Liza Minnelli y Peter Allen: la tormentosa relación del icono gay y su esposo homosexual
Presentados por Judy Garland, el primer marido de Liza Minnelli reconoció ser gay poco después del enlace.
«Sigo creyendo en el amor. Eso sí, no pienso volver a casarme. Prometido. Y si no lo cumplo, vengan a buscarme, denme un golpe en la cabeza y llévenme a España», confesaba Liza Minnelli a Bárbara Celis en una entrevista publicada en El País con motivo de la gira española que realizó en el verano de 2007.
En esas fechas la actriz se acababa de divorciar de David Gest, con el que se había casado en 2002 y separado en 2003 de forma poco amistosa. ...
«Sigo creyendo en el amor. Eso sí, no pienso volver a casarme. Prometido. Y si no lo cumplo, vengan a buscarme, denme un golpe en la cabeza y llévenme a España», confesaba Liza Minnelli a Bárbara Celis en una entrevista publicada en El País con motivo de la gira española que realizó en el verano de 2007.
En esas fechas la actriz se acababa de divorciar de David Gest, con el que se había casado en 2002 y separado en 2003 de forma poco amistosa. Durante el proceso ni siquiera faltó una denuncia de malos tratos interpuesta por Gest, en la que acusaba a la artista de golpearle cuando estaba ebria, lo que era bastante habitual, y de causarle daños permanentes, lo que no estaba tan claro.
Gest era el cuarto marido de Minnelli después del escultor Mark Gero, el director de cine Jack Haley Jr. y Peter Allen, un talentoso cantante, bailarín y actor australiano que se separó de la actriz después de que ella lo descubriera en la cama con un hombre. «Nunca mientras viva llegaré a casa de nadie por sorpresa. ¡Llamo antes!», bromearía después Minnelli.
El yerno ideal
Peter Allen había nacido en Tenterfield, Nueva Gales del Sur, en 1942. Desde muy joven se interesó por el mundo del espectáculo y, en los años 60, tuvo un notable éxito como cantante junto a Chris Bell, otro joven australiano del que se decía que era su novio. Ajenos a los rumores y bajo el nombre de Allen Brothers, la pareja interpretaba un repertorio enfocado a los adolescentes de la época, en el que se incluían canciones como Three Eyed Man, Come Back Silly Girl, Calendar Girl o Up, Up & Away.
El contacto de Peter Allen con la familia Minnelli se produjo gracias a Mark Herron, actor estadounidense que, en 1965, se había convertido en el cuarto marido de Judy Garland, madre de Liza. Cuando la protagonista de El mago de Oz conoció al joven australiano, quedó prendada de él, lo apadrinó como artista e hizo todo lo posible porque conociera a su hija y se comprometiera con ella.
Antes de seguir adelante, merece la pena prestar atención a la relación que mantenían Liza, Peter, Mark y Judy. Como relataba Raquel Piñeiro en Vanity Fair, además de ser dos divas gay, Liza Minnelli y Judy Garland estuvieron siempre rodeadas de homosexuales, incluso en su propia familia. El padre de Judy, Frank Gumm, era gay y también lo era su primer esposo y padre de Liza, Vicente Minnelli, por mucho que su hija haya querido desmentirlo en algunas entrevistas: «Bueno, cariño, [mi padre] se casó cuatro veces. ¡Y deberías haber visto los cuadros que pintó de mujeres desnudas!», argumentaba Minnelli de un modo un tanto naif en la web de The Advocate.
Por su parte, tanto Judy como Liza se casaron con maridos homosexuales en, al menos, dos ocasiones: las correspondientes al ya mencionado Minnelli, a Mark Herron y a Peter Allen. De hecho, Herron y Allen, ya se conocían antes de que el productor se lo presentase a Judy Garland. «Se habían acostado ya en Hong Kong, en Londres, y seguirían haciéndolo en Estados Unidos», explicaba Piñeiro.
A pesar de esos antecedentes, el noviazgo entre Peter y Liza siguió adelante y, el 3 de marzo del 67, la pareja contrajo matrimonio en Nueva York. Unas semanas después del enlace, al regresar de improviso a casa, la actriz encontró a Allen con otro hombre en la cama. «Fue la primera mentira seguida de una larga serie de mentiras, como ‘era la primera vez’, ‘no lo volveré a hacer’, ‘tenía curiosidad’o ‘estaba borracho’», recordaba Minnelli.
El chico de Oz
Todo el mundo en Hollywood sabía que Peter Allen era gay. Todos menos Liza que, cuando por fin se convenció, decidió seguir apostando por el matrimonio. «Lo intentamos, lo intentamos de verdad, pero no funcionó. Pero siempre, siempre estuvimos muy unidos y, por supuesto, estuve con él hasta el final», recordaba Minnelli.
Cuando la actriz y cantante hablaba del final, se refería a la muerte de Peter Allen, acaecida el 18 de junio de 1992 a consecuencia del sida. El matrimonio se había separado en 1974, pero habían continuado siendo muy buenos amigos. De hecho, Allen fue el compositor del tema principal de Arthur, el soltero de oro, la película que Minnelli protagonizó junto a Dudley Moore y que le valió un Oscar a la mejor canción original. Un éxito que se sumaba a temas como Not the Next Boy Door, su homenaje a Judy Garland Quiet please, there’s a lady on stage o su llenapistas I go to Rio, una pegadiza canción cuyos primeros acordes fueron sampleados para Ritmo de la noche de Mystic.
Ídolo adolescente, protegido de Judy Garland, esposo de Liza Minnelli, compositor de éxito, famoso abiertamente gay en los ochenta, cantante capaz de entrar en el Radio City Music Hall a lomos de un camello y bailar con las Rockettes… La vida de Peter Allen fue tan intensa y espectacular que, en 1998, se estrenó en Australia un musical sobre él. Llevaba por título The Boy From Oz y, tras superar el millón de espectadores en su país, donde se llegaron a hacer representaciones en estadios de fútbol ante más de diez mil personas, saltó a Broadway, e incluso se hizo una versión en castellano.
Estrenada en el teatro Imperial de Nueva York en 2003, la versión estadounidense de The Boy From Oz contaba con un reparto de lujo. Hugh Jackman interpretaba a Peter Allen, Isabel Keating a Judy Garland y Stephanie Block a Liza Minnelli. No obstante y a pesar del éxito de público, de las buenas críticas y del Tony al mejor actor para Jackman, la que fuera esposa de Allen se mostró muy molesta con el montaje. «No tenía necesidad de verlo, yo lo viví. Estuve allí cuando sucedió, pero nadie me preguntó nada al respecto; nadie podía preguntarle nada a Peter. Se hizo absolutamente sin la participación de las personas que lo vivieron», declaró Liza Minnelli a la revista australiana Queensland.