Madeleine Stowe: «Tengo una vena rebelde»

Lleva 15 años exiliada en Texas por decisión personal, pero ahora Madeleine Stowe ha vuelto al estrellato por la puerta grande como la mejor malvada de la televisión actual.

Cambió Hollywood por Texas cuando nació su hija. Después de tres lustros dedicada a su familia ha vuelto a las candilejas, aunque esta vez a través de la pequeña gran pantalla. Madeleine Stowe (Los Ángeles, EE UU, 1958) protagoniza Revenge, una historia de venganza basada en El Conde de Montecristo, con el enclave exclusivo de los Hamptons como escenario.

La actriz, de antepasados españoles, padre estadounidense y madre costarricense, interpreta a Victoria Grayson. Por este papel robaplanos de villana de sonrisa gélida y envidiable guardarropa fue nominada este año...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

Cambió Hollywood por Texas cuando nació su hija. Después de tres lustros dedicada a su familia ha vuelto a las candilejas, aunque esta vez a través de la pequeña gran pantalla. Madeleine Stowe (Los Ángeles, EE UU, 1958) protagoniza Revenge, una historia de venganza basada en El Conde de Montecristo, con el enclave exclusivo de los Hamptons como escenario.

La actriz, de antepasados españoles, padre estadounidense y madre costarricense, interpreta a Victoria Grayson. Por este papel robaplanos de villana de sonrisa gélida y envidiable guardarropa fue nominada este año a un Globo de Oro. Pese a bordar el rol de víbora, durante la entrevista en un hotel de Londres no puede ser más amigable y cálida. Y a los 53 años está tan radiante como cuando se dio a conocer con El último mohicano (1992). Lleva una cuidada melena castaña y luce un espectacular vestido rojo de Roland Mouret con una chaqueta de punto de L’Wren Scott. Amenaza con volver a desaparecer, aunque por ahora se mantiene ocupada: entre sus próximos proyectos cuenta con su debut como directora de cine con el western romántico Unbound Captives, protagonizado por Hugh Jackman y Rachel Weisz, y la segunda temporada de Revenge, que se estrenará en versión original el 7 de octubre a las 22.50 horas en FOX y próximamente en su versión doblada en castellano.

¿Qué es lo que más echó de menos durante su ausencia profesional?

Moverme. El hecho de que cuando trabajas usas más tu vida interior: encuentras sombras, compartimentos y recursos en tu carácter. Cosas que te ocultas. Lo que no extrañé fue que otros me organicen la vida. Tengo una vena rebelde y soy muy celosa de mi intimidad. Lo más probable es que vuelva a marcharme otra vez. Y que luego regrese.

¿Es importante el vestuario para su personaje en Revenge?

Mucho. Es lo que mantiene el poder y dominio de Victoria Grayson; forma parte de su encanto. Tiene que inquietar y atraer. ¡Puede hacer cosas tan terribles! Es una matriarca de la alta sociedad, pero quisimos alejarnos de lo obvio y escogimos un estilo europeo con vestidos estructurados de L’Wren Scott. He llevado diseños de Herve Leger en dos ocasiones, pero todo el mundo cree que no me los quito de encima. Prometo que no repetiré: son muy bonitos, ¡pero estoy mayor para ellos!

¿Cómo prefiere vestirse cuando termina el rodaje?

Para fiestas y entregas de premios me compro ropa, no pido nada prestado. En mi tiempo libre voy con vaqueros, camisas y botas de cowboy. Las llevo desde que me quedé embarazada de mi hija. James Leddy, de Abilene, Texas, me las hace a medida.

¿Visitó los Hamptons para documentarse?

No, porque habría sido una especie de traición para la gente de allí. Y mi personaje no se parece a nadie que haya conocido.

Ha trabajado con grandes del cine, ¿a quiénes considera sus maestros?

Directores como Michael Mann o Robert Altman, a quienes veo como figuras paternales. También a Jack Nicholson, Daniel Day-Lewis y Mel Gibson, que es un actor fantástico, muy atento con el equipo y una bellísima persona.

Archivado En