Lo que piensa María León sobre hacer de madre de una actriz 9 años menor que ella en ‘Los Japón’
Charlamos con la intérprete sobre reivindicaciones, el hueco de las mujeres maduras y su próxima incursión en ‘La casa de las Flores’.
María León (Sevilla, 1984) aclara de antemano que es de tequilas y de un buen margarita: «Ya sabes, picante pero sabroso», dice en los jardines del Palau de Pedralbes de Barcelona tras acudir a la final de la World Class Competition para elegir al mejor bartender de España. Cercana y despierta, la actriz charla animadamente con S Moda sobre rodajes –ya ha terminado el de La Lista, una comedia «muy dura» sobre tres amigas de viaje para cumplir la de deseos de una enferma de cáncer–, reivindicaciones y valía de las intérpretes antes de volver pitando en un AVE ...
María León (Sevilla, 1984) aclara de antemano que es de tequilas y de un buen margarita: «Ya sabes, picante pero sabroso», dice en los jardines del Palau de Pedralbes de Barcelona tras acudir a la final de la World Class Competition para elegir al mejor bartender de España. Cercana y despierta, la actriz charla animadamente con S Moda sobre rodajes –ya ha terminado el de La Lista, una comedia «muy dura» sobre tres amigas de viaje para cumplir la de deseos de una enferma de cáncer–, reivindicaciones y valía de las intérpretes antes de volver pitando en un AVE a la capital y asegurarnos que, como buena supersticiosa, sigue llevando a cada rodaje el rosario que le regaló su abuela «y todas las piedras que me da mi madre».
En breve veremos tu estreno en La Casa de la Flores (Netflix), ¿qué nos puedes adelantar de la segunda temporada?
Creo que en unos meses se estrenará la segunda e irá de la mano de la tercera. Me lo he pasado pipa. Interpreto a Purificación, la hermana de María José (a la que interpreta su hermano, Paco León). Digamos que tengo un desequilibrio mental e intento usurpar la identidad de mi propia hermana.
¿Qué tal el rodaje con tu hermano?
¡Me lo he pasado tan bien! Me emociono solo de recordarlo. Como hemos hecho de hermanas en la ficción, verlo vestido de chica y yo haciendo de desequilibrada, pues la verdad es que eran dos personajes con un rol muy complicado, pero nos lo hemos pasado fantásticamente porque hemos gamberreao todo lo que hemos podido y disfrutado mucho el uno con el otro. Me lo he gozado muchísimo.
¿Cómo viviste la polémica que se montó, cuando colectivos trans criticaron que él, siendo hombre cisgénero, interpretase el personaje de una mujer transexual?
Yo entiendo que se haga ruido y entiendo que el ruido forma parte del proceso. Evidentemente, los actores nos dedicamos a interpretar vidas que no son nuestras. Es estupendo, por ejemplo, que una actriz trans haga un papel de actriz trans, pero esa misma actriz podría hacer el papel de una chica. No tienes por qué hacer de trans. Cuando eres actor o eres actriz, haces de todo. Yo entiendo al movimiento, creo que hay mucho dolor, falta de visibilidad social y falta de reconocimiento. Paco también corrió muchos riesgos y fue muy valiente a la hora de contar el personaje de una mujer transexual. Parece uno de los primeros en hacerlo, pero espero que salgan muchísimos actores que tengan la valentía de poder interpretar la piel de una trans y que muchas trans también tengan la oportunidad de poder interpretar a una niña.
No sé si has visto la última temporada de Paquita Salas, pero precisamente se trata en tono cómico una situación similar a la que vivió tu hermano en una trama con Lidia San José.
No, no la he visto, fíjate, pero creo que Brays (Efe) ha hecho un personaje maravilloso y también ha sido muy valiente porque todos podemos empezar haciendo de guapos, pero eso no es ser actor. Ser guapo no es ser actor, aunque parezca que sí. Ser actor es saber interpretar y yo creo que Brays y todo el equipo de Paquita Salas, con lo jóvenes que son, han sido muy valientes a la hora de contar una historia de este tipo y hacerlo tan bien, así que desde aquí, mi enhorabuena.
