Muere Lee Radziwill, hermana (y rival) de Jackie Kennedy
Fallece en Nueva York una de las socialités más veneradas del mundo. La cuñada de John F. Kennedy tenía 85 años y siempre estuvo a la sombra de su hermana, la primera dama de Estados Unidos.
Lee Radziwill, uno de los grandes iconos de estilo de los últimos tiempos, ha fallecido en Nueva York a los 85 años de edad, según confirma el medio digital WWD. Escritora y actriz, la hermana pequeña de Jackie Kenney perteneció a una de las sagas que mayor veneración ha tenido en los Estados Unidos: los Kennedy.
La bibliografía y documentales que se han generado de cada uno de sus miembros de primera fila o incluso de alguno de los colaterales es quizás la evidencia mayor de que suscitan un enorme interés en un...
Lee Radziwill, uno de los grandes iconos de estilo de los últimos tiempos, ha fallecido en Nueva York a los 85 años de edad, según confirma el medio digital WWD. Escritora y actriz, la hermana pequeña de Jackie Kenney perteneció a una de las sagas que mayor veneración ha tenido en los Estados Unidos: los Kennedy.
La bibliografía y documentales que se han generado de cada uno de sus miembros de primera fila o incluso de alguno de los colaterales es quizás la evidencia mayor de que suscitan un enorme interés en una audiencia que sigue reclamando amor y lujo. Pese a todo, salvo la excepción de Jack Schlossberg, hijo de Caroline Kennedy, no hay en la actualidad ningún miembro que haya logrado ni siquiera acercarse remotamente en actitud y manera de vivir a su era dorada: cuando el presidente John Fitzgerald Kennedy se convirtió en presidente y su mujer, Jackie (Bouvier de soltera) en icono de estilo mundial. En esa circunstancias dejaba en la sombra a su hermana, Caroline ‘Lee’ Radziwill. Una historia que podría dar para una temporada de la serie Feud de HBO, que refleja antagonismos históricos como el de Joan Crawford y Bette Davis cuando rodaron ¿Qué fue de Baby Jane? o el de Diana de Gales y Carlos de Inglaterra, que finalmente no se ha llevado a término.
Lee, que sobrevivió a su hermana, continuó a sus 85 años generando titulares. Este 2019 comenzó con la emisión del documental The Last Days of JFK Jr. –en la cadena de televisión ABC-, posiblemente el primero de otros tantos (este año se cumple el vigésimo aniversario de su muerte), en el que se hace una semblanza sobre la vida del infortunado John John Kennedy, que falleció junto a su mujer, Carolyn Bessette, en un accidente de aviación cuando estaba a punto de llegar al enlace de su prima Rory Kennedy, el 16 de julio de 1999. Uno de los capítulos en los que más se incide por su trascendencia social es en el de su boda casi secreta con la entonces publicista de Calvin Klein, el 21 del septiembre de 1996. Un evento en el que, por su naturaleza íntima, el número de invitados fue muy reducido, pero de la que no se excluyó a su tía materna, Lee Radziwill, quien, pese a las legendarias diferencias con su hermana, siempre mantuvo unos vínculos muy estrechos con sus sobrinos.
El destino, que se ha empleado a fondo con los Kennedy, hasta el punto que se sigue hablando de que les persigue una maldición, fue muy cruel con John John, pero también con su primo Anthony Radziwill, hijo de Lee, uno de sus amigos más íntimos y padrino de boda, que falleció unas semanas más tarde, el 10 de agosto de 1999, a consecuencia de un cáncer testicular contra el que llevaba luchando casi una década. Hasta el propio hijo del asesinado Presidente de Estados Unidos, según ha desvelado el mencionado documental, estaba preparando el discurso que iba a leer en el funeral para honrar su memoria cuando encontró su propia muerte en aquel fatídico accidente de avión que conmocionó a la opinión púbica mundial.
La muerte de Anthony Radziwill, fruto del segundo matrimonio de Lee Radziwill con el aristócrata polaco Stanislaw Albretch Raziwill (gracias al cual recibió el tratamiento de princesa durante sus años de casados), llegó también de forma prematura. Tenía solo 40 años, dos más que John John, y dejaba a la familia destrozada: tanto a su madre como a su viuda, Carole Anne DiFalco, quien en los últimos años alcanzó una gran notoriedad por haber participado en el popular reality The Real House Wives of New York y fichó por The View, uno de los talks shows más longevos de Estados Unidos. “Decir que en ese momento el matrimonio de John John y Carolyn estaba en su mejor momento es inexacto. La inminente muerte de Anthony supuso una gran tensión para ellos. Fue un momento muy duro para todos nosotros. De no haber sido así, no habríamos sido humanos”, manifestaba Carole en una entrevista a la revista People, en la que habló de su desgraciado matrimonio, ya que poco después de casarse descubrieron que el periodista volvía a tener cáncer, momento a partir del cual comenzaron un nuevo calvario de hospitalizaciones y durísimos tratamientos experimentales que no lograron curarle.
