Retirarse a tiempo es elegante, pero no rentable

Cuando se encuentran en el punto álgido de su carrera muchos artistas deciden retirarse antes de que su éxito empiece a languidecer. El último en anunciarlo ha sido Tarantino.

Getty

¿Retirarse a tiempo o acabar anunciando mantequilla como Johnny Rotten, el que un día fue el rey del punk? Puede que un pensamiento similar llevase a Quentin Tarantino a anunciar su posible retirada del mundo del cine tras su décima película. El cineasta estadounidense que ha estrenado siete filmes por el momento, explicó a la revista Playboy: “No quiero ser un director viejo. Quiero parar en un cierto punto. Los directores no mejoran según envejecen. Generalmente sus últimas cuatro películas suelen ser las peores”....

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

¿Retirarse a tiempo o acabar anunciando mantequilla como Johnny Rotten, el que un día fue el rey del punk? Puede que un pensamiento similar llevase a Quentin Tarantino a anunciar su posible retirada del mundo del cine tras su décima película. El cineasta estadounidense que ha estrenado siete filmes por el momento, explicó a la revista Playboy: “No quiero ser un director viejo. Quiero parar en un cierto punto. Los directores no mejoran según envejecen. Generalmente sus últimas cuatro películas suelen ser las peores”.

No es el único que ha tomado dicha determinación. Ellen Pompeo, la famosa Meredith de Anatomía de Grey, declaró recientemente que posiblemente deje de actuar cuando la serie que protagoniza llegue a su fin (fecha que aún no se ha anunciado). La actriz ha declarado: “Siento que no quiero seguir trabajando para otras personas. Y en cuanto a la actuación, no creo que tenga que probar nada más ¡Aunque no tenga premios!”. Desde hace años, Pompeo ha estado produciendo algunos proyectos para la cadena ABC y ABC Family, en la que estrenará una adaptación de la novela Debt, escrita por Rachel Carey.

Kristin Scott Thomas también está harta de la gran pantalla o, al menos, de la industria que la gestiona. Tras 20 años haciendo películas, la actriz se dió cuenta de que no podía seguir rodando más filmes, así que su resolución fue simple: parar de hacerlos. Su anuncio no causó tanto revuelo como el de Tarantino –que ni siquiera ha puesto una fecha concreta para su jubilación– puede que porque ambos han ocupado siempre puestos diferentes en la escalera del estrellato.

El mundo de la moda también ha tenido sus despedidas, por supuesto, aunque no todas han sido irrevocables ni han tenido la misma intención. Por ejemplo, el pasado mes de septiembre, el diseñador Jean Paul Gaultier anunció que dejaba el prêt-à-porter pero (y aquí está la clave) pasaría a dedicarse a la Alta Costura por completo. No deja de ser un adiós, pero no como el del que se muda a la otra parte del mundo sino, más bien, como el del que cambia de barrio.

Sin embargo, el de la diseñadora belga Ann Demeulemeester fue un adiós de los que se intuye para siempre. De manera elegante y un poco ‘a la francesa’ la creadora anunció, mediante un comunicado, que abandonaba su marca porque a partir de ese momento se abría una “nueva era” para ella. La marca continúa en funcionamiento pero sin la diseñadora que le da nombre. No es el único caso –véase, sin ir más lejos, Jil Sander– pero Demeulemeester no parece que vaya a regresar. Unas y otros sostienen, de manera más o menos tajante, que el motivo del abandono de sus carreras es el “saber hacerlo a tiempo” antes de que su figura decaiga ante los ojos de millones de espectadores.

Ellen Pompeo.

Getty

Tirar de nostalgia para hacer caja

De entrada puede parecer la opción acertada ¿Para qué mancillar el buen recuerdo que el público tiene de ti si puedes dejar tu carrera cuando se encuentre en el punto más alto (y por lo tanto no haya empezado a decaer)?

Muchos y muchas lo pensaron así, pero con el tiempo y puede que por la necesidad de dinero, volvieron a la carga años después de su supuesto adiós. En el mundo de la interpretación o en el de la moda puede que no sea tan común (en diseñadores individuales, no tanto como en marcas que se rescatan) pero en el de la música es más que evidente. Y especialmente en los últimos tiempos, en los que las giras son las que más dinero proporcionan a los artistas.

The Backstreet Boys actuando en Madrid y Barcelona hace sólo unos meses (y con la opción de Premium Golden Ticket con acceso al recinto sin hacer cola, snacks y “pre-concert party con Paparazzi experience en Photocall”) puede sonar –y no solo literalmente– ridículo, pero quizá no lo sea tanto. Según Billboard, en 2012 la banda ganó más de 5 millones y medio de dólares en su gira. El año anterior se había embolsado unos 15 millones en su tour combinado con New Kids On The Block. La nostalgia triunfó y sus fans volvieron a pintarse la cara con los nombres de sus adorados músicos (¡Nick Carter!) aunque la adolescencia ya sólo fuese un recuerdo para todos y todas.

¿Había alguna razón no económica para el regreso de The Backstreet Boys?

Getty

De hecho, según el mismo ranking, en el Top Ten de las giras que más dinero ganaron durante el 2013 sólo hay 4 artistas “actuales”: Beyoncé, Rihanna, Taylor Swift y P!nk. El resto son viejas glorias como Depeche Mode, The Rolling Stones o Bon Jovi, que fue el que más recaudó con más de 200 millones en sólo 90 conciertos.

Habrá quien les acuse de seguir en los escenarios pese a que sus últimos discos hayan pasado desapercibidos y sólo vivan de sus antiguos hits. O que se les eche en cara que sus reuniones sólo tienen como objetivo el recaudar millones para sanear sus cuentas, pero parece que la fórmula funciona. Quizá por eso Roxette celebrará su trigésimo aniversario en los escenarios (incluidos los de Madrid y Barcelona). Una retirada a tiempo no siempre es una victoria. Al menos no en términos económicos.

Roxette tiene claro que una retirada a tiempo puede salir cara.

Getty