¿Te apetecería un cameo en la serie?
Uy, sí, me encantaría, claro.
Ahora mismo tienes en cartel la comedia Los Japón que coprotagonizas con Dani Rovira, allí interpretas a la madre de un par de adolescentes. Es bastante llamativo, porque tu diferencia de edad real con Cinta Ramírez, la hija mayor, es muy corta. No sé si vosotras lo llegasteis a comentar en el rodaje o bromeabais con ello…
Nos reíamos muchísimo, piensa que yo la hubiese parido con nueve años. Yo le decía: ‘Cariño, es que yo era muy muy precoz y con Dani es lo que teníamos, que al estar juntos con tanto campo y tanto río, pues fuimos muy precoces para tenerte’. Fue muy divertido, pero también era difícil. Yo tuve que intentar ponerme edad y oscurecer mi pelo. Una interpretación que también era física para que se sobreentendiera que era una señora que había parido a esos dos animales. Porque también mi hijo, te digo una cosa, ¡mi hijo crecía por días! ¡Que le dejaban de dar de comer al niño porque al niño le crecía la espalda todos los días! Nos reímos mucho, pero todo esto también forma parte de la ficción y es parte de nuestro trabajo. Mira en este caso yo no hago de trans, pero yo hacía de una mujer que tenía diez años más que yo, una mujer de 40 años.
No se da el caso, por ejemplo, con Mario Casas, con el que tampoco tienes mucha diferencia de edad…
Nada, no nos llevamos nada.
Creo que chirriaría mucho imaginarlo como padre de dos hijos adolescentes en una película. ¿No tienes la sensación de que se ha normalizado este hecho? Estamos demasiado acostumbrados a ver actrices jóvenes haciendo de mujeres de mediana edad…
Cuando hay mujeres de mediana edad maravillosas que hacen unos trabajos divinos y que tienen una edad estupenda y que es la que tienen que tener, sí.
¿Crees que es problemático este sistema?
No, creo el problema existe en otra parte, no como en este caso de Los Japón. Yo creo que en Los Japón querían a una pareja, que somos Dani y yo, que hicieran comedia juntos y que hicieran un trabajo muy concreto. En este caso podíamos hacer un trabajo de caracterización, pero sí que considero que hay muchísimas actrices de mediana edad que tienen la edad perfecta y el poso perfecto para contar historias. Sí que creo que deberíamos tener más proyectos y más guiones que den cabida a esas mujeres porque creo que es mucho más interesante en general. Tienen muchísimo que contar e interesan. Yo quiero pensar que no solo pidan delante de una cámara a un tipo de belleza o una edad. Quiero confiar en que la profesión no se va a detener en eso, piensa que a mí me queda muy poquito para llegar ahí. Yo quiero llegar a los 40, 45 y 50 años y poder seguir interpretando y contando historias. Creo que son, insisto, las historias más interesantes y más ricas. El problema es escribirlas y venderlas.
¿Te has planteado tú escribir o producir alguna de estas historias?
Sí, a mí me gusta mucho crear, piensa que tengo mucho talento alrededor en mi familia. Mi hermano dirige y escribe. Sería muy osado por muy parte, con el talento que hay en mi casa, que diga: ‘Mira, me voy a poner’. Admiro tanto todo lo que tengo en mi casa, que seguramente se lo daría a Paco y le diría: ‘Paco, dirígelo’. Lo que sí no descarto es la idea de producir, de meterme hasta el cuello en este tipo de proyectos, ya bien sea en cine o en teatro. Ojalá pueda hacerlo para dar cabida a estas mujeres y pueda levantar algún tipo de proyecto artístico en el que se pueda contar con este talento, porque tenemos mucho en este país y hay muchísimas mujeres y hombres que trabajan muy bien y no tienen, precisamente, 20 años.
Compartías cartel con Rovira, hace un par de años, Clara Lago nos contó que en 8 apellidos catalanes tanto Dani Rovira como Karra Elejalde cobraron el doble que ella. No sé si esta desigualdad sigue presente o sois más conscientes de los salarios en los equipos.