La tragedia golpeó a Lee Radziwill en diversas ocasiones, pero ninguna equiparable a la pérdida de un hijo. El magnicidio de su cuñado, John Fitzgerald Kennedy, el 22 de noviembre de 1963, le afectó también de manera directa, pues tuvo que cerrar filas con Jackie, quien, al parecer, albergaba un gran resentimiento contra ella por el supuesto escarceo que habría tenido con su marido, según se afirma en el libro publicado este otoño Las fabulosas hermanas Bouvier: las trágicas y glamourosas vidas e Jackie y Lee (escrito por Sam Kushner y Nancy Schoenberger). Una biografía no autorizada en la que se disecciona una rivalidad que nace ya desde su infancia, pues, según manifiestan los autores, Lee era la favorita de su madre, mientras que Jackie lo era de su padre. “Siempre me quedó muy claro, pero no albergo resentimientos porque comprendo que tenía razones para ello. No solo le habían puesto su nombre en honor a mi padre, sino que también era casi idéntica físicamente a él, lo que le hacía sentirse muy orgulloso”, manifestaba la propia Lee en su libro Happy Times en 2010.
La contienda entre las dos hermanas se libró en distintos campos, también en el sentimental, sobre todo por el amor del armador griego Aristoteles Onassis, a quien Lee conoció primero y con quien tenía intención de casarse, aunque, después de que enviudara se decantó por su hermana, quien también a día de hoy sigue siendo recordada como Jackie O. Muchos hablan de venganza, pero resulta difícil determinar qué hay de leyenda y qué de realidad en el devenir de dos vidas apasionantes y contradictorias. Por eso, puede ayudar a comprender la magnitud de sus conflictos humanos otro controvertido libro, Jackie, Janet & Lee (obra de J. Randy Taraborelli), que se publicó en los primeros meses del año pasado. En esta ocasión se profundizaba en la relación que las hermanas mantenían con su madre, Janet Lee Bouvier, quien falleció en 1989 a consecuencia de complicaciones del Alzheimer que padecía. Durante su largo período de convalecencia y deterioro físico y cognitivo, habría sido Jackie quien había estado más pendiente de su madre y sus necesidades, mientras que Lee la llamaba con mucha menor frecuencia. Sin embargo, como en la parábola del hijo pródigo, a su madre se le iluminaba la cara cada vez que tenía noticias de su hija menor, mientras que ante su primogénita mostraba cierta indiferencia, según los testimonios aportados por los autores.
Lee Radziwill estaba particularmente molesta con este libro, según publicó Page Six, pues era partidaria de que «los trapos sucios se laven en casa». De hecho, nunca se manifestó sobre las cuestiones más espinosas o dolorosas que han jalonado su biografía, como el hecho de que su hermana Jackie no le dejara nada en su testamento, porque alegaba que «ya había sido suficientemente generosa con ella en vida». Sin embargo, sí se acordó de sus dos sobrinos, Anthony y su hermana Tina, a quienes legó medio millón de dólares.
Cuando Lee se enteró de la grave condición de su hermana, a quien diagnosticaron un cáncer linfático en los primeros meses de 1994, que pronto se extendió a su hígado, cerebro y médula espinal, corrió a su lado y, a su muerte, el 19 de mayo de ese mismo año, lloraba desconsoladamente. Nada comparado con lo que la vida le tenía preparado en los siguientes años… La socialité, que estuvo casada en tres ocasiones, con su novio de juventud, el ejecutivo Michael Temple, con el mencionado aristócrata polaco, padre de sus hijos, y con el director de cine y coreógrafo Herbert Ross, de quien se divorció poco antes de su muerte, el 9 de octubre de 2001, supo, sin embargo, recomponerse ante cada envite de la vida.
Amiga de Truman Capote y Gore Vidal, dos de los enemigos literarios más mediáticos de todos los tiempos, íntima del emblemático director artístico Cecil Beaton, interiorista ocasional, publicista para Armani y actriz fracasada, Lee Radziwill volvió a ser actualidad por otro de los capítulos más mediáticos de su pasado. Hace unos meses vio la luz el documental That Summer, que puede considerarse como una precuela del emblemático Grey Gardens, que se estrenó en 1976 en el Festival de Cannes y que narraba la decadencia económica, física y moral de Big y Little Edie, tía y prima de las hermanas. El proyecto nació auspiciado por Lee Raziwell en 1972, pues quería dejar constancia de sus recuerdos de la mansión de East Hamptons del mismo nombre, donde residían sus familiares y en la que su hermana y ella habían vivido momentos muy felices en su infancia.
Allí se habían hospedado, en los momentos de mayor gloria, Mick y Bianca Jagger o Andy Warhol, entre otros, en un ambiente bohemio y festivo del que ya no quedaba nada. Lo que se encontraron los cineastas Albert y David Maysles, a los que Lee conoció durante una gira con los Rolling Stones, fue todo lo contrario: decadencia y destrucción. Tal vez por eso quedaron fascinados por madre e hija, pero el material que grabaron nunca se utilizó. Se dijo que porque la hermana de Jackie Kennedy estaba avergonzada y lo secuestró, aunque ahora ha trascendido que los directores tenían otros proyectos y decidieron retomarlo más adelante, cuando regresaron al encuentro de las Edies, del que resultó el documental. Ahora, que han aparecido esos negativos, han vuelto al primer plano de la actualidad y nos han permitido descubrir el verdadero papel que Lee tuvo en toda esta historia: fue ella misma quien convenció a su tía y a su prima para que se dejaran grabar. Quienes deseen profundizar más en esta apasionante historia, pueden hacerlo también en la película homónima disponible en HBO y protagonizada por Jessica Lange y Drew Barrymore.