Natalie Portman, la nueva diosa de Marvel
Una actriz fuera de guión cuya talla física (160 cm) no se corresponde con la de su talento. ¿Quién, sino ella, podía ser la novia de Thor?
No reina solo en la gran pantalla. Cada vez que sube a un escenario pone a la audiencia de pie. Ese es el poder de Natalie Portman. Levantó al público de su asiento en la Comic Con de San Diego, y lo ha vuelto a hacer en la convención que los estudios Disney ha celebrado a las puertas de Disneylandia en Anaheim (California, EE UU). ¿La razón? La niña que enamoró a crítica y público en El profesional (1994) puede presumir de ser la diosa de los frikis porque, no contenta con ser la madre de Luke Skywalker en la saga de La guerra de las galaxias, ahora es la novia de Thor. Po...
No reina solo en la gran pantalla. Cada vez que sube a un escenario pone a la audiencia de pie. Ese es el poder de Natalie Portman. Levantó al público de su asiento en la Comic Con de San Diego, y lo ha vuelto a hacer en la convención que los estudios Disney ha celebrado a las puertas de Disneylandia en Anaheim (California, EE UU). ¿La razón? La niña que enamoró a crítica y público en El profesional (1994) puede presumir de ser la diosa de los frikis porque, no contenta con ser la madre de Luke Skywalker en la saga de La guerra de las galaxias, ahora es la novia de Thor. Pocas imponen como ella su estilo en moda y belleza tras su idilio con la casa Dior. Sin mencionar el poder que ejerce en Hollywood, que le dio un merecido Oscar por su trabajo en Cisne negro (2010). Hemos seguido su evolución de niña prodigio a madre primeriza tras su boda con el bailarín y coreógrafo Benjamín Millepied. Todo y más en 32 años. Esta es, muy resumida, la trayectoria de una actriz menuda a la que es imposible dejar de mirar, y que ahora repite éxito y papel como la investigadora Jane Foster en Thor 2: El mundo oscuro.
¿Las segundas entregas son más fáciles?
No creas. Yo soy nerviosa por naturaleza. Insegura. A veces pienso que me van a mandar a casa por no saberme el papel. Incluso cuando repito con el mismo personaje. Solo me tranquilizo en el momento en el que empiezo a rodar.
¿Y no se pone nerviosa al salir a un escenario lleno de admiradores?
Me gusta ver el impacto que tiene lo que hacemos en el público, su pasión. Nuestro trabajo es una conversación con la audiencia. Tú les das tu interpretación y ellos te regalan su entusiasmo. Es una relación que puede ser adictiva.
¿Hay algo que genere el mismo tipo de pasión en su vida?
Quizá no sea el mismo, pero mis amigos y mi familia lo hacen. Por ellos iría al fin del mundo.
O simplemente a París, donde ha afirmado que piensa cambiar su residencia ahora que su esposo ha sido nombrado director del ballet de la ópera de la ciudad. ¿Cómo va la mudanza?
Nos vamos el año que viene, cuando empiece su contrato. Será la primera vez para ambos. Nunca he vivido allí, solo he trabajado durante unos meses. Y él es de Burdeos. Así que será una aventura para los dos. El sueño de muchas personas es vivir en esa ciudad.
¿Y cómo se desenvuelve con el francés?
Podría ir mejor. ¡Esos verbos! Y el acento. Tendré que aceptar que nunca será mi fuerte y que voy a estar como un pez fuera del agua.
De alguna manera eso es lo que le ocurre a su personaje en la nueva entrega de Thor: usted es la única mortal en un reino de dioses.
Es algo a lo que ya estoy acostumbrada. De niña, mi familia y yo nos mudamos mucho y me convertí en una chica que no pertenecía a ningún lado: la niñita judía menuda y morena en un país de gente grande y rubia.
¿Qué tal lleva su nueva faceta como madre?
Como cualquier otra madre. O cualquier padre. Porque siempre les preguntamos a ellas cómo pueden conciliar la carrera y la familia, pero a ellos les ocurre lo mismo. De alguna manera todos llegamos a ese punto en el que nos gusta nuestro trabajo pero también disfrutar de la familia. Y si, además, tienes la suerte de contar con un compañero, la vida no puede ser mejor.
Vamos, que se siente como una diosa.
Me siento más como mi personaje en Thor, una simple mortal que trabaja entre dioses como Anthony Hopkins. Sin duda, una experiencia que te pone los pies en la tierra.
Para ser una simple mortal su belleza es admirada por todos. ¿Algún consejo que pueda compartir?
¡Gracias! Me tendrías que ver cuando no tengo a mi equipo de maquillaje al lado. A Eileen Casta. Nos conocimos cuando fui por primera vez al Festival de Cannes con La guerra de las galaxias y ahora siempre está conmigo cuando se trata de trabajo. ¿Secretos? Soy vegana, pero ese es un secreto a voces.
¿Qué tipo de ejercicio practica?
Suelo salir a correr, y ahora me ha dado por una nueva práctica llamada gyrotonic; una especie de pilates, pero circular, que es muy bueno para la espalda y la salud en general.
¿Toda su familia es vegetariana?
En realidad, cada uno come lo que mejor le sienta. Yo soy vegetariana desde los nueve años, y vegana de vez en cuando. Depende de dónde esté, porque en ocasiones es difícil mantener una buena alimentación si eres vegana. Por ejemplo, durante el rodaje de Thor, en Santa Fe (EE UU), fue complicado. O en el embarazo. El cuerpo no hacía más que pedirme helados y postres, y en ese momento una tiene que hacer lo que le pida el cuerpo, ¿no?
El último papel que se ha asignado a sí misma es el de directora. ¿Qué la ha animado a poner en marcha su próxima aventura y por qué ha escogido la novela Una historia de amor y oscuridad, de Amos Oz, para su debut?
La verdad es que siempre me ha gustado probar cosas nuevas, estar abierta a nuevas colaboraciones. No tengo mucho que decir sobre mi futuro trabajo como directora porque, por el momento, no es más que una idea. ¿Que por qué elegí este libro? Porque es increíble, una gran novela que ha permanecido a mi lado desde que la leí y que ahora me devolverá a Israel para este rodaje. Algo que ha estado contigo tanto tiempo merece hacerse realidad.