Kylie Minogue: «A la gente le sigue chocando mucho lo bajita que soy»
La australiana es una estrella pop a la antigua usanza y por eso no tiene nada de raro, ni de irónico, que grabe un disco de Navidad. Hasta se sube a un trineo para la portada. La entrevistamos en exclusiva.
Su nombre se ha convertido en una frontera generacional. Si a un milénico le dicen «Kylie», puede que piense en Jenner, la penúltima de las casi Kardashian. Pero para cualquier mayor de 25 años, solo existe una Kylie posible, la Minogue. La que paralizó la Commonwealth cuando se casó con el otro gran ídolo de Australia, Jason Donovan, en la serie Neighbours, la que ha grabado a fuego al menos una docena de estribillos en el córtex cerebral de varias generaciones, de Locomotion a Can’t Get You Out Of My Head, la de los looks tan icónicos que hasta los...
Su nombre se ha convertido en una frontera generacional. Si a un milénico le dicen «Kylie», puede que piense en Jenner, la penúltima de las casi Kardashian. Pero para cualquier mayor de 25 años, solo existe una Kylie posible, la Minogue. La que paralizó la Commonwealth cuando se casó con el otro gran ídolo de Australia, Jason Donovan, en la serie Neighbours, la que ha grabado a fuego al menos una docena de estribillos en el córtex cerebral de varias generaciones, de Locomotion a Can’t Get You Out Of My Head, la de los looks tan icónicos que hasta los expuso el Victoria & Albert en una muestra que batió récords de asistencia durante meses.
Su armario está ahora, dice, lleno de rojo y verde porque ha grabado un disco de Navidad, Kylie Christmas (Warner) y lo primero que uno piensa al oír la noticia es: «Por supuesto. ¿No lo había hecho antes?». Kylie, la estrella más achuchable de la constelación pop, nació para hacer un álbum de Navidad. Aporta al cancionero festivo seis canciones originales, escritas por creadores de éxitos como Stargate, y un puñado de versiones de clásicos como Santa Claus Is Coming To Town, que canta en un dúo póstumo con Frank Sinatra, o Have Yourself a Merry Little Christmas. También hay opciones menos obvias como el 2000 miles de Pretenders o Wrapping Christmas, la anfetamínica canción que popularizaron The Waitresses en los 80 y que aquí suena como una hermana invernal de Locomotion. La canta, de la manera más Kylie posible, a medias con Iggy Pop y el tema debería ganarse desde ya un puesto de honor en cualquier (desprejuiciada) lista de reproducción navideña que se precie, entre Wham! y Mariah Carey.
¿Qué canciones sabía que quería tener en el álbum sí o sí?
Quería cantar Have Yourself a Merry Little Christmas y The Most Wonderful Time Of The Year, pero enfrentarse a ellas no fue tan fácil como pensaba. Son temas que conocemos muy bien y que cantamos cada año con la familia, pero cuando te pones a grabarlas en un estudio te das cuenta de que tienes que llevarlas a tu terreno. Judy Garland hizo la versión más famosa de The Most Wonderful Time Of The Year y lo último que quería era parecer una imitadora de Judy Garland.
¿Grabó codo a codo con Iggy Pop o fue cosa de la tecnología?
Por desgracia no estuvimos juntos y tampoco con James Corden, con el que hago otro dueto. Solo pude grabar con mi hermana Dannii porque estaba en Londres. Me encanta hacer duetos y creo que es importante ser tú mismo. Muchos artistas quedan atrapados en el universo del otro. Con éste queríamos hacer un guiño a mi dúo con Nick Cave y a otras parejas clásicas de la Navidad, como los Pogues con Kirsty MacColl en Fairytale of New York, esa combinación de la bella y la bestia. Iggy es una bestia adorable. Y sinceramente, pensaba que ni siquiera habría oído hablar de mí.
¿Quién no ha oído hablar de usted? Ha sido famosa durante la mayor parte de su vida. Supongo que todo el mundo, al conocerla, tiene una serie de expectativas…
Oh sí. Saben que soy pequeñita, pero aun así les choca lo bajita que soy. También les sorprende que soy muy callada y tímida, que suelto tacos como una australiana y que soy una payasa y me paso el día haciendo tonterías y poniéndome en ridículo.
Sobre su estatura, le diré qué es lo primero que ofrece Google cuando uno teclea «Kylie Minogue». El autocompletador dice: «Kylie Minogue altura».
¿De verdad? Me pregunto qué pone. Seguro que mienten.
Y lo segundo es «Kylie Minogue edad» [tiene 47 años]. Quizá porque da la impresión de que usted siempre ha estado ahí.