La desigualdad está ahí. Ahí estamos todas. Yo lucho por la igualdad constantemente, yo no pienso en la desigualdad. Yo pienso en imponer la igualdad porque en mi cabeza no hay otra idea. Sí que es verdad que por desgracias esa lucha la tenemos y cobramos menos que los hombres. Yo creo que estamos avanzando todas muy poquito a poco, sin ningún tipo de violencia y con fuerza.
¿Lo habláis entre vosotras, de cara a organizaros para que haya más transparencia en este ámbito?
Esto es una cosa que no he preguntado jamás a un compañero, igual que un compañero jamás me ha preguntado cuánto he cobrado. Es un tema más de saber el caché, esto va por medidas, no va por sexo. Dependiendo de quien seas tienes un caché o otro, pero sí que es verdad que hay un baremo en el que si nos ponemos a comparar, hay una diferencia. Tenemos que trabajar para que esa diferencia no exista nunca, que ni siquiera se plantee. Independientemente de los cachés, a la hora de valorar un sueldo, no creo que se tenga que valorar según el sexo que tenga.
Los Japón trata y denuncia, en clave cómica, costumbres machistas en España. ¿Cómo ves al país lejos de la ficción? ¿Avanzamos?
Yo quiero pensar que estamos avanzando todos en general. Digamos que hay una lucha, no espera, lucha no quiero decir porque creo que es un palabra muy fea. Digamos que hay una actividad y estamos todas despiertas y activas por avanzar. A mí no me gusta quejarme, todas sabemos de donde venimos. Sí que creo que en este país hay una inconsciencia e incultura y se habla sin conocimiento. Aquí no tenemos ninguna lucha, tenemos que hacer consciente al mundo de que hay una realidad y esa realidad es que es que no existe la diferencia. Es que no la hay. En este país estamos muy activas. Yo vengo de México y he visto a las mujeres súper activadas, allí (mira, se me ponen los vellos de punta contándotelo), allí también son muy conscientes. Solo con que nosotras ya estemos así es un movimiento clave para que esto siga avanzando. Hace 40 años había miedo entre las mujeres y el miedo se ha ido, entonces yo creo que por ahí vamos ganando.
En La cinta has trabajado con Victoria Abril, hace poco sorprendió que se mostrase especialmente dura al decir que la fuerza del #MeToo se podía hundir «por los excesos de las feministas radicales». También Carmen Maura ha sido crítica con las protestas, ¿crees que hay un recambio ideológico generacional entre actrices?
Yo creo que lo que quiere decir Victoria es que a veces las cosas se van de madre y tienes una herramiento poderosa y la devalúas. Hay mucha gente que habla del feminismo y no tiene ni idea de lo que es. Yo creo que se refiere a eso, que si todos nos podemos a gritar y hacer ruido por hacer ruido no vamos a llegar a ningún objetivo. Es mejor ser consciente de lo que estamos pidiendo y no pedir, hacerlo. Es que yo creo que no hay que pedirlo. Se crea una lucha en base a ‘es que no hemos tenido’, ‘es que no…’ y cuando tú riñes, cuando tú juzgas, cómo no te van a juzgar a ti. Yo creo que es mucho mejor decir, yo soy esto y el que se lo quiera creer bien, y el que no, no.
Pero quizá si no te plantas, no se adquieren esos derechos.
Pero no hay que pelear, tú te puedes plantar, pero no pelear. Porque si gritas y pegas, te haces débil. Hay mucha gente que lo que está buscando es bulla, lo que está buscando es ruido. Yo lo que creo que ella dice, es que el ruido no llega a ninguna parte. Victoria es una señora que lleva 50 años haciendo películas, que se ha comido muchísimos machismos, que ha salido desnuda en la mayoría de sus películas porque ha tenido la valentía de hacer el destape y seguramente ella ha tenido una lucha activa pero no ha salido a la calle. Ella ha tenido su propia lucha como actriz y desde su posición, creo, eh, que igual me equivoco, pero lo que creo que ella quiere decir es precisamente eso: que si nos ponemos todos a gritar y a pelear se desdibuja todo.