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«Parecían dos misiles»: las razones por las que estas mujeres se quitaron los implantes de pecho

Convencidas de que los querían, estas celebridades se pusieron implantes para acabar retirándolos por diferentes motivos.

Chrissy Teigen. La modelo ha sido la última en sumarse a la lista de celebridades que pasan por quirófano para revertir su aumento de pecho. Ya manifestó en una entrevista con la edición británica de Glamour en marzo su intención de hacerlo, pero la crisis del coronavirus le obligó a posponer sus planes. En una publicación reciente de Instagram aseguró que la operación estaba al caer. "¡No os preocupéis por mí! Está todo bien. Todavía tendré tetas, pero serán solo grasa, que es de lo que se componen en realidad. Un absurdo y milagroso saco de grasa".
Pamela Anderson. La actriz y activista se decidió a extraer sus implantes por razones estéticas en 1999. "Soy bajita y no me veía bien con esos pechos enormes. Me estaba dando cuenta entonces", confesó a Entertainment Tonight. Pese a que no lo hizo por razones de salud, en el mismo programa desveló después que durante la operación encontraron una fuga en una de ellas.
Tori Spelling. Conocida por su papel en la serie Sensación de vivir, la intérprete dijo en una entrevista del programa Good Morning America en 2011 que había cometido un error al operarse. "Me puse pechos a los veintipocos; si hubiera sabido que podría afectar la producción de leche materna, nunca se me habría ocurrido". Eso sí, no se las quitó hasta 2014 y por recomendación médica, como quedó documentado en su reality show True Tori.
Victoria Beckham. La ex Spice Girl reconvertida en diseñadora de éxito no ha tenido problemas en hablar de sus implantes de pecho y su posterior retirada en varias ocasiones. Según el New Zealand Herald, en 2011 dijo que "parecían dos misiles de bazuca". En 2017 publicó una carta a su yo de 18 años en Vogue UK donde recomendaba a su pasado adolescente: "No toquetees tus tetas. Celebra lo que tienes".
Stevie Nicks. La que fuera vocalista de Fleetwood Mac se deshizo de sus implantes por salud en 1994 tras 18 años con ellos. "Como la cocaína, todo el mundo se lanzaba a ellos y te decían que eran seguros, pero soy la prueba viviente de que no es así", declaró a la revista People. También afirmó que tras la extracción los doctores los encontraron completamente destrozados.
Sharon Osbourne. La matriarca del clan Osbourne, que ha dejado su característico pelo rojo por sus canas este 2020, declaró en el programa The Talk en 2011, del que era presentadora, que se había quitado los implantes por cuestiones médicas. "Una mañana desperté y uno de mis pechos era más largo que el otro". Tras la operación, se sintió aliviada. "Ya no tengo la sensación de tener encima un colchón de agua".
Melissa Gilbert. "Una de las decisiones más inteligentes que he tomado en mi vida", dijo la actriz famosa por su trabajo en La casa de la pradera sobre retirar su aumento de pechos. El temor a problemas futuros fue el catalizador de esta resolución. "¿Qué voy a hacer con 80 años cuando necesite una prótesis de cadera y además un cambio de pechos? Es inevitable, tienen fecha de caducidad".
Yolanda Hadid. La modelo y madre de Bella, Gigi y Anwar no solo se libró de sus implantes hace tiempo, sino que celebró la decisión de Teigen con un "chica lista" en la publicación. Un año antes reveló por Instagram que había revertido todos sus retoques, incluido el implante de pechos. ¿Cuándo? En un episodio del reality The Real Housewives of Beverly Hills en 2016. La silicona se había soltado y esparcido por su cuerpo.
Tara Reid. La actriz, cuyos picos de notoriedad se han dado con sus papeles en las sagas American Pie y Sharknado, también se arrepintió de aumentarse el pecho. En 2006 contó a ABC News que dos años antes se había operado para igualarlos, pues uno era más grande que el otro. El resultado no fue el esperado. "Tenía bultos alrededor de los pezones, y fueron a peor". La reconstrucción, dijo, fue dolorosa, pero mereció la pena. "No seré perfecta, pero he recuperado la confianza en mí misma".
Heather Morris. La estrella de Glee desveló en 2011 a la revista Fitness que odiaba sus implantes porque le resultaban extremadamente incómodos cuando entrenaba. "Pensé que los quería de joven, pero ya no. Duelen mucho y no me gusta sufrir constantemente. ¡Tenían que desaparecer!".