¿Sabe? Ayer fue el 25 aniversario de la boda de Scott y Charlene en Neighbours. ¡Debería ser una fiesta nacional, como el cumpleaños de la Reina! Cada poco tiempo se producen esas efemérides y yo nunca me entero. Pero me alucina que alguien las recuerde. Me doy cuenta de que ha pasado mucho tiempo. Cuando acabé el colegio y empecé a actuar, simplemente estaba contenta de tener un trabajo. Ni por asomo se me ocurría que la vida me llevaría a dar la vuelta al mundo varias veces. Una de las mejores cosas es la relación con mis fans. Hemos crecido juntos.
En todo este tiempo ha visto cómo cambiaba la definición misma de lo que es una estrella del pop. Hoy, gracias sobre todo a las redes sociales, producen noticias casi a diario.
Por un lado sí debe ser más difícil empezar ahora, pero, por otro, son bastante afortunados de tener una plataforma y una voz. Pueden hacer grandes cosas. Honestamente, no sé cómo lo hubiera hecho yo si pudiera ponerme en una máquina del tiempo y me fuera posible traer aquí a la Kylie de 18 años. Es muy fácil dejarse llevar por la nostalgia y pensar: «Oh, antes las cosas eran mejores», pero el paso del tiempo altera la percepción.
Da la impresión de pasárselo bien con la ropa. ¿En qué momento de moda está ahora?
¿Ahora mismo? Lo puedo resumir en tres palabras: rojo, blanco y verde. Y un poco de dorado y plateado. Es muy predecible, pero es lo que hay. Y estoy trabajando con Dolce & Gabbana para los trajes de la gira. Van a ser bastante espectaculares.
Hace unos años firmó con Roc Nation, la empresa de Jay Z, pero la alianza no duró mucho. ¿Qué pasó?
Cuando firmé con Roc Nation supuso una ruptura gigante con respecto a lo que llevaba haciendo 27 años. Era diferente y excitante y me expuso a muchas cosas nuevas que no habían estado en mi radar hasta ese momento. Pero al final, resultó que eso no era para mí, tener a mis representantes en Estados Unidos y vivir en Inglaterra no funciona. Digamos que estuvimos saliendo durante un tiempo pero que no nos vamos a casar.
Vaya. Me lo ha puesto fácil ahora para preguntarle por su vida sentimental.
Sí, ¿eh? Me lo he buscado.
La prensa siempre habla de usted y sus toyboys, algo que nunca sucede cuando un hombre sale con una mujer más joven. ¿Le molesta?
Nunca destacan cuando salgo con alguien que es mayor que yo… Olivier Martinez es mayor que yo, Michael Hutchence era mayor que yo, Stéphane Sednaoui también. Es verdad que ahora salgo con alguien bastante más joven [el actor Joshua Sasse, de 27 años], pero odio la palabra toyboy, de verdad. Además, él es mucho más maduro. Siempre se lo digo de broma: «Dios, qué viejo eres».
¿De dónde cree que viene esa obsesión?
No lo sé, no tengo ni idea. Detesto que me pongan en una cajita y tener que hacer lo que me dicen. Como cuando actuaba y en realidad quería cantar. Siempre tenía que oír: no puedes cantar, eres actriz. Últimamente se habla mucho de autoempoderamiento. Creo que yo siempre me he sentido así aunque no lo dijera. A mi propia manera, discreta, la verdad es que siento que he hecho siempre lo que he querido.
¿Está diciendo que ha sido usted un icono feminista sin decirlo?
No, no un icono feminista, pero sí he hecho las cosas como a mí me gusta. A veces lo he hecho bien, otras mal. Me criaron para ser abierta de mente y cualquier cosa que se oponga a eso me repele.
Hace un par de años volvió a la actuación con Holy Motors, de Leos Carax, y obtuvo muy buenas críticas por su papel.
Me encantó hacer eso. Fue como tomarse unas vacaciones de ser Kylie. Avisé a mi equipo de que no quería a nadie cerca, lo quería hacer completamente sola y sentirme como cuando empezaba. No era «Kylie Minogue». Era Kylie Minogue intentando conseguir un trabajo. Me alejé tanto como pude del brillo y las luces. Y fue como volver a casa, fantástico y, a la vez, ligeramente terrorífico.
¿Necesitaba vacaciones de ser Kylie?, ¿eso cansa?
A veces, sí. En ocasiones se me olvida, cuando estoy en países en los que no se me conoce tanto y me relajo. Si hay alguien que me mira, pienso: «¿Tengo algo en la cara?». Y siempre hay algún amigo que me dice: «Eres Kylie, por eso te miran»