La edad del pavo del pequeño de los Hilton
Conrad Hilton, que se encuentra a la espera de un juicio por agresión, acaba de superar una terapia de desintoxicación por su adicción a las drogas. Solo tiene 20 años.
La adolescencia tardía de Conrad Hilton (Nueva York, 1993) está resultando tan entretenida y problemática como la de sus hermanos Paris y Barron. A juzgar por las últimas noticias que llegan del entorno del benjamín de los Hilton, parece que las drogas y los escándalos con la justicia se han convertido en una tradición familiar. TMZ se hacía eco la semana pasada de la que hasta el momento es la obra más importante del hijo meno...
La adolescencia tardía de Conrad Hilton (Nueva York, 1993) está resultando tan entretenida y problemática como la de sus hermanos Paris y Barron. A juzgar por las últimas noticias que llegan del entorno del benjamín de los Hilton, parece que las drogas y los escándalos con la justicia se han convertido en una tradición familiar. TMZ se hacía eco la semana pasada de la que hasta el momento es la obra más importante del hijo menor de Kathy y Rick Hilton: su detención tras amenazar de muerte y agredir verbalmente a los pasajeros y la tripulación de un avión. Ocurrió en julio, en un vuelo procedente de Londres y con destino Los Ángeles, pero los pormenores del incidente acaban de filtrarse a la prensa.
Al parecer, el pequeño de los Hilton decidió liarla mientras sobrevolaban el océano Atlántico. Todo comenzó cuando varios pasajeros alertaron a los auxiliares de vuelo de que los baños del avión apestaban a marihuana. Al preguntarle al respecto a la última persona que había estado en ellos, esta comenzó a proferir insultos y amenazas de muerte sin tasa ni limitación. "Si me queréis joder, solo tenéis que decirlo y peleamos" o "Voy a matar a todos los jodidos pasajeros" fueron algunas de las perlas con las que Conrad Hilton amenizó el viaje mientras golpeaba insistentemente el reposacabezas de su asiento. Según ha podido conocer TMZ, en la denuncia que la compañía aérea interpuso una vez aterrizaron en Los Ángeles figuran más comentarios de dudoso gusto. "Si me da la gana, en cinco minutos estáis todos despedidos. Conozco a vuestro jefe. Mi padre lo pagaría todo, ya lo ha hecho antes. Una vez se gastó 300.000 dólares en un asunto parecido", habría dicho Hilton. Milagrosamente, justo una hora antes de aterrizar cayó dormido en su asiento.
Conrad Hilton, de vacaciones el pasado verano.
Instagram (@conradhilton)
En cuanto pisaron tierra firme, el protagonista del incidente fue detenido por las autoridades aeroportuarias y puesto a disposición judicial. Le imputaron sendos delitos de alteración grave del orden público y desacato grave a la autoridad. Tras pagar una fianza de 100.000 dólares, la familia decidió guardar silencio y esperar al juicio, que comenzó la semana pasada. Conrad Hilton se enfrenta a una pena de veinte años de prisión, que con la ayuda de un buen abogado quedará en poco más que una multa y unas largas vacaciones en casa.
No es la primera ni la última celebridad que protagoniza un incidente de similares características. En el pasado, actores como Jonathan Rhys-Meyers o Gerard Depardieu –con meada en la moqueta incluida– han padecido los efectos derivados de la mezcla de alcohol y otras sustancias a once mil metros de altura. Por no hablar de los cantantes Liam Gallagher y Lily Allen, quienes en un vuelo a Japón decidieron emborracharse juntos y montar una fiesta a bordo. El malogrado Philip Seymour Hoffman, David Hasselhoff o, en nuestro país, Melendi, también han vivido experiencias parecidas. Con todo, el caso de Conrad Hilton es el primero que afecta a su familia en un avión.
Los hermanos mayores de Conrad: París, Nicky y Barron.
Cordon Press
Sus hermanos Paris y Barron –la mayor y el tercero respectivamente– también han tenido problemas con el alcohol, aunque en tierra firme. La primera fue detenida en 2007 mientras conducía ebria y con las luces del coche apagadas. Era la tercera vez que lo hacía, por lo que la condenaron a 45 días de prisión, de los cuales solo pasó dos en la cárcel –el resto de la condena se desarrolló bajo arresto domiciliario–. Un año después, Paris le pasó el testigo a su hermano Barron, al que detuvieron por sobrepasar los límites de velocidad y conducir borracho con un permiso de circulación falso. Aquello se saldó con tres años de libertad condicional, una multa de 200.000 dólares y un curso de concienciación vial.
Con estos referentes, no resulta extraño que Conrad Hilton proceda de la misma manera, aunque a su favor debemos destacar el esfuerzo por sofisticar el arte de empinar el codo y elevarlo a las alturas. No es la primera vez que el benjamín de la familia tiene problemas legales, ya que con solo dieciocho fue detenido a la salida de un bar por posesión de marihuana. De cara al juicio que enfrenta por su incidente en el avión, sus abogados le han aconsejado someterse a una terapia de desintoxicación por su supuesta adicción a las drogas y al acohol, que acaba de superar recientemente. Y solo tiene 20 años. A este paso conseguirá hacer buenos a sus hermanos mayores.