumía de piercing en el ombligo. Scott Halleran (Getty Images) Como si fuera un diseño ideado en nuestros días, en los que el escote cuadrado se ha convertido en una tendencia presente en todas las firmas, la tenista se adelantó a la moda en 2011. Ojo al detalle del colgante con forma de corazón. GEOFF ROBINS (AFP via Getty Images) Las faldas de volantes han sido un habitual en los conjuntos lucidos por la deportista desde que comenzó a competir en el circuito. Lisa Blumenfeld (Getty Images) Con motivo del Mundial de fútbol de Corea y Japón de 2002, la tenista quiso mostrar su apoyo a la selección de Camerún luciendo el escudo y los colores del conjunto africano, al que también vestía la firma de ropa deportiva Puma, durante el torneo de Roland Garros. Phil Cole (Getty Images) Aunque lo suyo son las siluetas, cortes, estampados y colores llamativos con los que ninguna otra tenista se atreve, a veces simplemente busca pequeños detalles para diferenciarse del resto. Es el caso del cut out que luce en la imagen y que bien podría inspirar un vestido de fiesta. FREDERIC J. BROWN (AFP via Getty Images) Tirante asimétrico, cinturón anudado e inspiración setentera. Con este lookazo firmado por Puma ganó su primer Open de Australia en 2003. Phil Cole (Getty Images) Serena nunca le ha tenido miedo a la cuestionada combinación de rosa y rojo. Tampoco a plantarse en el Roland Garros con pendientes de generosas proporciones y un llamativo y brillante piercing que podía verse gracias a su defensa del crop top. Cynthia Lum (Getty Images) El minivestido combinado con leggings es otro look muy Serena. Lo utilizó contra Garbiñe Muguruza el año pasado en el Open de Miami, aunque en aquella ocasión no le dio la victoria: Williams abandonó a mitad del juego por no encontrarse del todo bien, lo que le valió el triunfo a la española. Yong Teck Lim (Getty Images) Hace unos días jugó en Estados Unidos vestida de rojo de arriba abajo (y con un coletero igual de llamativo). ¿Lo mejor? La chaqueta semitransparente ajustada a la cintura imitando el corte de un vestido baby-doll. Matthew Stockman (Getty Images) Incluso las elecciones más simples de la estadounidense la convierten en un imbatible icono de estilo sobre la pista. Este look de intenso azul que llevó hace cinco años es una buena prueba. ROBYN BECK (AFP via Getty Images)